La irrupción de la izquierda abertzale agrupada en Amaiur, que ha ganado este 21 noviembre las elecciones en Euskadi, ha dado un vuelco al mapa electoral vasco, más nacionalista que nunca en unos comicios generales.
Euskadi ha votado nacionalista: once suman Amaiur -la marca de la izquierda abertzale, EA, Aralar y Alternatiba-, y PNV, por siete que suman PSE y PP. Básicamente, la izquierda abertzale se ha llevado los votos socialistas.
El hecho de que la izquierda abertzale haya triunfado en unas elecciones que nunca han sido importantes para ellos -a lo más que habían llegado antes era a recoger el acta de diputado para luego no participar en el Congreso– tiene varias lecturas para el presente y para el futuro.
La primera es obvia: su pujanza, hasta el punto de ganar unas generales en las que en Euskadi se solía primar a PP y PSOE; de hecho, la izquierda abertzale nunca había pasado del tercer puesto en estos comicios. A su indudable éxito se suma el escaño conseguido en Navarra.
La segunda, que la izquierda abertzale le ha ganado al PNV, aunque por muy poco, su batalla por la hegemonía nacionalista en la representación. No obstante, el PNV sigue siendo el más votado.
La tercera es que desde esta misma noche el nacionalismo ha redoblado sus ataques al Gobierno Vasco socialista en minoría, que veremos si aguanta o decide adelantar las elecciones autonómicas, previstas para la primavera de 2013.
Con los siete diputados Amaiur tendrá grupo parlamentario propio en el Congreso, al que no iban desde las elecciones de 1996. También ha mantenido grupo parlamentario propio el PNV, que ha perdido un escaño pero ha conseguido un gran resultado teniendo en cuenta la irrupción de un supuesto competidor directo por el mismo electorado.
Su portavoz y cabeza de cartel, Josu Erkoreka, sale reforzado en un momento en el que el PNV todavía tiene que designar a su futuro candidato a lehendakari.
Al final, el que ha sufrido la fuga de escaños ha sido el PSE. El hecho de que hace cuatro años obtuvieran unos resultados históricos, con nueve diputados, aumenta el agravio de hoy, cuando se ha quedado en cuatro.
Mientras, en el PP ha habido sensación agridulce: contenido por el triunfo en España, pero tristeza porque los populares vascos no han aprovechado el tirón y se han limitado a repetir sus tres escaños. El consuelo ha sido que se mantienen como primera fuerza de Álava, donde ganaron en las locales.
Por último, el triunfo de todos ha sido la ausencia de ETA y la celebración de unos comicios en libertad, donde el único incidente ha sido un ataque epiléptico de un miembro de una mesa electoral.
En esta situación de normalidad, los vascos han acudido a votar más que el resto de los españoles, de manera que la participación ha subido cinco puntos, en buena parte por el retorno a las urnas de la izquierda abertzale.
21 de noviembre de 2011
Fuente: EFE/www.pravdaliberation.info
AMAIUR, LÍDER EN EL PAÍS VASCO
La izquierda abertzale se ha lanzado en tromba a las urnas y ha logrado arañar votos al PNV. Amaiur se ha convertido en la primera fuerza política del País Vasco superando así las expectativas más optimistas. Es la primera fuerza en escaños pero no en votos ya que el PNV tiene en torno a 40.000 votos más que la coalición abertzale y ha logrado su objetivo de mantener grupo parlamentario propio pero con el sabor agridulce de que su más directo competidor ha obtenido unos resultados que les llena de preocupación.
El 20N ha dejado una radiografía de una Comunidad Autónoma en la que el nacionalismo, en todas sus versiones, ha obtenido11 escaños de los 18 que aporta el País Vasco al Congreso de los Diputados. El PSE ha perdido cinco escaños y el PP mantiene los tres que tenía. Los populares no han logrado beneficiarse de la ola a favor del PP siendo la única autonomía en la que no suben ni en escaños ni casi en votos. Los socialistas no rentabilizan ni el cese de la violencia ni gestionar un gobierno monocolor y los electores populares no parecen premiar el apoyo del PP al PSE.
La rotunda mayoría absoluta del PP no obvia una realidad vasca que se presenta llena de complejidad. Los resultados de Amaiur han removido el mapa electoral vasco. En otras elecciones también ha estado presente la izquierda abertzale bajo distintas siglas pero nunca antes los partidos constitucionalistas habían obtenido unos resultados tan escuetos. A la espera del análisis más detenido que hagan las fuerzas políticas vascas, Urkullu ya ha pedido a Rajoy que tenga altura de miras para gestionar el camino abierto en el País Vasco y se quiera o no, el Ejecutivo presidido por Patxi López ha comenzado su cuesta abajo. A no tardar en Euskadi se comenzará a hablar de elecciones autonómicas. Solo es cuestión de tiempo.
Por Charo Zarzalejos
Tomado de www.europapress.es
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