La Nueva Mayoría pone el freno de mano en discurso del 21 de mayo

Como Partido Igualdad asumimos que la larga exposición de la presidenta no aportó ninguna medida inmediata para resolver los problemas urgentes de las y los chilenos: salud, educación, vivienda, trabajo, medioambiente, entre muchos otros. Su único objetivo fue el de moderar las expectativas. O sea, poner paños fríos en las demandas justas de millones de chilenos.

La Nueva Mayoría pone el freno de mano en discurso del 21 de mayo

Autor: Sebastian Saá

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Bachelet puso el freno de mano y avisa que su gobierno no está dispuesto a encabezar un proceso mínimamente moderador de los males del modelo neoliberal, implementado por ellos mismos durante las últimas décadas.

La Nueva Mayoría, como lo repetimos durante la pasada campaña presidencial, es parte de la implementación y profundización de un sistema neoliberal cuyo objetivo es perpetuar al mercado como el único futuro posible para millones de chilenos y sus familias.

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Bachelet frena, y su gobierno empieza a cambiar de cara. Los consensos iníciales para la implementación de una Nueva Constitución, por ejemplo, comienzan a desaparecer. Las certezas son reemplazadas por las dudas y surgen discusiones sobre lo lejos y participativa que será está supuesta “Nueva Constitución”. Ahora se habla de 2015. En buen chileno, se patea el problema para el otro año. Como si ganar tiempo fuera bueno para el país.

La Reforma Tributaria, y la eliminación del FUT, transformado falsamente en niño símbolo de la evasión fiscal por los privados, también pierden seguidores. Ya el PDC, en su vocación profundamente capitalista, anuncia la necesidad de estudiar en profundidad el tema y cuestiona la tímida reforma aludiendo a que los cambios radicales podrían perjudicar la inversión. Se habla incluso de sacar los 8.200 millones de dólares de otro lado. De la gran minería no será. Sabemos que esto no podría salir sino de una aumento del IVA, que afecta a los más pobres, o de una privatización parcial de Codelco, por ejemplo.

O sea, la caja del Estado no crece. Y el gobierno se asusta de no tener plata para pagar bonos -por hijo, invierno y más- y premiar a las empresas privadas de la educación con plata para que no hagan olitas y reciban a brazos abiertos una reforma que financiará una falsa gratuidad basada en el financiamiento del lucro encubierto por parte del Estado.

En el mensaje del 21 de Mayo no hay nada nuevo. Incluso hay menos novedad que en los discursos de campaña presidencial, donde se prometía “un lucha sin temor contra la desigualdad”.

La Nueva Mayoría sigue basando su éxito en su capacidad de mantener a las masas de chilenos desconformes, inmovilizados en el sillón de su casa. Los grandes poderes económicos no están dispuestos a regalar nada y le piden al gobierno ser “responsable” y “cuidadoso”. Ellos saben que sus consejos (como los de las mafias) siempre son obligatorios. Y este gobierno no está lleno de heroínas, ni héroes. Esas son cosas del pasado.

Como Partido Igualdad, nunca creímos en la Nueva Mayoría. Chile está dominado por las dos derechas, que como las dos caras de una misma moneda, se turnan en el poder según el ritmo de las elecciones. Nuestro llamado a las organizaciones sociales es a seguir avanzando en las luchas reivindicativas propias de cada sector. No hay que esperar nada de los mismos de siempre. Lo importante, lo urgente es que cada vez más amplios sectores de nuestro pueblo se organicen y asuman el protagonismo que tienen en el futuro de Chile. Como siempre lo hemos dicho: Para que el Pueblo Mande.

Foto: David von Blohn


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