Como “un grito de alerta ante un posible accidente de aviación en el que mueran incluso cientos de personas”, describió la Asociación de Trabajadores Operativos y Fiscalizadores (ATOF) de la DGAC (Dirección General de Aeronáutica Civil) la denuncia que presentaron ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Lo anterior, por lo que califican como un “abandono por parte del Estado de Chile de la seguridad aérea, que podría desencadenar en un accidente grave, con muchas pérdidas humanas, y que arroje a nuestro país a cuestionamientos y sanciones internacionales”.
El dirigente de la ATOF, Enrique Rosales Marchant, puso en cuestión los anuncios realizados por el Presidente Sebastián Piñera respecto de la ampliación de varios aeropuertos a nivel nacional para autonomizar los viajes internacionales en el recinto capitalino, así como de la disminución en los derechos de embarque para promover el transporte aéreo comercial. «Luego, si hay un accidente, las mismas autoridades que no han hecho nada para mejorar la seguridad aérea, se querellan contra los funcionarios, que son los que advierten la necesidad de más dotación y más presupuesto. Es lo que hemos observado en muchos servicios, que se corta el hilo por lo más delgado, por lo que para prevenir, preferimos denunciar a organismos internacionales, pues aquí en Chile no se nos escucha», declaró.
Respecto de este escenario, Jacqueline González Leiva, presidenta de la Asociación ATOF, recordó lo ocurrido a la avioneta que cayó sobre una casa en la ciudad de Puerto Montt en abril pasado, accidente en el que los seis ocupantes de la aeronave fallecieron; también lo que sucedió con el avión chárter con fanáticos de la selección chilena de fútbol que iban rumbo a Brasil y que tuvieron que descender de éste luego del segundo intento de despegue, debido a que uno de sus motores resultó dañado y con fuego por el impacto de un ave en su turbina. Otro episodio destacado por la dirigenta tuvo lugar ese mismo fin de semana, cuando LATAM reconoce que el fuselaje de uno de sus aviones se desprendió de un Boeing 763 durante un vuelo de prueba, el que fue hallado en una cancha de golf cerca del Aeropuerto Arturo Merino Benítez.
«Todos estos hechos dan cuenta de que no sólo debe crecer la infraestructura aeronáutica y los terminales de pasajeros, sino que también el número de funcionarios y las asignaciones correspondientes», apuntó González.
La dirigencia de la ATOF está solicitando que el subsecretario para las Fuerzas Armadas, Juan Francisco Galli Basili, «otorgue la real importancia y seriedad a la Mesa de Trabajo de Fiscalización para la DGAC», la que -advierten- se encuentra inactiva desde marzo a la fecha. Junto con ello están pidiendo al Presidente Piñera, «que sabe bastante de transporte aéreo, no esperar a que ocurran las catástrofes, y que implemente los mecanismos preventivos que mitiguen el riesgo de un accidente aéreo». «Hacemos un llamado para que ponga atención a nuestras palabras y cumpla lo prometido por su ministro de Defensa, pues aún estamos a tiempo de evitar una catástrofe de proporciones», sostienen.
En este escenario, la presidenta de la Asociación ATOF dice que esperan que la denuncia ante la OCDE sea acogida, destacando que el organismo internacional ha visitado nuestro país dos veces con motivo de las reformas a la institucionalidad medioambiental y para la reforma legal anticorrupción. «Esperamos que visiten nuevamente Chile, pues el transporte aéreo requiere una modernización que fortalezca la fiscalización. Aunque les duela, deben fortalecer el Estado y la fiscalización, pues de ello dependen vidas humanas y el prestigio de Chile en materia de Seguridad Aérea», espetó.
En ese sentido, González señaló que si bien valoran el trabajo realizado por los funcionarios en relación a la fiscalización de la aviación y que no se hayan producido más accidentes graves, advierten que «el Estado de Chile no está poniendo a la seguridad de los pasajeros en primer lugar».
La dirigenta destacó que de acuerdo a cifras de la Junta de Aeronáutica Civil (JAC), vuelan anualmente por el Aeropuerto Arturo Merino Benítez un total de 23 millones de pasajeros y que este es el tercero en Latinoamérica con mayor volumen de pasajeros. «Se espera que al 2025, este número aumentará a 32 millones de pasajeros al año. No obstante, el funcionamiento de los aeropuertos sigue igual, como si nada hubiera aumentado o crecido», espetó.
Por su parte, Gonzalo Acuña, secretario de la ATOF, advirtió que «de acuerdo a las cifras de la OACI, Organismo de Naciones Unidas que regula la Aviación Civil Internacional, por cada un millón de operaciones aéreas hay un gran accidente de aviación, de esos en que mueren más de 150 personas». «En Chile ya hace tiempo que sobrepasamos ese millón de operaciones aéreas», apuntó.
Para el dirigente, en nuestro país el Estado «está en deuda, ya que el tremendo crecimiento de las operaciones aéreas dificulta la fiscalización de la aviación. En suma, crece el mercado de la aviación comercial, pero el sistema aeronáutico se encuentra congelado, con los mismos recursos humanos y financieros necesarios para fiscalizar».
Acuña plantea que un accidente de proporciones «significaría que nuestros recintos perderían la categoría de aeropuertos, decrecerían las exportaciones e importaciones, sumándole la pérdida de confianza de los pasajeros, lo que hoy se sostiene gracias al trabajo del personal de la DGAC en Chile». «Pensar que estamos en el óptimo sería el peor de los errores, pues la soberbia genera las condiciones ideales para que un grave accidente deje a Chile en la última fila del sistema aeronáutico latinoamericano», concluye.
En tanto, Víctor Hernández, director de la ATOF, señala que en 2016 el número de pasajeros embarcados presentó un aumento exponencial de un 10,4% respecto del año anterior, en donde -según datos proporcionados por la Junta de Aeronáutica Civil – estos habían alcanzado los 18 millones. Es decir, destaca el dirigente, «un crecimiento muy por sobre la media mundial, que fue de 5,7%, y también por sobre el promedio de Latinoamérica, de 6,3%». Ante este escenario, enfatiza en que «no se puede exigir que el mismo número de funcionarios y con el mismo sueldo, fiscalicen este crecimiento».
El también director, Hernán Olivares Ramírez, apuntó al hecho de que la seguridad operacional y la fiscalización de la Aviación Civil son parte de la misión de la DGAC, además de agregar que la misma Ley de Aeronáutica (16.752) incorpora en el artículo número 3 la fiscalización de la aviación como parte de los deberes funcionarios. «Por eso reclamamos la modernización de la institución y el reconocimiento de los funcionarios como parte de la misma», declaró.