El precandidato presidencial Marco Enríquez-Ominami (ME-O) lanzó fuertes críticas contra Evelyn Matthei Por abrir la puerta a la idea de restituir la pena de muerte en Chile.
Tras el asesinato de un matrimonio en la comuna de Graneros, región de O’Higgins, la candidata presidencial de la UDI y RN, hizo un llamado a «abrir una conversación» respecto a esta polémica medida que se aplicó por última vez en el país 1985 y fue abolida en 2001 durante el gobierno de Ricardo Lagos, que modificó diversas leyes y normativas y la reemplazó por la de presidio perpetuo.
“Sé que existen tratados internacionales que complican su reinstalación, pero creo que se podría abrir una conversación al respecto“, declaró, defendiendo la misma posición que planteó en 2001, cuando votó en contra de la derogación de la pena capital.
«Yo fui de las pocas parlamentarias que votó el año 2001 por mantener la pena de muerte. Si ustedes leen lo que dije en ese momento, se ha dado exactamente lo que yo dije que iba a suceder. En ese momento realmente fuimos muy pocos los que votamos por mantenerla», recordó.
Sus declaraciones generaron una fuerte reacción por parte del político y cineasta Marco Enríquez-Ominami , quien a través de un mensaje compartido en su cuenta de X, calificó a la exalcaldesa de Providencia como «la gran charlatana de la seguridad».
«Propone la pena de muerte como si esto fuera un show delos ´90. Populismo penal en su máxima expresión: vender soluciones falsas para esconder fracasos. Chile necesita justicia eficaz, no atajos cavernarios que violan los derechos humanos», planteó el líder del Partido Progresista (PRO).

«A tu papá le encantaba aplicarla»
Asimismo, ME-O afirmó en otro mensaje: «A tu papá le encantaba aplicarla», en referencia a la responsabilidad de mando del excomandante en jefe de la Fuerza Aérea de Chile (FACH), Fernando Matthei, en violaciones a los derechos humanos perpetradas durante la dictadura de Augusto Pinochet.
Cabe recordar que el entonces coronel Matthei formó parte de la Junta Militar desde 1978 a 1990 y ocupó puestos clave en la estructura de la FACH durante los primeros años del régimen. Entre diciembre de 1973 y julio de 1974, fue director de la Academia de Guerra Aérea (AGA), lugar donde operó el Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea (SIFA), entidad sindicada en los informes Retting y Valech como responsables de detenciones ilegales, torturas y desapariciones forzadas.
Posteriormente, asumió como Director de Operaciones de la FACH hasta 1976, posición desde la cual el SIFA dependía directamente de su mando hasta la creación de la Dirección de Inteligencia a fines de 1974 y comienzos de 1975.
Después de la transición a la democracia en Chile en 1990, Matthei fue investigado por sus acciones durante la dictadura y encubrir la tortura y asesinato de dos oponentes políticos en la Base Aérea de Cerro Moreno en Antofagasta en 1973.
Debido a su rol como comandante en jefe de la FACH durante la dictadura fue cuestionado por su posible participación en la Operación Colombo, que implicó el asesinato de 119 personas.
Asimismo, la Corporación Humanas solicitó que Fernando Matthei fuera procesado por su implicación en delitos de secuestro, tortura y violencia sexual contra Carmen Gloria Díaz en diciembre de 1974. En esa época, Matthei era Director General de la Academia de Guerra de la Fuerza Aérea (AGA), recinto que, tras el golpe de Estado, fue convertido en un centro clandestino de detención y tortura, donde numerosos prisioneros sufrieron graves violaciones a sus derechos humanos.
Investigaciones y documentos desclasificados lo vinculan entre 1979 y 1980, en el marco de la represión política y las tensiones fronterizas con Perú y Argentina, con el tráfico de armas bacteriológicas (cepas de Clostridium botulinum) desde el Instituto Butantan de Sao Paulo a Chile.
Estas bacterias fueron probadas en presos políticos locales de la Cárcel Publica de Santiago, ocasión en que murieron dos y cinco resultaron con graves lesiones.
Un conjunto de imágenes obtenido por Pública muestra la visita de Matthei como comandante en jefe de la FACH, al Instituto Butantan el 1 de junio de 1979. El general, quien formaba parte de la Junta Militar y había sido ministro de Salud, estuvo acompañado por el cónsul general de Chile en São Paulo.
En 2012, el propio Fernando Matthei admitió públicamente su conocimiento sobre las violaciones a los derechos humanos perpetradas bajo la dictadura: «Me siento avergonzado de que nosotros, siendo gobierno militar y yo siendo parte importante del gobierno militar, se hayan violado derechos humanos. No puedo decir que no sabía, por supuesto que sí sabía”, dijo en un canal de televisión.
Sin embargo, en ese momento afirmó que se le mintió cuando preguntó sobre las violaciones de los derechos humanos. A pesar de esto, confesó que no se arrepentía de los sucedido.
Pese a estos antecedentes, en una reciente aparición en vivo en el programa «Estado Nacional» de TVN, la precandidata de RN y la UDI, Evelyn Matthei, aseguró que durante el tiempo en que su padre ocupó cargos en la dictadura militar de Augusto Pinochet, no hubo violaciones a los derechos humanos.
Tras ser consultada respecto de sus vínculos familiares con la Junta Militar que conformó la dictadura, respondió: «Todo el mundo sabe que soy hija de mi padre, todo el mundo sabe que estuvo en la junta de gobierno. (…) Yo adoraba a mi padre, además lo admiraba porque durante su mandato no hubo ni un solo caso de violación de derechos humanos cometidas por alguien de la Fuerza Aérea«.

ME-O: «Matthei y Kaiser le mienten a Chile»
A través de sus redes sociales, Marco Enríquez-Ominami también cargó contra el aspirante a La Moneda por parte del Partido Nacional Libertario (PNL), Johannes Kaiser, quien expresó su apoyo a las declaraciones de la exalcaldesa de Providencia y fue más allá, abriendo la puerta a permitir la reimplantación de la pena de muerte.
“Me alegra mucho que la candidata Matthei se haga cargo de la gravedad de la situación. Efectivamente, la pena de muerte es una sanción que creo debe reinstalarse en Chile. Yo presenté tiempo atrás una propuesta legal para reintroducir la pena de muerte para quienes asesinaran a uniformados en servicio”, indicó el candidato.
Ante estos dichos, ME-O planteó que «Matthei y Kaiser le mienten a Chile».
«No habrá pena de muerte, ni hoy ni mañana. Cuando se abolió, suscribimos un principio de no retorno que es parte del Pacto San José de Costa Rica. Es una polémica falsa para llamar la atención. Es populista e inconstitucional», aseveró.