Un grupo de diputadas conformado por Karla Rubilar, Claudia Nogueira, Daniella Cicardini, Marisol Turres y Denise Pascal, ingresó a la Comisión de Constitución de la Cámara Baja un proyecto que busca sancionar a personas e instituciones que promuevan y exploten contenidos usando la erotización de niños y adolescentes.
La defensa de los derechos de los niños es un tema pendiente en el universo social actual y si bien se han obtenido ciertas reivindicaciones en este plano, la tarea todavía sigue en deuda. Frente a lo anterior, la iniciativa promovida por este grupo transversal de parlamentarias va en una dirección necesaria en la que se pretende detener y castigar el retorcido uso del imaginario infantil con propósitos sexuales.
El documento consigna en uno de sus párrafos que “la venta de erotismo vinculado a menores de edad, ya sea a través de productos, elementos, espectáculos, etc., y la publicidad de estos, basado en aparentar que el oferente es un menor de edad, resulta de suyo enfermizo, y consideramos que dichas conductas deben ser erradicadas por nuestra legislación”.
Vale considerar que si bien el espacio circunscrito a lo privado no alcanza a ser abordado por esta iniciativa, la necesidad de apuntar como delito ese tipo de prácticas en el espacio público, sin duda que ayuda a redefinir la construcción social de lo que significa ser niño en estos tiempos de abundante información y poco control de la misma.
Por último, hay que considerar que en nuestra historia como país nunca han sido suficientes los esfuerzos trazados para resguardar la fragilidad y el crecimiento sano de nuestros infantes y hechos como el trabajo infantil, por ejemplo, todavía siguen siendo escenarios vergonzosos que nos fuerzan a redoblar el trabajo legislativo y sobre todo, a formar a la ciudadanía en la defensa de nuestros más pequeños.