La derecha tiene candidata: El prontuario de Evelyn Matthei

Dicen que la tercera es la vencida

La derecha tiene candidata: El prontuario de Evelyn Matthei

Autor: Mauricio Becerra

Dicen que la tercera es la vencida. Tras meses de incertidumbre y de tres candidatos botados por el camino, por fin la Alianza por Chile tiene candidata.  Hija de un jerarca de la dictadura, de lengua larga y  camorrera, defensora de las farmacias coludidas para subir el precio de medicamentos, de los monopolios en la Ley de Pesca, Evelyn Matthei le echa la culpa del fracaso del sistema previsional a que “estamos viviendo más”. Matthei es la carta de la derecha más apolillada del continente para resistir el derrumbe del modelo de Pinochet a manos de la ciudadanía. Conozca acá su prontuario:

En una tensa jornada Renovación Nacional (RN) decidió apoyar la candidatura presidencial de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Evelyn Matthei, para las elecciones del próximo 17 de noviembre. Tras meses de incertidumbre el partido del presidente Piñera más por inercia que por convicción se suma a la nominación de quien fuera expulsada del partido tras participar de una operación orquestada por el Ejército para sacar de la carrera presidencial de 1992 a Sebastián Piñera. Fue el “jaque mate”, en palabras de Andrés Allamand, que la UDI infringió a RN.

Con Matthei como candidata oficialista Piñera da paso a la derecha dura. La candidata ungida es la hija de un jerarca de la dictadura implicado en violaciones a los derechos humanos, en un contexto en que la derecha ya no se prepara para ganar la elección, sino que para no perder las cuotas de poder que le permiten sustentar el modelo neoliberal dejado por Pinochet.

El objetivo político que subordina la disputa electoral de la derecha es que todo siga igual como lo dejó el dictador. Con Matthei esperan evitar que la Nueva Mayoría de Michelle Bachelet o las candidaturas alternativas puedan desalojarlos del Parlamento y con ello sea desmantelado el sistema electoral que les permite con poco más del 30 por ciento de los votos mantener un 50 por ciento de la representación parlamentaria.

El camino no ha sido fácil. La derecha ha levantado y visto caer, ya sea por intereses ocultos en paraísos fiscales o por una inesperada depresión, a tres candidatos presidenciales en tres meses. La estrategia de Matthei para llegar a ser la nominada del sector fue sentarse a esperar y ver pasar el cadáver de Golborne, Allamand y Longueira.

En toda Latinoamérica no hay una derecha como la chilena (la más parecida es la derecha que hizo el golpe de Estado blanco en Paraguay destituyendo a Fernando Lugo). La derecha chilena no ha renovado sus políticos desde fines de la dictadura y su objetivo es mantener a como de lugar el ensayo neoliberal en Chile iniciado por Pinochet y bendecido por la política de los acuerdos con la Concertación. En la derecha no ha habido renovación ni siquiera de generaciones. En 30 años los que mandan el sector son los mismos que jugaron lealtad a Pinochet con antorchas bajo una oscura  noche de dictadura en Chacarillas.

LA HIJA DEL GENERAL

La elección de Matthei como candidata es una señal del cierre táctico de la derecha. Sin rostros nuevos y sin ánimo de tiraje de la chimenea, la elección de la hija de un integrante de la dictadura da cuenta de como el linaje, unida a una gran dosis de soberbia, pesa en la derecha chilena.

A la derecha no le importa que Fernando Matthei, papá de la candidata, esté involucrado en la muerte del general Alberto Bachelet, padre de la representante de la Nueva Mayoría. Así lo acusa un ex oficial de la Fuerza Aérea, Ernesto Galaz, quien compartió celda con el general Bachelet en la Academia de Guerra Aérea (AGA) tras el golpe de 1973. Dirigida por Matthei, Galaz acusa que “en la AGA se produjeron cientos de torturas a personas” y que “en ese mismo periodo se hizo el juicio en la Academia de Guerra Aérea en la sala principal”.

Matthei, como todos los acusados de violaciones a los derechos humanos de la dictadura, dice que no sabía nada. En cualquier país del mundo, ese simple contraste  entre candidatas arruina una nominación.

El compromiso con la dictadura de la candidata no es sólo de sangre. Evelyn Matthei llamó a boicotear las industrias inglesas y españolas en 1998, cuando Pinochet fue arrestado en Londres. Pese a haber estudiado piano en la capital inglesa a fines de los ’70, con la venia del gobierno inglés, amigo de la dictadura de Pinochet, no tuvo empacho en pasar horas protestando afuera de la embajada británica y hasta crear junto a la caída en desgracia, Pía Guzmán, el Movimiento Femenino por la Dignidad Chilena, que agrupaba a mujeres pinochetistas que volteaban los tarros de basura frente a la sede diplomática inglesa o le tiraban basura a la legación española

Matthei también tuvo vínculos con lo más oscuro del Ejército de Pinochet en la primera decada de la transición. Así participó en la operación para sacar de la carrera presidencial a Sebastián Piñera en 1992 a través de la emisión por las pantallas del canal de Ricardo Claro, Megavisión, una conversación telefónica de Piñera captada por la Inteligencia del Ejército.

La candidata de la Alianza por Chile también avaló las acusaciones del ex ministro de Pinochet, Francisco Javier Cuadra, quien en una entrevista pactada con Cristián Bofill -en ese entonces director de Qué Pasa y hoy de La Tercera– en la que el abogado acusó sin dar nombres que había “parlamentarios y otras personas que ejercen funciones públicas que consumen drogas”.

Evelyn avaló la acusación de Cuadra en una operación para sacar de camino a Allamand y Alberto Espina. De los testigos citados por Cuadra  uno era Víctor Matthei, hermano de la candidata; otro Luis Contreras, ex jefe territorial de su comando en San Antonio y el tercero, Francisco Eguiguren, hijo de uno de los jefes de la campaña de Matthei en el 92, Gonzalo Eguiguren. Citados a declarar todos dijeron que escucharon la acusación de terceras personas.

Los focus groups hechos en los últimos meses por la UDI para medir las fortalezas de la candidata, dan cuenta de que sus atributos más reconocidos son persistencia, autoridad y carácter. Dichas cualidades las sacó a relucir Matthei tras desinflarse la acusación de Cuadra, cuando facilitó recursos para que se creara un video falsificado cuyo montaje quería implicar a Juan Carlos Latorre (PDC) como comprador de drogas.

ABORTO Y CAMORRERA

Evelyn es una mujer de armas tomar. Así lo reconocen hasta en la UDI. Distante de seguir órdenes de partido, a veces el camino propio la lleva a enfrentarse a sus correligionarios. Así ocurrió cuando junto al senador PS, Fulvio Rossi, presentara un proyecto de ley para despenalizar el aborto terapéutico, lo que puso el grito en el cielo en la UDI. Matthei dijo dos años después que “me repugna que en una situación en que puede estar la vida de la mujer en peligro, sea el Estado mediante una ley, el que decida. Esto es un tema de conciencia de cada familia”.

Otra polémica suya fue cuando en una entrevista radial de octubre de 2011 visibilizó sus ideas eugenésicas. Dijo que “hay veces que se produce en la fecundación, alguna falla y tienes en vez de dos pares de cromosomas, tienes tres. Bueno, eso en realidad técnicamente tampoco es un ser humano”. La alusión era al Síndrome de Down.

Parlamentaria desde el fin de la dictadura, ya sea como diputada o senadora, es famosa por su boca floja a la hora de enojarse. En octubre de 2012, los diputados Sergio Aguiló y Fidel Espinoza dijeron que Matthei los insultó en una sesión de la Cámara. En mayo de este año pasó lo mismo en diferentes momentos con Osvaldo Andrade (PS), Alejandra Sepúlveda (PRI) y con Marta Isasi. La coprolalia es su argumento preferido.

DEFENSORA DEL MODELO NEOLIBERAL

Como parlamentaria Matthei se atrincheró en la Comisión de Hacienda del Senado. Desde allí asumió como defensora del modelo e hizo migas con Jovino Novoa, lo que a la larga le granjeó las simpatías del sector más duro de la UDI.

En 2008 cuando recién se inició la investigación por la colusión de las farmacias, Matthei salió con uñas y dientes a defender a las cadenas coludidas para subir precios de medicamentos. Junto al diputado UDI Juan Lobos dijo que se trataba de “información absolutamente falsa”. Disparando contra el senador Guido Guirardi, sostuvo que éste “antes de algún tipo de elección el senador Girardi se embarca en algún tipo de campaña de desprestigio en contra de alguien, y ahora les tocó a las farmacias”.

Un año después la Fiscalía Nacional Económica mostraba la evidencia contra las farmacias Cruz Verde, Salcobrand y Ahumada por colusión. La declaración de Matthei, publicada en el portal de la UDI fue borrada.

En las indicaciones a la Ley de Pesca de 2009 sus indicaciones siempre apuntaron a mantener el negocio de los grandes industriales y cuando Freirina se movilizó contra la planta de Agrosúper en 2012, Matthei, ya como ministra del Trabajo, criticó al alcalde de la localidad como “culpable” del cierre de la planta contaminante. “Acá hay un alcalde socialista que lo único que quiere es que la empresa se vaya, y después este señor, acuérdense ustedes, va a venir a pedirnos al gobierno que le demos trabajo a la gente de Freirina”- sostuvo la candidata.

En las últimas discusiones sobre la crisis del sistema previsional de las AFP, la solución de Matthei fue aumentar la edad de jubilación para mejorar las pensiones. A su juicio la crisis del sistema previsional es “porque estamos viviendo demasiado”.

En otra entrevista, la candidata dijo que “mucha gente les echa la culpa a las AFP pero ni las AFP, ni ningún sistema, pueden dar pensiones decentes cuando durante años la mitad de la gente que trabaja no ha cotizado. La que está muy complicada es la clase media (…) El drama es que todos quieren ganar el 70% de lo que ganó durante los últimos años”.

OPERACION DE PIÑERA

En política dicen que se puede esperar todo. Así lo demuestra el afán del presidente Piñera en que Matthei haya sido nominada como candidata oficialista, pese al rol de ella en el caso de las escuchas telefónicas. Como Piñera ambiciona ser el candidato presidencial de la Alianza en 2017, lo mejor era que la candidatura actual proviniera del sector más conservador. Golborne le hacía sombras al mandatario. Esas raras conjunciones en la política hicieron que la UDI  y Piñera se dieran un fuerte apretón de manos tras la candidatura de Matthei.

Junto a su primo, Andrés Chadwick, operaron en las sombras primero para bajar a Golborne. Aún no se sabe cómo llegaron a un periodista español las informaciones sobre las cuentas de Golborne en paraísos fiscales, profesional que dio a conocer el caso que terminó sepultando al candidato emprendedor. Tras la caída de Golborne y la elección de Longueira como abanderado de la UDI, el próximo paso fue dejar fuera de competencia a Allamand.

La operación ahora se dio en los más diversos niveles. Chadwick bajó a las Intendencias el recado de que los militantes de RN debieran apoyar a Matthei, según consigna El Mostrador. Si no lo hacían “debían atenerse a las consecuencias”, era la advertencia.

LA UDI CONTRA TODOS

Tras las movilizaciones estudiantiles de 2011 Chile jamás será la postal del exitosos modelo neoliberal. En momentos de rechazo masivo a las coaliciones políticas de la transición por parte de los más jóvenes y la ciudadanía, la UDI se atrinchera para defender el modelo puesto en cuestionamiento por el rechazo al lucro.

Hoy para la ciudadanía índices macroeconómicos como el PIB, crecimiento de la economía, las maquilladas cifras de desempleo (Piñera quiere anunciar próximamente que cumplió su promesa de crear un millón de empleos) o la promesa repetida del ‘desarrollo de aquí a algunos años más’, ya no valen.

Una derecha ya incapaz de argumentar en el plano de las ideas. Los estudios de opinión formateados por sus agencias de saber (llamados think tanks) dejaron de tener los efectos de verdad que tuvieron hace pocos años. No en vano, en Tolerancia Cero, cada vez cuesta hallar a quien represente las ideas del sector. El último en hacerlo, Cristián Bofill, mostró en pantallas la falta de argumentos ante cada entrevistado.

Haciendo una lectura del ambiente, un analista del consenso, Ascanio Cavallo, comenta que “la política chilena se encamina, con o sin desearlo, hacia una encrucijada de mediano plazo: el descalabro o la refundación. Ya no se trata sólo de un “nuevo ciclo”, como se pensaba hasta hace algún tiempo, sino de opciones algo más agudas que afectan a todos los grupos vigentes, incluso a los alternativos”.

La apuesta de la UDI es lograr con Matthei un 40% electoral para mantener la representatividad de la Alianza en la arena política. Su fe ciega y mística, muy bien lubricada con el aporte del gran empresariado, jura que lo consigue. Para el Parlamento necesitan tener el 35% de los votos y así bloquearían desde allí cualquier modificación al modelo de Pinochet. La defensa del modelo pasa por mantener una democracia regulada y un Estado subsidiario.

LA CAMPAÑA QUE VIENE

El comando de la Nueva Mayoría sabe que de la boquita de Matthei puede esperar todo. A la par la maquinaria electoral de la UDI comenzó ya el montaje de la campaña, cuyo concepto central será el de “justicia”, en contraposición al de “igualdad” de la candidatura de Bachelet. Candidatos como Marcel Claude, Marco Enríquez Ominami o Franco Parisi, serán invisibilizados.

La estrategia va más allá de lo electoral y sueña con devolver la opinión pública a las décadas de los consensos para salvar el modelo, luego que los estudiantes denunciaran que estaba desnudo. La imagen de la toma de la Bastilla está rondando en el sector y la respuesta de la derecha es el atrincheramiento. Ya no será la política de los acuerdos que fue desnudado por el movimiento estudiantil. Ya no se trata del consenso pactado en el palmoteo entre Aylwin y Pinochet, Longueira yendo a salvar a Lagos para evitar una fisura a la institucionalidad pinochetista o la política de los acuerdos mantenida un año y medio entre el gobierno de Piñera y la Concertación, como los salarios mínimos de 2010 y 2011 o el reciente acuerdo en las Concesiones Eléctricas.

Ahora se cierran filas tras la hija del general, se prepara el blindaje para la batalla. La derecha constató que el juego de pantomimas con la Concertación ya no convence a la plebe. A fines del siglo XIX, Eduardo Matte Pérez dijo que “los dueños de Chile somos nosotros, los dueños del capital y del suelo; lo demás es masa influenciable y vendible; ella no pesa ni como opinión ni como prestigio”. Más de un siglos después sus herederos siguen siendo de los más ricos de Chile y claves financistas de la derecha chilena.

Ahora se preparar para una gran batalla dentro de los marcos de la ley, una ley hecha a su medida hace ya casi 40 años. No en vano, el diputado PC Hugo Gutiérrez, comenta que “a la UDI le ilumina constantemente su fe en que, aunque exista una ciudadanía colectiva y empoderada, el terror sobre el individuo seguirá determinando conductas. Para ello siguen contando con los artífices del miedo: empleadores, policías y cárceles”

Es la vieja derecha de Chacarillas, más allá de Evolución Política (Evópoli) y la forzada entrada de Felipe Kast, nominado por la UDI, con Matthei no hay recambio generacional, se apuesta por una fiel representante del linaje de la dictadura, una candidata que ladra fuerte y muerde.

Mauricio Becerra R.

@kalidoscop

El Ciudadano

Foto: Circula hace días por las redes sociales


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