Bolivia: La juventud y la participación política

Bolivia ha vivido una de las etapas más críticas desde su creación como República independiente, los cambios y crisis suscitadas en el contexto internacional y por supuesto los acontecimientos que en el contexto nacional, obligaron a realizar una nueva lectura de país, de tal modo que se dieron condiciones para reorientar la visión nacional, con […]


Autor: Leonel Retamal

Mar para BoliviaBolivia ha vivido una de las etapas más críticas desde su creación como República independiente, los cambios y crisis suscitadas en el contexto internacional y por supuesto los acontecimientos que en el contexto nacional, obligaron a realizar una nueva lectura de país, de tal modo que se dieron condiciones para reorientar la visión nacional, con capacidad de responder a las expectativas de los diferentes actores que lo componen.

Es evidente que las circunstancias han superado la capacidad de gerencia política de las últimas gestiones gubernamentales, ésta afirmación se sustenta con plena certeza que la “Agenda de Gobierno” es manejada por la sociedad civil, representada ésta por diferentes estamentos, movimientos sociales, gremios, la juventud que participa y elaboro una ley exclusiva para ellos “Ley de Juventudes” y un entramado social muy complejo, que por el propio gobierno.

Es por eso, que el devenir de la refundación y creación de un Estado Plurinacional, los derechos civiles se consagraron, los derechos fundamentales son el ejercicio de una ciudadanía plena, que es la participación de discusión, la toma de decisiones y ejercicio de acciones que derivan de las necesidades, de los proyectos que nacen en determinados grupos, y en este caso específico la juventud.

La preponderancia de participación de los grupos juveniles fue escasa, se habló mucho sobre la visión del adulto-centrismo, pensando en la lógica de la representación dominante, los jóvenes en ese aspecto fueron relegados de la participación política, pero el cambio actual está en el principio de la democracia intercultural, el elemento del pluralismo vendría a ser un instrumento para operativizar dicho principio, el elemento que va permitir hablar de igualdad entre individuos de diferentes condiciones dentro de una misma sociedad.

Es importante ver que diferentes grupos como el movimiento feminista ha impulsado la emergencia de grupos juveniles como movimientos políticos que se reconocen como sujetos de derecho pero diferenciando la heterogeneidad que caracteriza a estos grupos juveniles, en un universo de demandas, culturales, políticas, diversidad sexual, equidad de género, derechos sexuales y reproductivos, etc.

Por eso para comprender las dinámicas políticas que implican los jóvenes en la democracia intercultural es necesario delimitar los aspectos jurídicos complementados con la temática social que buscan reflejar la realidad boliviana. En el caso concreto se realiza una delimitación teórica dentro de lo que se entiende por Estado de bienestar para posteriormente desarrollar las implicancias del proceso de Asamblea Constituyente que busca consolidar el Nuevo Estado Plurinacional con el nuevo ordenamiento jurídico que se refleja en las nuevas normas, que en el caso concreto de la juventud vendría a ser la Ley de Juventudes y su reglamentación. Además del desarrollo socio-político de los jóvenes en espacios de interacción con la sociedad.

Uno de los problemas del presente en la sociedad boliviana y la explicación respecto a la activación de grupos juveniles, es el devenir de constitucionalistas del siglo XIX que sostienen que los grupos juveniles son inexistentes, hoy en día más allá que estén plasmados en la Constitución Política del Estado aprobada el 25 de enero de 2009, y que tengan un respaldo en la Ley de Juventudes tendríamos que analizar ¿cuál es el problema de la grupos juveniles en Bolivia hoy?, que los síntomas de las épocas tienen un contexto distinto, alejado de las condiciones clásicas de la formación de conceptos. Actualmente no podemos decir que la necesidad de grupos juveniles hayan cambiado la historia de la humanidad, lo que podemos asegurar es que, los grupos juveniles han surgido según condiciones concretas y objetivos concretos.

La suma de grupos juveniles que se articula para defender los derechos que inherentemente han obtenido, frente a los excesos de un Estado, de la sociedad, autoritaria, adulto-centrista y soberbia expresan determinados efectos, por ejemplo, formación de grupos activistas en defensa del agua, la denominada (Guerra del Agua en 2001), octubre del 2003 (Guerra del Gas), o en el problema del TIPNIS, como una renuncia y desobediencia que experimentó la juventud boliviana, pero al cumplir con sus objetivos concretos y determinar la recomposición, su expresión, su voluntad por el medio democrático y de expresión de libertad. Lo que para los jóvenes en la política boliviana es encontrar la libertad, fuera de las relaciones con el Estado

Es por eso que en el actual contexto democrático los grupos juveniles que vamos denominar se han orillado a un camino totalmente democrático, donde se debe jugar con las instituciones, el relacionamiento de grupos juveniles con el Estado y es la construcción de los jóvenes en la política para generar una identidad colectiva actualmente, fruto de esto es que se da debate público y la apertura de generar un orden reglamentado que es la Ley de Juventudes, y ahora un devenir de una reglamentación para dicha Ley, es lo que genera el pluralismo político que se vive y los fuertes componentes de autoconciencia de la sociedad en su conjunto, por eso no cabe duda que si queremos entender la dinámica de los jóvenes en la realidad boliviana debe estar distante de las conjeturas de la post-modernidad y aterrizar sobre los fenómenos concretos y de la lucha que están protagonizando para salir de ese escenario de crisis que están pasando.

En primera instancia es necesario mencionar que los grupos juveniles no son fenómenos recientes en Bolivia. En efecto, la historia del país se ha visto caracterizada en repetidas ocasiones por la acción política de grupos juveniles de diversa índole. Bajo el referido contexto se diferencia grupos de acción política partidaria y grupos de activistas con relación a la cultura-política pero que ambos están insertos en una matriz sociopolítico clásico.

El segundo apunte se refiere precisamente a la heterogeneidad que caracteriza a estos grupos juveniles. Como mencionábamos en la anterior párrafo, estos carecen de una de una unidad que permita referirse como a un todo. “Los grupos juveniles en Bolivia están fragmentados a lógicas específicas” Dicha heterogeneidad se refleja en la cantidad de grupos juveniles existentes, la diferencia de objetivos, fines de cada uno de ellos, la cantidad de sectores involucrados, la cantidad y variedad de demandas expresadas, la diversidad de estrategias y modos de vida, de movilización por eso hay que analizar los pormenores de cada uno de los grupos para llegar a un todo que no están a ajenas a su realidad.

En síntesis se hará referente a los grupos juveniles en general, y se considera a grupos específicos solo a modo de ejemplo. En cuanto a un promedio de periodo (2000 hasta adelante) que se vio caracterizado por una infinidad de movilizaciones de distinta índole con momentos cúspide de crisis.

Por Valeria Silva Guzmán
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