El 12 de marzo pasado, un grupo de Consejeras Regionales de Revolución Democrática (RD) enviaron una carta de reclamo ante el Consejo Político del partido. En el documento, las CORES de la Región Metropolitana Jazmín Aguilar Ortiz, Paola Chávez Madrid, Lorena Estivales Arratia, Noemí Martínez Díaz y Sofía Valenzuela Delpiano denunciaron una situación que calificaron de «grave», ocurrida el día anterior durante la ceremonia de toma de cargos de las representantes en el Instituto Nacional y que involucraba al diputado de dicha colectividad, Renato Garín.
En el documento se acusa específicamente que el parlamentario «al término de la ceremonia, mostró conductas verbalmente agresivas hacia dos compañeras, Sofía Valenzuela y Paola Chávez, quienes lejos de poder celebrar su juramento como CORE, terminaron la jornada emocionalmente afectadas de manera negativa por las interacciones sostenidas con el Diputado Garín».
En dicho documento las denunciantes no entraron en detalles respecto a lo ocurrido, pero sí sostuvieron que «su agresividad es una actitud inaceptable en un partido que se define como feminista y que se opone a todas las formas de subordinación en las relaciones humanas».
Junto con ello, en la misiva hecha llegar igualmente a la bancada de diputadas y diputados de Revolución Democrática y al Tribunal Supremo de la colectividad, las denunciantes exponen que «jamás aceptaremos la premisa de Renato Garín respecto a que su cargo tiene una supuesta superioridad por sobre los otros. Nosotras entendemos que tener cargos de representación y no de ‘autoridad’, implica una actitud de respeto, escucha activa y humildad».
Por último, las firmantes solicitan «generar las acciones que correspondan para evitar que este tipo de situaciones vuelvan a ocurrir y para que (…) mantengamos una conducta de pleno respeto tanto hacia nuestros compañeras y compañeros de Revolución Democrática y del Frente Amplio, como hacia la ciudadanía en toda su diversidad».
Los episodios denunciados
Posteriormente, las mismas cinco CORES de RD recurrieron al Tribunal Regional Metropolitano de Revolución Democrática, en donde expusieron a través de un extenso documento los hechos ocurridos durante la mencionada ceremonia del pasado 11 de marzo y piden se sancione al parlamentario de acuerdo a los estatutos del partido.
El relato de las militantes de RD señala dos hechos que habrían tenido lugar aquel día. Uno de ellos es el que habría afectado a la CORE Sofía Valenzuela al bajar del escenario en donde se realizaba la ceremonia de asunción del cargo. De acuerdo a lo que expuso ella, saludó al diputado y le agradeció su asistencia, frente a lo cual éste -«subiendo inmediatamente el tono», detalla el documento- le habría respondido lo siguiente: “No tengo nada que agradecerte, que andes diciendo por todos lados que soy militante de Renovación Nacional”. Valenzuela cuenta que le señaló no saber a qué se refería el parlamentario, retirándose del lugar, escena que habría sido presenciada por las también CORES Jazmín Aguilar y Noemí Martínez.
Un segundo episodio habría ocurrido luego, cuando la Consejera Regional Paola Chávez se acercó a Garín para consultarle qué le ocurría, tras verlo alejarse «visiblemente molesto» al momento de bajar la militante RD del escenario. «En respuesta, el Diputado Garín expresó en un tono violento ‘No puedo creer que te juntes con ese huevón y que ahora andes de amiga con él para todos lados después de haberse robado la plata del partido y no querer devolverla’, añadiendo también gestos burlescos que hacían referencia a la supuesta complicidad que tenían la CORE Chávez y el Diputado (Miguel) Crispi», según se lee en la denuncia.
Chávez plantea que le expresó a Garín su desconcierto por el tono y contenido de la respuesta, frente a lo que este le habría dicho que Crispi es “un descarado». «También te robó a ti la plata de la campaña que es lo que yo estoy reclamando hace mucho tiempo. ¿Acaso no sabes? (…) ¿Eres tonta que no entiendes?”, habría añadido el congresista. En la misiva se agrega que la CORE Chávez en ese momento «experimentó no sólo confusión, sino también temor por el tono cada vez más alto e histriónico del hablar del diputado Garín».
Una situación que, según el relato, fue presenciada a distancia por su par Lorena Estivales, quien se habría acercado para intervenir formalmente, agradeciendo a Renato Garín su presencia en el acto. En la oportunidad, suma el documento, «el hijo de la CORE Chávez le extendió la mano al Diputado Garín para saludarlo, saludo que él negó con expresión de desagrado y se retiró». Una situación que habría afectado profundamente a Chávez, quien -de acuerdo a lo señalado- «posteriormente entró en llanto y tuvo que ser consolada por su madre».
Ante los hechos descritos, las CORES de la Región Metropolitana afirman en la misiva sentirse «violentadas» y solicitan la aplicación de la sanción contemplada en el artículo 43 de los estatutos del partido, «con carácter temporal de por lo menos 6 meses, desde que se haga efectiva la condena respectiva».
Los descargos de Garín
Tres días después del primer documento enviado por las CORE, el 15 de marzo, el diputado Garín respondió a través de una carta dirigida al Consejo Político y a la bancada de parlamentarios de RD, en donde califica de «falsas» las acusaciones, añadiendo que se trata de una «interpretación maliciosa de los hechos».
El parlamentario sostiene que tras acercarse a felicitar a la CORE Sofía Valenzuela, le solicitó «de forma educada y calmada, que por favor dejara de sostener mentiras acerca de mi persona y mi trayectoria política». Esto, en referencia a que -según Garín- Valenzuela habría dicho «en repetidas ocasiones y con amplia difusión en redes, que yo habría sido militante del partido Renovación Nacional». Garín plantea que fue Valenzuela quien «reaccionó de muy mala forma, con gritos al costado del escenario».
Por otra parte, el parlamentario asegura que nunca ha sostenido que tenga autoridad sobre las CORES, «puesto que ni la Constitución ni las leyes me otorgan dichas competencias sobre el Consejo Regional». «Esta interpretación pretende colocar sobre mí una posición de abuso de posición que no ha existido jamás», afirma Garín, acusando que dicha interpretación pretendería colocar a Valenzuela «en calidad de víctima de este Diputado que estaría operando con una premisa de ‘autoridad’ en contra de ella y sus compañeras CORES».
«Esta es una manipulación evidente e interesada que utiliza el nombre de Beatriz Sánchez, menciona a los concejales y otras autoridades de forma maliciosa», concluye el congresista del Frente Amplio antes de responder a lo denunciado por la CORE Paola Chávez.
Garín reconoce que sostuvieron un diálogo, pero asegura que no observó a Chávez «ni afectada ni ofendida», por lo que -dice- «me sorprende que ella suscriba esta misiva». Junto con ello destaca que ha sido él «uno de los principales defensores de la candidatura de Paola Chávez Madrid y de las condiciones económicas que enfrentó en su campaña». Luego de esto, plantea que si la CORE «se sintió ‘emocionalmente afectada’, hago presentes mis disculpas sinceras».
Finalmente, Renato Garín asegura no comprender por qué las Consejeras Regionales Aguilar, Estivales y Martínez suscribieron la carta en su contra, añadiendo que intuye que «se debe a una ‘solidaridad’ con la compañera Valenzuela Delpiano». Dicho esto, agrega que las tres militantes de RD mencionadas «probablemente desconocen las mentiras que la compañera Valenzuela Delpiano ha emitido en mi contra». Finalmente, el diputado critica a esta última, señalando que lo «ofende» e » injuria sin razones ni pruebas» y plantea que ha debido «convivir con los ataques que un sector o ‘lote’ de RD dirige contra mí semana a semana».
Respecto de esto último, profundiza afirmando que «un sector del partido siente que no pertenezco a su núcleo social y que no debería ser Diputado de RD. Así me lo han señalado compañeras y compañeros con quienes me he reunido a fin de limar las asperezas y los malos tratos que nos hemos brindado por redes sociales».
La contrarespuesta
La misiva de Renato Garín tuvo una contrarespuesta en la denuncia presentada por las CORES al Tribunal de Revolución Democrática, donde las cinco militantes sostienen que el congresista «tergiversó varios de los hechos y conversaciones (…) así como también minimizó la participación y afectación sobre las demás CORES, centrando su ataque sobre la compañera Valenzuela».
En ese sentido, califican como «calumnioso e infamante» que Garín instale una descripción de Valenzuela como agresiva y que le atribuya una pertenencia a una élite dentro de RD -apuntan-«que lo perseguiría y atacaría constantemente».
Las firmantes rechazan igualmente que Garín niegue la agresividad y gritos de los que se le acusa y critican que el diputado «persista en la idea de que la CORE Valenzuela habría estado difundiendo información falsa de sí», negando las afirmaciones del congresista. Sostienen que Garín intenta con ello presentarse como una “víctima de difamaciones indebidas».
Por último, definen como «grave» que el diputado deslice la idea de que las CORE habrían sido manipuladas por Valenzuela, «denostado nuestra capacidad de discernimiento acerca de los hechos presenciados por todas».