A días de las declaraciones del presidente Boric recordando la impunidad de la que gozaron algunos de los colaboradores de la dictadura cívico-militar, particularmente el exministro del Interior Sergio Onofre Jarpa, la gestora cultural Javiera Parada salió públicamente a defender el legado que habría dejado Jarpa en la recuperación de la democracia en Chile.
A través de su cuenta de Twitter, la exmilitante de Revolución Democrática -y hoy cercana a Evópoli- partió reconociendo que «por supuesto que Jarpa fue un ministro de la dictadura, con todo el peso moral que tiene eso». Sin embargo, a continuación añadió que el exsecretario de Estado de Pinochet «fue un actor fundamental de los acuerdos que llevaron al fin de la dictadura y a la construcción de nuestra democracia. La vida se construye entre las grietas».
«En la historia de cómo se gestaron los acuerdos para hacer viable el plebiscito, Jarpa es un personaje no menor. Solo invito a no olvidarse de ello», agregó.
Las declaraciones de Javiera Parada causaron controversia en el mundo político, particularmente en los partidos de izquierda y en organizaciones vinculadas a la defensa de los derechos humanos. Sin embargo, no es la única que ha salido a defender públicamente la figura del fundador de Renovación Nacional: desde Chile Vamos incluso emitieron un comunicado conjunto calificando a Onofre Jarpa como un «defensor de la libertad» y señalando que los dichos de Boric insultaban la memoria del partido y de la coalición.
Desde el Partido Socialista, por su parte, recordaron que durante la protesta nacional del 11 de agosto de 1983 se registraron 29 víctimas fatales. Onofre Jarpa, quien era ministro del Interior en ese entonces, «nunca asumió ninguna responsabilidad por tales hechos».
En 1999, una vez recuperada la democracia, el juez Baltasar Garzón emitió una orden de captura internacional contra Jarpa por su responsabilidad en las violaciones a los derechos humanos. Sin embargo, esta nunca se concretó: Sergio Onofre Jarpa falleció en 2020 de complicaciones derivadas del Covid-19 en una residencia para adultos mayores de Las Condes.