La pareja de mujeres residente en Roma tuvo una hija mediante reproducción asistida en un país extranjero que no ha trascendido, donde también contrajeron matrimonio (el cual, sin embargo, no es reconocido por su país de origen). Con posterioridad, reclamaron ante la justicia italiana la adopción del menor por parte de la madre no biológica. Para ello contaron con el apoyo de la Asociación Italiana de Abogados de Familia y de Menores (AIAF), cuya miembro Maria Antonia Pili presentó la demanda correspondiente. Se trata de la primera sentencia que reconoce el derecho de la madre no biológica a adoptar el hijo de su pareja del mismo sexo en Italia.
El matrimonio ha expresado su satisfacción por el fallo: “Estamos felices, casi incrédulas con este resultado que esperábamos desde hace años y que representa una victoria de todos los menores que se encuentran en la misma situación que nuestra hija”. “Esperamos que esta sentencia pueda ayudar a los que se encuentran en esta situación; sugerimos a las demás parejas homoparentales que salgan a la luz”, añadieron.
La decisión judicial ha sido recibida de manera dispar por las distintas fuerzas políticas y sociales italianas. Desde el gobernante Partido Democrático (PD), el subsecretario de Estado y activista LGTB Ivan Scalfarotto la ha calificado de “histórica” y de “esperanza para las familias arco iris” y ha animado a modificar la legislación para que estos casos no tengan que ser llevados cada vez ante la justicia. El presidente de Arcigay Flavio Romani opina que se trata de una “ducha helada” para el primer ministro Matteo Renzi, que hace apenas un mes aparcaba su promesa de aprobar una ley de uniones civiles que contemplaría la adopción del progenitor no biológico, como en este caso. También Franco Grillini, de GayNet, pidió protección para los “cien mil niños hijos de personas homosexuales”.
“Un niño no es un capricho”
Del lado de los homófobos, la reacción ha sido de indignación indisimulada. La portavoz del Nuevo Centro Derecha Barbara Saltamartini ha tachado el fallo de “desconcertante con claro perfil de inconstitucionalidad”, mientras que desde Forza Italia lo califican como un “golpe de Estado contra el poder legislativo”.
Pero quizás la que ha llegado más lejos en su ataque han sido la formación derechista Fratelli d’Italia, que ha lanzado una campaña con imágenes en las que se ve una pareja de hombres y una de mujeres cogiendo por los brazos a un niño pequeño bajo la frase “Un niño no es un capricho”. Un cartel que ha llevado al responsable de comunicación del PD Francesco Nicodemo, a decir que “[llamarlo] homófobo es poco”.
La polémica, de hecho, ha ido a más en las últimas horas al anunciar el fotógrafo Oliviero Toscani su intención de denunciar a Fratelli d’Italia por el uso de la imagen, obra suya, para un fin homófobo.
Más allá de su estética atrevida (Toscani es un fotógrafo polémico, como atestiguan sus ya famosas campañas para Benetton), la fotografía se realizó en su momento para ilustrar las diversas posibilidades de familia para una publicación francesa. Fratelli d’Italia ha pedido ya disculpas por usar la fotografía sin permiso del artista, aunque no por su evidente intencionalidad homófoba al hacerlo.