La intriga de Browne, Rubilar y Larraín

“Tenemos que tener una derecha más abierta” dijo en un pasillo del Congreso el diputado de RN Pedro Browne

La intriga de Browne, Rubilar y Larraín

Autor: Sebastian Saá

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“Tenemos que tener una derecha más abierta” dijo en un pasillo del Congreso el diputado de RN Pedro Browne. En esas horas del martes 7 de enero, le daba los toques finales al documento “Amplitud” que había redactado en sigilo junto a sus colegas parlamentarios Karla Rubilar y Joaquín Godoy, donde anunciaban la renuncia a Renovación Nacional (RN), partido al que calificaron de “conservador”.

Una semana antes, en una entrevista a The Clinic, Hernán Larraín Matte, (hijo del senador UDI Hernán Larraín), y representante de esta especie de nueva generación de la derecha chilena, se mandó aseveraciones como que “…le tengo miedo a quienes le temen a los comunistas”, acentuando su lejanía con los más radicalizados de su sector.

Los tres diputados renunciados a RN y Larraín Matte (quien se fue de RN una semana antes), se suman a personeros como Felipe Kast, Roberto Ampuero, Luciano Cruz-Coke, Juan Carlos Jobet y Carmen Ibáñez (ex embajadora de Sebastián Piñera y que renunció también a RN) que vienen levantando opciones distintas frente a la hegemonía de dirigentes de la Unión Demócrata Independiente (UDI) y de RN, además de ya no sentirse interpretados por las líneas políticas de esas colectividades y por lo que definieron como “caudillismos y personalismos” en tácita referencia a personajes como Andrés Allamand, Carlos Larraín, Jovino Novoa, Patricio Melero, entre otros.

Las renuncias no decantan y es fuerte la posibilidad de que dejan Renovación Nacional la Vocera de La Moneda, Cecilia Pérez, el Ministro del Trabajo, Bruno Baranda, el senador electo Manuel José Ossandón, la diputada Marcela Sabat y los diputados Nicolás y Cristian Monckeberg. Junto a ellos, como ya está ocurriendo, decenas de militantes estarían agarrando sus maletas.

Browne, Rubilar y Godoy plantearon en su documento que “es el momento de crear un partido político que proyecte nuestras ideas y contribuya a la amplitud de la Alianza”.

Por ello ya hicieron un llamado a Evópoli, instancia creada por derechistas Sub40, para coordinarse y capaz que de ahí surja el partido que se ambiciona.

Los tres, por cierto, enfrentaron situaciones incómodas al interior de RN y en su trabajo parlamentario al promover ideas más liberales; y situaciones hostiles como cuando Karla Rubilar fue apartada de equipos del partido y a Pedro Browne le pusieron de acompañante en la elección parlamentaria a la hija de Laurence Golborne, con la idea de sacarlo del Parlamento.

Junto con la instalación de ideas, los grupos definidos como liberales dentro de la derecha, están dando pasos de consolidación orgánica. A la pretensión de los diputados renunciados de crear un partido político, se suma la constitución de los centros Evópolis y Horizontal, espacios no sólo de reflexión y elaboración teórica, sino de políticas públicas, de posturas sobre la coyuntura y vocerías comunicacionales que tienen un impacto en la escena política y, particularmente, al interior de RN y la UDI.

Ya van varias alusiones a que esos centros podrían llegar a constituirse en colectividades políticas, entrando de frentón a la disputada del espacio de la derecha, que hoy monopolizan la UDI y RN.

Un perfil de este segmento es que se trata, fundamentalmente, de una nueva generación, la que algunos definen como Sub40, y que estaría desprovista de las pugnas y rencillas históricas instaladas en los liderazgos de la derecha que hoy re/surgen en un campo minado de la UDI y RN, donde las minas explotan a cada rato dejando heridos por todos lados.

De acuerdo a declaraciones de representantes de esto que algunos quieren definir como “la derecha más liberal” o “la nueva derecha”, surgen elementos que los particularizan, como la condena de la violación de los derechos humanos y civiles durante la dictadura, la oposición a las posturas más conservadoras, el rechazo a posiciones de “los coroneles” de la UDI, la distancia de dirigentes como Carlos Larraín y Andrés Allamand, la apertura en temas como reformas políticas y sociales, condenas a Augusto Pinochet, respaldo a despenalización de consumo individual de marihuana y políticas públicas más avanzadas.

En entrevista a The Clinic, Hernán Larraín Matte dijo que la idea es instalar “una centro derecha que es diversa, que entiende que la libertad no es solo económica, sino que también social, cultural y política”.

Claro que están por el respeto a la actual institucionalidad, no comparten la idea de generar una Asamblea Constituyente para cambiar la Constitución heredada de la dictadura, son partidarios del modelo económico neoliberal, asienten la entrada del sector privado en áreas sociales, doctrinariamente comparten una estructura de pensamiento conservador, tienen entre ceja y ceja de Michelle Bachelet y varios son anticomunistas empedernidos.

Hay otro elemento que intriga, si se trata de estar ante la presencia de un segmento “más liberal”. Y es que prácticamente todos quienes están en Evópoli y Horizontal, por ejemplo, fueron parte del gobierno de Sebastián Piñera y se consideran leales a él, lo tienen en una alta valoración y podrían respaldarlo en su ambición de ser candidato presidencial el 2017. Es el caso de Hernán Larraín Matte, de Luciano Cruz-Coke, de Cecilia Pérez, de Felipe Kast e incluso del UDI y actual titular del Ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Cristian Larroulet.

No en vano, Piñera los recluta, los acaricia políticamente, comparte mucho de sus planteamientos, al tiempo que el actual Presidente se distancia de la UDI y de RN y alienta a los Sub40. Y ellos mismos comenzaron a hablar del “nuevo piñerismo”.

No se podría olvidar que muchos de esos personeros que hoy aparecerían impulsando posturas “más liberales”, representan posturas conservadoras, se oponen a diversidad de reformas, son una punta de lanza contra los sectores progresistas y de izquierda, promueven políticas de “seguridad pública” destinadas a reforzar leyes y medidas autoritarias y represivas y, además, son férreos defensores del modelo económico neoliberal y de las políticas privatizadoras.

No se olvida que el autor del concepto de “la nueva derecha” fue Hinzpeter, en la intención de re/generar doctrinariamente a la derecha, alejarse de la UDI (una vieja adversaria) y mostrar ante el país un supuesto proyecto modernizado que le diera otro rostro al sector, más que otro contenido. Parecido a la experiencia del Partido Popular en España, que actualmente lleva a cabo uno de los gobiernos más restrictivos, conservadores y represivos de los tiempos modernos de España.

Lo cierto es que estas acciones podrían estar destinadas a destrabar la crisis de la derecha, pero de alguna manera pasan a ser parte del embrollo.

Lo que no discuten los analistas, es que, sin duda, en esta generación Sub/40, en Evópolis y Horizontal, en el segmento que ahora constituirán los diputados renunciados, y en algunas de sus propuestas, podría estar la respuesta o la salida a la profunda crisis que vive la derecha.

Una de las dudas es si podrán con la hegemonía y fuerza de la UDI y con las corrientes tradicionales de RN. Como sea, ya brotó un segmento que produce un matiz dentro de la derecha.

Por Hugo Guzmán R.

Fuente: Reporte


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