El debate político de la educación produjo fuertes críticas al interior de la Concertación. Mientras, el Gobierno celebra por sacar adelante su proyecto.
La reforma educativa estuvo en tramitación durante dos meses, con carácter de urgencia, y así se llevó acabo. Distintos voceros de movimientos sociales y parlamentarios se manifestaran en contra de la aprobación del proyecto, que ya está a pasos de convertirse en Ley.
El proyecto de Ley de Calidad y Equidad de la Educación (revisar al final de esta nota el documento completo), se aprobó el miércoles 19 en la Cámara de Diputados, con 83 votos a favor y 24 en contra. Ahora sólo falta la firma del Presidente Piñera y su publicación en el Diario Oficial para que se convierta en ley.
“Hemos aprobado un gran proyecto que además se constituye como una política de Estado que va a permanecer en el Chile del futuro, más allá de los diferentes gobiernos”, dijo el ministro, Joaquín Lavín.
La semana pasada, la Concertación presentó su propuesta de proyecto educativo al Ministerio de Educación (Mineduc); a partir de este hecho el Colegio de Profesores había llamado a los parlamentarios de oposición a ser consecuentes y que votaran en contra, cosa que no sucedió.
En este sentido, el presidente de dicho gremio, Jaime Gajardo, no sólo criticó a la Concertación por su doble discurso, sino que específicamente a los parlamentarios José Auth (diputado por el PPD); Gabriel Silber (diputado por la DC); Fulvio Rossi (Senador PS), y Ricardo Lagos Weber (Senador PPD), por haber aprobado el proyecto en el Congreso.
El senador de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech), José Morales expresó que la ley representa “un modo de ver la política y que ésta no puede estar orientada al lucro”.
Eduardo Catalán, de la Asociación Metropolitana de Padres y Apoderados dijo que “a los padres se les ignoró y se estableció la desinformación” como la política aplicada por parte del Mineduc. Y agregó que “se pidió que esta reforma fuese discutida en distintas instancias educativas”, criticando los pocos espacios de participación que tuvieron distintos actores sociales en la tramitación de la ley.
En cuanto al plan de retiro que se estableció en la ley, Francisco Durán, del Centro Nacional de Estudios Alternativos, explicitó que el objetivo de la medida es desmantelar la educación pública.
Finalmente, los dirigentes llamaron a que se forme un frente social con otros sectores para salvar a la educación pública y destacaron que defienden la existencia y promoción de la educación pública como una herramienta para asegurar la justicia, democracia y movilidad social.
PELIGRO DE QUIEBRE EN LA CONCERTACIÓN
Una vez que se diera a conocer que el proyecto del Gobierno fue aprobado en una concordancia establecida entre oposición y oficialismo, el diputado del Partido Socialista, Sergio Aguiló renunció a su militancia dejando su rol dirigente, y se generó el congelamiento de relaciones entre el Partido Radical Socialdemócrata con la ahora Concertación.
“Hay quienes piensan que en materia de educación pública hay que acercarse a la derecha. Para los que piensan así, es el momento de que hagan un acuerdo de bien común entre ellos”, destaca el senador Jaime Quintana (PPD), quien difiere de esta línea.
El senador José Antonio Goméz (PRSD) dijo que el acuerdo no favorece a la educación pública, ya que éste no congela “el establecimiento de nuevos colegios subvencionados particulares” y destacó que de los 360 millones de dólares contemplados en la reforma, un tercio de ellos deriva en subvenciones escolares. Por otro lado, destacó que los municipios no necesitaban más recursos de los que reciben porque son un pozo sin fondo.
De igual forma, Quintana agregó que la inyección de recursos a los municipios no tiene injerencia para este año ya que “las matrículas ya están decididas”.
En este sentido, José Antonio Gómez dijo que se pasó a llevar el concepto base de la educación pública que tenía la Concertación ya que la aprobación de la Ley es “un puñal directo a los principios que hemos sustentado por años”.
El senador demócrata cristiano, Mariano Ruiz Esquide, negó solicitar medidas disciplinarias a su partido por el apoyo que ofreció el jefe de su bancada, Ignacio Walker, al proyecto del Gobierno en la Comisión de Educación y en la sesión del Senado.
Tanto Ruiz Esquide como Gómez destacaron que sus partidos no iban a congelar las relaciones con la Concertación y como medida de acción, sólo iban a discutir en sus respectivos partidos. Por último, los tres manifestaron que no estaban en contra de una educación mixta.
Con relación a los cuestionamientos previamente señalados por los senadores, el presidente del Senado, Jorge Pizarro, dijo que era un falso dilema cuestionar a la Concertación. “Cuando votamos divididos, ¿Quién gana? El Gobierno y nosotros perdemos porque en la opinión pública se genera confusión”, aclaró el ex presidente del Senado.
Sin embargo, el titular de la Cámara Alta reconoció que la Concertación no ha estado a la altura de una buena oposición porque le ha faltado unidad y una visión más de conjunto.
Revise el documento aprobado en el Congreso pinchando AQUÍ
Por Christian Armaza Benavides y Rodrigo Cavieres Cárdenas
Fotografía: Ismael Muñoz Avilés
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