De esta forma, la presión de la derecha, la DC y los consorcios empresariales ha a través de una campaña del terror surtido el efecto necesario en pos de nuestra vilipendiada “institucionalidad”. Así, el gobierno ha convocado a una mesa de trabajo para reformar la ley de pesca, a pesar de que la mayoría ciudadana ha solicitado anularla.
Es válido preguntarse entonces si ¿Está ley, con los oscuros antecedente que trae consigo, pueda solo modificarse antes que sea anulada?
El llamado de los grupos conservadores, que protegen las acciones de la industria pesquera, es cuidar la institucionalidad… la que se encuentra desde ya cuestionada por la serie de pagos realizados a diferentes parlamentarios.
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