La UDI se hunde como el Titanic. Los resultados de las última encuesta Adimark arrojó las cifras de desaprobación ciudadana al partido gremialista que le otorgaron un 78% de rechazo y tan solo un 11% de aprobación. En medio de la investigación del Caso Penta, el partido fundado por Jaime Guzmán, intenta rearticularse anunciando más unidad con Renovación Nacional, mientras algunos de sus singulares personeros hacen de las suyas, sumándole sazón a esta debacle política del partido «popular» que sumerge a toda la coalición.
En ese marco, las medidas desesperadas y brazadas de ahogado se repiten, por ello es que este domingo recién pasado, un grupo de militantes de la coalición de derecha, llegó en lancha hasta la casa de veraneo de la Presidenta Michelle Bachelet, ubicada junto al lago Caburgua en la novena región para protestar en su contra y entregarle una carta.
La funa, catalogada de pelolais, ABC1, obedece sin duda, al tipo de acción que gusta a la UDI. Acciones populistas que convocan a la prensa y poco contribuyen a la problemática real. Gustavo Hasbún, polémico diputado UDI que se ha enfrascado en absurdas críticas como la discusión tuitera con Gabriel Boric a propósito de Penta, fotografiaba la performance en la décima región y las compartía en las redes sociales como una suerte de héroe, sin embargo, la protesta en lancha contra Bachelet tuvo como impacto último una lluvia de memes e ironías contra la iniciativa de la derecha.
El grupo compuesto por aproximadamente 300 personas de la Alianza, se trasladaron en lancha hasta la Playa Negra del Lago Caburgua, acción que apuntaba exclusivamente a increpar a la Jefa de Estado por su gestión en la problemática de la región de la Araucanía. Por razones de seguridad, personal de la Armada de Chile se encontraban custodiando la manifestación en el lago, mientras que personal de Carabineros custodiaba la propiedad de la Presidenta y finalmente fueron ellos quienes recibieron el documento de los avezados manifestantes. Entre ellos, se encontraban René Manuel García (RN), José Manuel Edwards (RN), Gonzalo Fuenzalida (RN), Diego Paulsen (RN), Jorge Rathgeb (RN) y Gustavo Hasbún (UDI), además de miembros de la agrupación «Paz en la Araucanía».
Jorge Rathgeb dijo que la idea era entregarle una nota a la jefa de Estado para conseguir “que la Presidenta agende de forma oficial una actividad en la Región de La Araucanía”. En tanto, José Manuel Edwards dijo: “Ella no recibió la carta, y a mi juicio es una muy mala decisión de ella. Mandó a un capitán que muy amablemente la recibió con la promesa de que se la iba entregar, pero ella sigue sin dar la cara”.
A través de un documento de 4 páginas, los miembros de la Alianza denunciaron abandono de la región por parte de la Mandataria y pidieron atención en los temas de violencia, pobreza, Ley Indígena, compra de tierras mapuches. Extraña preocupación considerando el mal manejo del gobierno anterior encabezado por Sebastián Piñera y la alianza de derecha, pues entonces, la gestión de aquel gobierno poco y nada contribuyó en solucionar los conflictos de la zona y por el contrario, la aplicación de la ley antiterrorista, la militarización de la zona, la defensa a los dueños de fundos y la presión de los sectores más radicales de la derecha, sumados a los errores de Piñera hicieron que incluso en aquel periodo, por ejemplo, la violencia en la zona aumentara en 67% con respecto a la primera administración de Bachelet.
Desde el Gobierno, José Antonio Gómez, vocero de gobierno subrogante, calificó la manifestación como «patética».