Con la asistencia de delegados de 20 países latinoamericanos del Alba y Unasur, concluyó el pasado lunes 27 de agosto en el teatro Teresa Carreño de la capital de venezolana, el encuentro de jóvenes por la revolución bolivariana, quienes plasmaron en un documento final, su compromiso de contribuir y promover que el proceso que está llevando adelante el pueblo de Bolívar, siga creciendo y se fortalezca en las elecciones del próximo 7 de octubre, que decidirán la continuidad de Chávez en la presidencia.
Aunque sin la presencia de Hugo Chávez, a causa de la emergencia de la explosión en la refinería de Amuay, al noroeste del país, alrededor de mil jóvenes desde Chile a México, cerraron -en un teatro recientemente recuperado por el gobierno- un encuentro latinoamericanista que buscaba generar lazos de apoyo necesarios para «seguir adelante con la revolución bolivariana», como señalaron en sus objetivos los organizadores del evento.
En la ocasión asistieron en representación del mandatario, la Ministra del Poder Popular para la Juventud Mary Pili Hernández, El Viceministro de Organización para la Patria Nueva Rander Peña y la Ministra del Poder Popular para la Educación Universitaria y Vicepresidenta Social Yadira Córdova, quienes resaltaron la importancia de realizar estos encuentros con naciones hermanas, en cumplimiento de los ideales de la Patria Grande que señalara Bolívar.
Además de los dueños de casa, en la ocasión hablaron representantes de Argentina y Brasil, los que coincidieron con esta valoración y agregaron que fue una constante en las mesas de trabajo y discusión, la propuesta de las diferentes delegaciones de apoyar decididamente el proceso venezolano, desde sus respectivos países y espacios de trabajo político.
El viceministro de la Juventud de Organización de la Patria Nueva del Ministerio para la Juventud, Rander Piña, explicó que este encuentro con los jóvenes se realizó con la finalidad de consolidar el fortalecimiento de las redes juveniles de la América Latina y divulgar y proyectar los logros de Venezuela desde 1998, poniendo especial énfasis en el proyecto político que hay detrás.
EL CASO CHILENO
Aunque desapercibido para los dueños de casa y las demás delegaciones, la concurrencia chilena puede ser fácilmente catalogada de inaudita, insólita, histórica y todos aquellos epítetos que den cuenta de lo extraordinario que resultó ver reunidos, confraternizando y llegando a acuerdos a delegados tan disímiles como el Partido Comunista Acción Proletaria (PC-AP), hasta el Partido Radical Social Demócrata (PRSD), pasando por diversas corrientes marxistas, el reciente Partido Ciudadano, Partido Igualdad, Partido de Izquierda, Partido Progresista, MAS, Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez (MPMR), etc.
Fueron en total, 37 delegados, en representación de 23 colectivos, organizaciones o partidos políticos quienes, invitados por la Embajada Venezolana, se reunieron durante 10 días para conocer de cerca los avances, contradicciones y desafíos del proceso que vive Venezuela. Esta vez, todos se pusieron de acuerdo en algo: contribuir con el pueblo boliviano a mantener su soberanía en este camino que decidieron emprender.
JÓVENES VIEJOS Y JÓVENES NUEVOS
Entre los asistentes, se congregaron organizaciones sociales y políticas de izquierda, que solidarizan desde sus espacios de trabajo con los venezolanos. Se cuentan actores oficialistas como el Frente Sandinista de Liberación Nacional de Nicaragua o representantes del gobierno ecuatoriano, del MAS de Bolivia, del Farabundo Martí de El Salvador, o el Frente Amplio de «Pepe» Mujica
Así también, asistió un sinnúmero de organizaciones y colectivos no oficiales o «menores» como el PC peruano, el PC do Brasil, la Juventud Peronista Argentina, la Juventud Tekojoja paraguaya, colectivos LGBT colombianos, Levante Juventude Popular de Brasil y una seguidilla de orgánicas que ven en el gobierno bolivariano de Venezuela, una guía y, en muchos casos, un sustento a sus propias proyecciones locales, tanto ideológica, como logísticamente.
Todos ellos, fueron guíados, custodiados y acompañados por el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), especialmente por sus juventudes, quienes, en conjunto con el Ministerio para el Poder Popular de la Juventud, fueron los encargados de recibir y conducir las discusiones en los distintos estados a los cuales fueron enviados los participantes.
EL ENCUENTRO
Desde el domingo 20 de agosto comenzaron a llegar las delegaciones que participarían del encuentro. La chilena llegó junto a la uruguaya y la brasileña, luego de 16 horas de viaje. La dinámica que decidieron los organizaciones pretendió hacer compartir a distintas nacionalidades y realidades para que intercambiaran sus experiencias de lucha, identificándose como latinoamericanos, con historias y enemigos en común.
El siguiente paso fue distribuirse por los estados, en plan de conocer el proceso en terreno, y ver cómo funciona el país lejos de las cámaras e informaciones que llegan a cada país, especialmente a Chile, donde se plantea la existencia de una dictadura chavista.
Ahí, las 12 delegaciones, en 12 diferentes estados, conocieron diversas experiencias en ámbitos como la vivienda, el trabajo y la vida social de los y las venezolanas y conocer de boca de ellos mismos, qué les parece el proceso que viven. Aunque con el sesgo de estar muy resguardados por la organización –todos chavistas del Gran Polo Patriótico, conformado por el PSUV, el Partido Comunista e Independientes- los jóvenes pudieron conocer y evidenciar los avances y contradicciones de esta revolución venezolana, el llamado “socialismo del siglo XXI”.
Por Leonel Retamal Muñoz
El Ciudadano