Hagan sus apuestas: Gira la ruleta del cambio de gabinete

La última encuesta Cadem cifró la aprobación positiva de la gestión de la presidenta Bachelet en un histórico 20%, manteniendo la tendencia a la baja de la mandataria y su gobierno. Al parecer este hecho fue  la gota rebalsó el vaso y apuró una decisión que se encontraba macerándose hace un rato largo.

Tanto los principales dirigentes de los partidos de la Nueva Mayoría, que ayer en el comité político dieron cuenta directamente de la necesidad de un cambio en el equipo ministerial; como parlamentarios, que apuntan selectivamente sus objetivos; así como protagonistas de la etapa de gloria de la vieja Concertación, vienen metiendo presión para meter mano en el gabinete de Bachelet.

El Ciudadano toma el guante y presenta el listado de los actuales ministros para que usted, querida y querido lector, se manifieste respecto de cuales deben ser los cambios en el equipo. Un ejercicio de participación, una mini encuesta ciudadana, un juicio al actual gobierno desde la calle.

Veamos quienes son los que debieran salir… En una de esas le apuntamos.

Mariano Fernández Baeza, ministro del Interior: Histórico militante DC, ex embajador en Uruguay, que se encuentra pronto a cumplir 60 días en el cargo, luego de ser nombrado por la presidenta Bachelet tras la renuncia de Jorge Burgos. Aún no logra darle su carácter al gabinete, ni tampoco se nota su mano en la gestión del gobierno, a pesar que su asunción al cargo fue aplaudida por prácticamente todos los sectores políticos. «El Peta» se encuentra en deuda y pareciera que el poncho le quedó algo grande, lo que a 19 meses del fin del gobierno, puede dejar a Bachelet más sola de lo que se encuentra hoy.

Marcelo Díaz Díaz, ministro Secretario General de Gobierno: Ex diputado y ex embajador en Argentina desde el inicio de esta administración hasta mayo de 2015. Este socialista cercano a Isabel Allende ha tenido que dar cara, en su papel de vocero de La Moneda, a la serie de tropiezos que el gobierno ha protagonizado por lo que su trabajo pasa por dar explicaciones más que anunciar logros de gobierno.  Al mismo tiempo, dada su experiencia parlamentaria, ha debido asistir las falencias del ministro Eyzaguirre en su compleja relación con los parlamentarios de la Nueva Mayoría. Es probable que añore sus jornadas diplomáticas en Buenos Aires.

Nicolás Eyzaguirre Guzmán, ministro Secretario General de la Presidencia: Ex ministro de Educación, desde junio de 2015 está a la cabeza de la cartera que lleva la agenda legislativa. Del MINEDUC salió por la ventana, en la SEGPRES la cosa no ha sido muy diferente. No ha sacado adelante la tarea y permanentes son los reclamos de los parlamentarios del oficialismo, y también de la oposición, por el trabajo y el trato que despliega el ministro en Valparaíso. Arrogante y soberbio, Eyzaguirre ha sabido cortar todos los puentes con el Parlamento y dejar a La Moneda aislada en materia legislativa.  Lejos quedan los tiempos del guitarreo y el melón con vino.

Rodrigo Valdés Pulido, ministro de Hacienda: Asume en mayo del año pasado en reemplazo del socialista Alberto Arenas. Se caracteriza por su tono bajo, su andar apresurado y actitud tensa frente a los medios. Su perfil tecnócrata fue aplaudido por la derecha y los sectores conservadores de la Nueva Mayoría. Se le atribuye ser el origen de la ya mítica frase del «Realismo sin renuncia». Los textos finales de la Reformas Laboral y de Educación Superior pasaron por sus manos, con resultados deficientes. Con  el tiempo ha perdido peso político -y corporal-. Su cercanía con los grupos económicos lo mantienen tranquilo en su oficina.

Ximena Rincón González, ministra del Trabajo y Previsión Social: Asume el cargo en mayo del año pasado tras dejar el ministerio SEGPRES. Se hace cargo de llevar el trámite legislativo de la Reforma Laboral. Al principio con gran protagonismo, para luego ir cediendo ante la figura del ministro de Hacienda. El paso de la aprobada reforma por el Tribunal Constitucional la puso nuevamente en el foco de las críticas. En el debate previsional no se ha metido, quizás su pasado como directora de AFP Provida le ha puesto freno. Esta figura DC ha ido perdiendo el brillo con el paso del tiempo y puede que su cabeza esté más centrada en su retorno al Senado que en seguir en el gabinete.

Heraldo Muñoz Valenzuela, ministro de Relaciones Exteriores: Es uno de los personajes fuertes del gabinete. Siempre destacan en las encuestas su buen nivel de conocimiento y de evaluación. Es quizás quién mejor ha sacado a relucir su experiencia política, tanto a nivel de gobierno como en organismos internacionales. Sostiene la histórica política internacional chilena (eso de mirar al norte en vez de al sur), fortaleciendo los lazos económicos con Asia, el Pacífico, Norteamérica y Europa. El problema está en casa -Suramérica- manteniéndonos como el vecino que no calza con el barrio. Sin embargo, este PPD es quizás el único ministro que tiene el cargo asegurado.

José Antonio Goméz Urrutia, ministro de Defensa: El otrora líder Radical asume el cargo en la movida jornada del 11 de mayo del año pasado, pasando de Justicia a Defensa. Ha destacado por hacer acciones comunicacionales, como llevar a periodistas a un cuartel en respuesta a dichos del presidente boliviano Evo Morales. Al mismo tiempo, se ha dado a conocer en una serie de casos, posibles presiones a jueces que investigan caso de militares y delitos contra los Derechos Humanos. El más reciente sucedió con el juez Mario Carrozas,  y las presiones de alto nivel que tuvo que soportar tras procesar y encarcelar a Juan Emilio Cheyre. Es probable que esté pensando en volver al Senado.

Aurora Williams Baussa, ministra de Minería: Desde que asumió en el cargo, en marzo de 2014, estuvo muy vinculada con el mundo privado y de las mineras en la zona norte del país, a partir de su trabajo en las empresa de aguas de la segunda región. Militante radical, cercana a José Antonio Gómez, durante su gestión se vio involucrada tangencialmente en los casos de aportes irregulares a campañas políticas a través de su jefe de gabinete, el también radical Anselmo Sule. Sin embargo, lo más complicado son la serie de gestiones que el ministerio de Minería ha realizado en favor de la minera Los Pelambres, de propiedad de Andrónico Luksic, en un litigio judicial en Argentina.

Alberto Undurraga Vicuña, ministro de Obras Públicas: Este DC asume en el ministerio tras ser derrotado en la elección senatorial de 2013 por su compañero de lista Guido Girardi (PPD). Su experiencia como alcalde de Maipú, acompañado normalmente por las cámaras de televisión, lo hacían una figura atractiva para el puesto. Sin embargo, el puente Cau Cau, las respuestas ante desastres naturales y otras obras viables lo han dejado con un saldo al debe. Al mismo tiempo, su partido lo tiene en la lista para postular al parlamento. La providencia le ha permitido zafar de la serie de casos de corrupción en el municipio de Maipú, algunos ocurridos durante su gestión.

Paulina Saball Astaburuaga, ministra de Vivienda y Urbanismo: Ejerce el cargo desde marzo de 2014. Salvo en ocasiones donde la naturaleza ha dicho presente y arrasa con  lo que encuentra por delante, no existen mayores noticias de esta secretaria de Estado. Militante PPD, en la primera administración de Bachelet ofició como subsecretaria de esta cartera. Considerando el alto déficit en materia de vivienda que existe en el país, no se han dado a conocer programas en esa materia o el señalamiento de una política pública en esta materia. Cualquier posible cambio en este ministerio no modificará el camino trazado para esta cartera.

Adriana Delpiano, ministra de Educación: Asumió este fierro caliente en reemplazo de su correligionario PPD Nicolás Eyzaguirre, se pensaba que a partir de su experiencia anterior como ministra y directora ejecutiva de Educación 2020 le permitirían enrielar las reformas en materia educacional. Sin embargo, el tránsito de Delpiano ha sido complejo, lleno de contradicciones. Las reformas de Desmunicipalización y de Educación Superior han generado críticas de todos los sectores y su defensa de los proyectos han sido muy débiles. Diferentes sectores han  pedido su salida, pero pareciera que se queda hasta marzo de 2018 (siempre que no tenga planes parlamentarios)

Carmen Castillo Taucher, ministra de Salud: Asume en el cargo en enero de 2015, en reemplazo de la PPD Helia Molina. De perfil bajo y técnico, la secretaria de Estado no ha podido destacar. Tampoco ha podido sacar adelante temas pendientes que tiene este ministerio: las listas de espera de los pacientes AUGE se mantienen inalterables; junto con eso no ha tenido una posición definida en materia del rol de Fonasa frente a la operación de las Isapres. Uno de sus puntos a favor son el apoyo que ha brindado a la instalación de Farmacias Populares en distintos municipios del país. Su cargo aparece entre los disponibles para algún cambio.

Javiera Banco Suárez, ministra de Justicia y Derechos Humanos: La secretaria de Estado es una de las «regalonas» de Bachelet, durante la campaña electoral fue estrella junto al defenestrado Peñailillo. Asume en mayo de 2015 el ministerio de Justicia, gracias a su experiencia como directora ejecutiva de Paz Ciudadana. En las últimas semanas ha estado en la mira por las irregularidades en el Ministerio, en servicios dependientes como SENAME y Gendarmería. La falta de respuesta, e incluso la invención de otras, la convierten en candidata número uno a dejar su puesto, aunque su actitud frente a la tormenta puede salvarla del corte. La interpelación de esta tarde puede timbrar su salida.

Claudia Pascual Grau, ministra de la Mujer y Equidad de Género: Militante comunista que asume en marzo de 2014 el cargo. Bajo su gestión se ha llevado adelante el trámite legislativo del proyecto de ley de #Abortoen3Causales, el que ahora se encuentra entrampado en las marañas del Senado. Su gestión ha sido bien evaluada en diferentes círculos, incluso asumió la vocería de gobierno en el verano… con resultados más bien discretos. El PC la tiene entre sus cartas para el parlamento, camino que ella ha descartado… aunque sabemos que estas historias tienen muchas vueltas.

Natalia Riffo Alonso, ministra del Deporte: Asume su cargo en marzo de 2014, tras trabajar como asesora del programa de Seguridad Vecinal de la Municipalidad de Santiago. A pesar de ser uno de los ministerios con mayor posibilidad de proyección, la gestión se ha desarrollado en un segundo plano. En este periodo se finalizó la construcción de los Estadios Bicentenarios. Ha recibido permanentes críticas de deportistas de distintas disciplinas por no darles similar atención que al fútbol. Desde el parlamento se le crítica la lenta ejecución del presupuesto en materia de inversiones. Durante este mes se debiera dar a conocer la Política Nacional Deportiva para los próximos 10 años.

Máximo Pacheco Matte, ministro de Energía: representante de la vieja Concertación en el gobierno de la Nueva Mayoría. Economista y Empresario, hijo del MAPU, con una amplia red de contactos con el gran empresariado nacional e internacional. Anteriormente, estuvo a cargo de conseguir recursos económicos para la campaña presidencial de Lagos y de Bachelet en 2005. Su objetivo en el Ministerio ha sido «darle competitividad» al mercado eléctrico del país. Sostenedor de polémicos proyectos como Alto Maipo u Octupus, ambos desarrollados para nutrir a la gran minería. El tipo está para hacer negocios, y tiene margen en la actual posición.

Ernesto Ottone Ramírez, ministro de Cultura: Asume el cargo en mayo de 2015, reemplazando a Claudia Barantini. En el verano enfrentó el paro por 25 días que los funcionarios de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (DIBAM) llevaron a cabo por no respetar acuerdos de negociaciones anteriores. Una de sus tareas ha debido ser el destrabar la burocracia a la hora del desarrollo de los concursos públicos. Al mimo tiempo, se extraña el desarrollo de una política pública para esta área. Su llegada al ministerio es el corolario de una carrera vinculada con la gestión cultural. No se perspectiva interés por llegar al parlamento u otro cargo de elección popular.

Víctor Osorio Reyes, ministro de Bienes Nacionales: Este periodista y militante de Izquierda Ciudadana asume el cargo en marzo de 2014. Es uno de los ministros con menor conocimiento público, diferentes encuestas lo sitúan bajo el 30%. Su gestión se ha empeñado en recuperar los bienes públicos que fueron entregados de forma irregular durante la dictadura a Cema Chile. Fuera de eso su labor no ha sido conocida de manera masiva. Se puede considerar potencial candidato al parlamento por su colectividad, por lo que su nombre estaría disponible para un posible cambio de gabinete, del cual participó sin pena ni gloria.

Andrés Gómez-Lobo, ministro de Transportes y Telecomunicaciones:  Ingeniero Comercial de PUC y en el cargo desde marzo de 2014. PPD cercano al senador Guido Girardi, ha estado en el ministerio de Transportes desde 2008 y 2010, como jefe de asesores. Durante la administración de Sebastián Piñera actúo como asesor del ministro Felipe Morandé. Su gestión ha estado centrada en darle viabilidad al Transantiago, mientras que en regiones no se perciben proyectos en materia de transporte público. Su tarea en la solución de los problemas del transporte público en la capital le ha entregado mala evaluación en diferentes encuestas.

Carlos Furche Guajardo, ministro de Agricultura: Desde marzo de 2014 que está a la cabeza de esta secretaria de Estado. Militante socialista con experiencia en las políticas agrícolas, gracias a su desempeño en diferentes áreas del Ministerio. Cabe destacar que una de sus últimas tareas – previo a asumir en Agricultura – fue negociar los Tratados de Libre Comercio con diferentes países del Asia Pacífico. Su labor como ministro de Agricultura es muy desconocida, lo que queda reflejado en sus evaluaciones en diferentes encuestas. Al parecer, tiene la puerta abierta para salir.  

Luis Felipe Cespedes Cifuentes, ministro de Economía, Fomento y Turismo: Economista y académico que asume en el cargo en marzo de 2014. Su labor a estado vinculado al desarrollo de proyectos de innovación y programas de emprendimiento. Su momento de mayor notoriedad de este militante DC fue la gestión de la crisis en la Isla Grande de Chiloé, donde tuvo que hacerse cargo de las negociaciones con la comunidad chilota durante mayo pasado. Si bien destrabó la crisis antes del mensaje presidencial del 21 de mayo, aun no se concretan los acuerdos más importantes y ya existen nuevos focos de reclamos en la Isla Grande.

Pablo Badenier Martinez, ministro de Medio Ambiente: Biólogo Marino que desde el 11 de marzo de 2014 se encuentra a la cabeza de esta secretaria de Estado. Su gestión ha estado marcada por la serie de conflictos ambientales a lo largo del país a partir de una serie de proyectos de inversión que atropellan a las comunidades. Al mismo tiempo, de él dependen la conformación de los Tribunales Ambientales, lo que en el caso de Antofagasta y Valdivia no cuentan con  la totalidad de sus miembros nominados o confirmados. Su actuación en el gabinete ha sido pálida, sin incidir mayormente en el debate. Tiene puerta y ventanas abiertas.

Marco Barraza Gómez, ministro de Desarrollo Social: Antes de asumir la cartera, en reemplazo de la socialista Fernanda Villegas, fue subsecretario de Previsión Social hasta mayo de 2015. Entre sus tareas ha estado el proceso de modificación de la encuesta CASEN, darle marcha a una serie de proyectos de integración de discapacitados y programas de superación de la pobreza. Si bien su trabajo ha sido más bien silencioso, se encuentra bien evaluado por el mundo político. Puede que sea una carta parlamentaria del PC con miras a noviembre de 2017.

José Robredo H. 

@joserobredo