La ministra de Transportes, Gloria Hutt, se comprometió a dar apoyo al proyecto de Ley de Convivencia Vial, específicamente a la rebaja de la velocidad en zonas urbanas de 60 a 50 kilómetros por hora. El anuncio se dio después de que el Senado dejara el transcendental artículo fuera de normativa.
El comunicado llega como respuesta a las distintas manifestaciones que desde la sociedad civil se han llevado a cabo en favor de la reducción de velocidad, como la masiva cicletada que el pasado martes reunió a 3 mil personas para reivindicar una reforma que busca hacer más segura y amable la convivencia en el tránsito. De hecho, Chile es de los países de la OCDE con más siniestros viales por cada 100.000 habitantes.
La ministra, junto con el subsecretario José Luis Domínguez, se reunió el pasado jueves con agrupaciones de ciclistas, automovilistas y peatones antes de mostrar públicamente su compromiso. Sin embargo, Hutt reconoció no haber tratado el tema con los parlamentarios de Chile Vamos que votaron recientemente en contra de la medida.
Karina Muñoz, directora de la organización Conciencia Vial, se refirió a la importancia de aprobar esta norma, definiéndola como «el espíritu de la ley de convivencia» y afirmando que «sin esta medida, peatones y ciclistas corren riesgo de sufrir accidentes de tránsito, donde tienen altas posibilidades de fallecer”.
Además, las autoridades del Ministerio de Transportes también manifestaron el interés de crear un Centro Automatizado de Tratamiento de Infracciones (CATI), una iniciativa que ya había sido presentada en 2014, durante el primer mandato de Sebastián Piñera. El fin, según expuso Hutt, es la implementación de un sistema que identifique y multe a los vehículos que se excedan «de velocidad en zonas urbanas y rurales, a lo largo de todo el país».
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