En el marco de su primer trámite legislativo –evacuado ya un segundo informe– y tras ser aprobada en la Sala de Diputados la idea de legislar, hoy será visto por la comisión de Salud el proyecto que modifica el artículo 9 de la Ley 20.000, respecto a la despenalización del consumo de marihuana con fines recreacionales, terapéuticos y espirituales.
“La idea del proyecto que presentamos varios parlamentarios, tiene por objetivo descriminalizar a aquellos que son usuarios, consumidores de marihuana, en el entendido que esas personas no son delincuentes; pueden ser adictos, como puede ser un alcohólico, los delincuentes son los narcotraficantes”, manifiesta el diputado radical Alberto Robles, quien hace referencia a un estudio del profesor Ibán de Rementería, publicado por Le Monde Diplomatique, que da cuenta de una realidad existente en Chile “que nos dice mucho de cómo está actuando la sociedad, y de cómo están operando nuestras policías en relación a la droga”.
“Los estudios nos dicen que más del 50 por ciento de las personas que son detenidas en Chile –explica Robles– por delitos de alta connotación pública, incluyendo robos y homicidios, son por la ley de drogas, y de todos los que van a la cárcel, más del 35 por ciento son por la ley de drogas”, comenta Robles.
El dato a tener en consideración, según el diputado, es que más del 75 por ciento de los infractores de la Ley 20.000 son detenidos en la calle en el marco de procedimientos policiales, ya sea por control de identidad o por sospecha, a quienes los sorprenden con pequeñas cantidades de marihuana.
“Respecto a esas personas, en su mayoría, el juez termina dictando multas, o la obligación de someterse a tratamiento médico, o la realización de trabajados comunitarios, pero no terminan procesados. De hecho, solo el 1,6 por ciento de los detenidos por infracción a la ley de drogas corresponde a investigaciones policiales, la gran mayoría se debe a controles policiales circunstanciales, que acaban hallando algún papelillo de coca o un pito de marihuana, o pasta base”.
Por ello, el proyecto que modifica el artículo 9 de la Ley 20.000, pretende entender que la población adulta en uso de libre albedrío es dueña de tomar sus decisiones y, por tanto, descriminalizar al usuario.
“En ese escenario de la libertad individual, se plantean dos aspectos, el primero, tiene que ver con el acceso a la marihuana, garantizando que la persona pueda obtenerla sin tener que recurrir a un narcotraficante, para lo cual se abre la posibilidad del autocultivo –aspecto sancionado en la Ley 20.000–; segundo, establecer un límite que la persona pueda llevar consigo, evitando que sea considerada traficante”.
Aunque hasta ahora no existe total claridad sobre los gramos de marihuana que se puedan portar, ni tampoco respecto a la cantidad de matas que se puedan cultivar, independiente del uso que se les quiera dar, se habla de 10 gramos como una cifra razonable para acreditar consumo personal y de seis plantas por domicilio.
“Va a venir un grupo de parlamentarios argentinos que están viendo el mismo asunto a dialogar con nosotros, en términos de esta mirada nueva, que también está ocurriendo en Uruguay y otros países que le están dando un enfoque distinto porque se dan cuenta de que el combate a la droga, de la manera convencional como se ha hecho, es decir, atacando al usuario y al narcotraficante, es una manera equivocada, es una batalla que no se ha ganado, por el contrario, tenemos las cárceles llenas, a veces, de consumidores”, sostiene el diputado que preside la comisión de Educación.
“Estoy de acuerdo con lo que plantea el director del Senda en el sentido que no hay que estimular el consumo porque la marihuana es una droga que produce daño; no obstante, no podemos estar reprimiendo a la población usuaria por ser adicta, por ser pobre”, explica el parlamentario de la región de Atacama.
“Quiero aprovechar de reiterar a través de El Ciudadano una solicitud que le formulé al subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy. El año pasado él se comprometió en la comisión de Presupuesto de traspasar el Senda desde el ministerio del Interior al ministerio de Salud, eso le haría muy bien a Chile, porque mientras el Senda esté en el ministerio del Interior, el problema se centrará en criminalizar el consumo, en cambio, en Salud tendría un enfoque sanitario, de prevención, de tratamiento, y de educación; hacer el cambio no requiere ley, es una cuestión administrativa”, asevera.
Robles es autor de una indicación en referencia a la cocaína y la pasta base. Él asegura que la mayoría de los jóvenes que están siendo detenidos por infracción a la ley de drogas, no son apresados por porte de marihuana, sino por cocaína y pasta base. “El estudio del profesor de Rementería demuestra que aquellos que son sorprendidos con menos de tres gramos en sus ropas, son consumidores, no narcotraficantes; ello evidencia que nuestro sistema penal está afectando a jóvenes vulnerables y pobres simplemente por ser pobres, y más aún, por ser consumidores, ‘por padecer de una enfermedad social’ o de ‘un problema sanitario’, por tanto, voy a poner una indicación para que estas personas no sean consideradas delincuentes, sino consumidores”.
Leonardo Soto (PS): “Los sectores conservadores tienen pavor a enfrentarse a este problema y discutirlo”
El diputado Leonardo Soto, quien preside la comisión de Constitución de la Cámara, explica que aprobó el proyecto en general “porque tiene que ver con hacerse cargo de una realidad que expresan todos los jóvenes y muchas personas en este país, que tienen acceso a la marihuana por distintos motivos”, entre los cuales menciona aquellos con fines terapéuticos y los recreacionales.
¿Cuánto de ideología hay en esta discusión, o se trata de mero cinismo de parte de sectores más conservadores?
Yo entiendo que en este proyecto hay muchos estereotipos, la derecha, los sectores conservadores tienen pavor a enfrentarse a este problema y discutirlo, toda vez que la marihuana ha sido considerada una droga; la sola expresión de la palabra ‘droga’ produce pavor entre muchas familias, sin reparar que muchas veces jóvenes de esas mismas familias también consumen ocasionalmente, y cuando uno lo hace con fines recreativos, no es consumo problemático y lo hace en la intimidad de su hogar, sin dañar el derecho de nadie, sin promoverla tampoco, yo no veo tampoco que deba tener ningún cuestionamiento, a tal punto que la legislación hoy día no prohíbe el consumo personal de marihuana, no lo penaliza de ninguna manera.
-No obstante, se da la contradicción que sí se penaliza la provisión.
-Hay una contradicción completa sobre eso, así lo han dicho todos. La única forma que opere el sistema, donde se permita el consumo personal, pareciera ser que la marihuana tendría que caer desde el cielo sobre la persona; ello es no ver la realidad, por eso a mí me parece mucho más razonable enfrentar este debate y que establezcamos una regulación que permita discriminar entre consumos que son problemáticos, que son nocivos para la salud de las personas o de la sociedad, y personas que puedan acceder a un consumo no problemático.
El diputado Soto sostiene que, de no establecer hoy una mirada más amplia sobre el problema del consumo y sus restricciones, lo único que se puede conseguir es fomentar el surgimiento de mafias, como ocurrió en Estados Unidos durante la prohibición del alcohol.
Diputada Marisol Turres (UDI): “Me opongo a este proyecto, creo que es dañino”
Yo he estado en contra de este proyecto en lo que dice relación con el consumo recreativo, no con el consumo medicinal, con lo que estoy absolutamente de acuerdo, pero respecto al consumo recreativo pienso que despenalizar el autocultivo es una mala señal por cuanto todos los indicios y todas las investigaciones realizadas demuestran el aumento progresivo del consumo, sobre todo en menores de edad, tanto en menores de 8º básico como de 4º medio, además, existe evidencia científica que esto sí afecta el desarrollo neurológico de las personas y especialmente de aquellos que aún no completan su formación, como es el caso de niños y adolescentes.
Me opongo a este proyecto, creo que es dañino, cada uno que quiera consumir marihuana que vea la forma de cómo se la provea, pero cómo ingresó y cómo egresó, el proyecto a esta Cámara de Diputados, no me parece que sea un buen proyecto para chile, sino todo lo contrario.
-Dejando de lado el consumo de menores de edad, según usted, ¿cómo es posible que los adultos se provean de marihuana, si no es a través de una acción ilegal?
-Uno no puede entrar a regularlo todo, porque es absurdo, es imposible controlar cada casa, y ese es el gran problema del autocultivo, pero esto puede prestarse, sobre todo en adultos, para aumentar el microtráfico en los distintos barrios de nuestro país, y con la excusa del autocultivo vamos a ver cómo florecen los proveedores en todos los sectores, su objetivo no es el autocultivo, sino vender a la gente de su barrio, y así paulatinamente ir formando verdaderas redes de micro producción en casas y así tener más proveedores.
“Se ha visto que la marihuana es adictiva en un 25 por ciento de los menores y en un 10 por ciento de los adultos, no es inocua, trae consecuencias, tampoco tenemos forma para que Carabineros pueda controlar y detener a quien está manejando bajo el consumo de marihuana, hasta hoy no viene (en el proyecto) ni un solo peso para poder determinar s existe influencia de la marihuana en la conducción de vehículos, como en el caso de alcohol. No es una buena señal dar cada vez más la sensación que da lo mismo consumir marihuana, porque en verdad, no da lo mismo”.
-Cómo abogada y parlamentaria, ¿usted tiene alguna propuesta alternativa para zanjar esta discusión?
-A mí no me interesa tener una propuesta alternativa porque yo pienso que no es bueno que siga aumentando el consumo de marihuana en nuestro país. Estoy convencida que este proyecto lo que va a lograr a la larga es eso: liberalizar absolutamente el concepto que (el consumo) es inocuo y que no causa absolutamente nada, porque hay evidencia empírica de que sí influye en las personas, que sí causa adicción. Tenemos muchísimos jóvenes y no tan jóvenes perdidos en el consumo de la marihuana y de otro tipo de drogas.
Maya Fernández (PS): “Es importante tener una visión real de lo que sucede en nuestro país”
“Encuentro súper bueno que estemos debatiendo estos temas, pienso que en muchos sentidos Chile está cambiando, había temas que antiguamente eran tabú y como sociedad debemos tener un debate sobre ello. Yo soy partidaria de la despenalización de la marihuana, creo que hay que sincerar los temas, es importante tener una visión real de lo que sucede en nuestro país, no desde la prohibición, sino de cómo abordamos los temas, y en ese sentido, yo estoy a favor del proyecto”.
-¿Una postura a favor de manera ilimitada, sin restricciones?
-Eso es lo que se está debatiendo. No soy experta, por lo que creo que es importante seguir escuchando a los expertos, pero que creo la prohibición es lo peor que podemos hacer, porque al final se sigue consumiendo mucho en nuestro país, muchas veces no tenemos los datos de lo que pasa, incluso, es difícil focalizar las políticas públicas cuando es un tema prohibido y condenado. Tenemos que abordarlo con seriedad.
-Se habla de uso medicinal y recreativo, ¿cuál es su opinión?
-No tengo problemas en ninguno de los dos casos.
Víctor Torres (DC): “Tiene que invertirse el peso de la prueba y debe ser la fiscalía la encargada de constituir las pruebas”
“Tengo una opinión favorable ya que soy coautor de uno de los proyectos que hoy están refundidos, también me tocó defenderlo en la Sala, así como lo hicimos en la comisión de Salud durante su primer trámite; ahora iniciamos un segundo debate donde escucharemos a algunos técnicos que quieren hacer sus planteamientos en torno a las indicaciones presentadas, por lo que en las próximas semanas esperamos remitir el informe para que la Cámara se pronuncie en general, ya que en particular está aprobado”, sostiene el parlamentario que representa a San Antonio.
Torres detalló que entre los expertos escuchados por la comisión se encuentra el ministro de la Corte Suprema, Lamberto Cisternas, quien ha concurrido con su voto favorable en diversos fallos del máximo tribunal en materia de detención (por tenencia de marihuana). “La Corte (Suprema) ha fallado favorablemente (en el caso de) varias personas que han tenido plantaciones o han sido detenidas; por esa razón queríamos conocer la mirada que tenía la Corte Suprema, así como lo haremos con el representante del Poder Ejecutivo, lo que buscamos es tener opinión respecto a las indicaciones que presentó el gobierno, así como algunos parlamentarios”.
-¿Cuál es la indicación más importante que ha hecho el Gobierno en este proyecto?
-El Ejecutivo ha planteado es que se cambiaría el peso de la prueba, eso significa que quien persigue, en este caso, el Ministerio Público, es quien debe construir o constituir que la investigación es respecto del delito de tráfico, y no la persona (el imputado) armar su propia defensa; hoy día cuando se detiene a alguien porque se sospecha que es traficante de marihuana, es la persona detenida quien debe probar su inocencia, lo cual es una paradoja, teniendo en cuenta que en Chile existe el principio de inocencia, entonces hay una distorsión en esta ley, por lo que pensamos que tiene que invertirse el peso de la prueba y debe ser la fiscalía la encargada de constituir las pruebas.
Karla Rubilar (Ind.): “Las indicaciones del Ejecutivo rayan en lo ridículo”
“Si vamos a legislar, cualquier cosa que sea menos que ese piso mínimo, para mí que soy autora de uno de los proyectos, es innecesario legislar, yo no voy a retroceder en derechos en la nueva interpretación de la Corte; hay que tener mucho cuidado porque en el tema de las plantas y el gramaje, así como en la obligación a someterse a tratamiento, el Ejecutivo atenta bastante contra la esencia de la libertad de las personas, por tanto, hay que debatir, pero también hay que tener mucho ojo”.
-Al parecer en este aspecto el Ejecutivo se muestra más papista que la propia Corte Suprema…
-Así es, y yo diría que el Ejecutivo es bastante más restrictivo que todo el mundo, ya que ni siquiera las interpretaciones menos abiertas han hablado de una planta, soy una convencida que el problema no está en plantas y gramaje, sino que tiene que ver con que uno debe perseguir narcotraficantes y no consumidores, entendido que las personas tienen derecho a tomar sus propias decisiones cuando son adultas, pero aquí las indicaciones del Ejecutivo rayan en lo ridículo”.
-De sus palabras se desprende que el Gobierno le está haciendo zancadillas al proyecto, tendientes a retirarlo o reemplazarlo por otro, ¿qué piensa usted?
-No, el Ejecutivo no quiere avanzar en esta materia y está poniendo todas las trabas habidas y por haber, sin embargo, yo quiero ser honesta: tampoco estoy dispuesta en avanzar en cualquier proyecto. Si este proyecto va a perder su esencia, yo prefiero que se muera y sea rechazado y no avance, antes que sacar un proyecto que sea solo medicinal, o uno que esté por una planta, dos gramos, una cosa que sea atentatorio contra la esencia de lo que significa que las personas puedan tomar sus propias decisiones.
“No es posible separar el uso medicinal del recreacional. No estamos dispuestos a hacer una discusión separada como al parecer le gustaría al Ejecutivo o algunos parlamentarios, esta es una discusión integral, efectivamente hay un uso medicinal de la marihuana, pero también hay un uso recreacional que está dentro de las libertades y ambos tiene que ser aprobados, pues ambos con los derechos esenciales de las personas en nuestro país”.