La Presidenta en su laberinto

A un año de su aplastante victoria en las urnas, la Presidenta Bachelet atraviesa un momento comunicacional, y por ende político, complejo. Pareciera ser que la caída de la aprobación en las encuestas viene a poner en duda la solidez de un liderazgo que en su momento parecía incuestionable. Pero lo que de hecho ha sucedido es que la puesta en duda del liderazgo de la Presidenta, ha generado el debilitamiento comunicacional de la misma.

La Presidenta en su laberinto

Autor: Francisco

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Estamos ante el escenario ineludible de una racionalidad superada por las dinámicas de la realidad.Lo que sostengo es que el problema es más profundo que el de cambiar a uno u otro ministro, hacer más o menos propaganda, acentuar o moderar los discursos; el problema actual de la Presidenta y la Nueva Mayoría es que el programa, que era el mínimo posible después de los estallidos sociales del 2011 y el 2012, es irrealizable – en la cabalidad de su espíritu – desde la forma de entender el ejercicio del poder que la Nueva Mayoría ha heredado de la Concertación.

Por primera vez en 40 años, tenemos un gobierno cuyo programa en lo grueso, fue levantado desde los movimientos sociales y no desde la agenda política impuesta por el duopolio comunicacional. Pero por séptima vez en cuarenta años tenemos un gobierno desvinculado orgánicamente del resto de la sociedad, que paradójicamente es la misma que posicionó los tópicos principales del programa. La cuestión es la siguiente: el capital político del programa de la Nueva Mayoría, está por fuera, y desvinculado, de la Nueva Mayoría.

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 Y es que la ampliación del espectro político no se ha traducido en el cambio de paradigma, que el pacto de la Presidenta necesita, para llevar adelante las reformas y contribuir a solucionar los problemas sociales y no meramente a administrarlos.

Es esta forma de entender la política, separada de la ciudadanía, que delega a los medios de comunicación el nexo entre la institucionalidad y los movimientos sociales,    que separa a los partidos de las grandes masas, la que explica el que hoy la derecha, cuya aprobación es inferior a la del gobierno, pueda sacar réditos políticos de la caída de la popularidad de la Presidenta. Es esta forma de entender la política, como administradora de los conflictos sociales, la que transforma la protesta social en problema y no en expresión de  voluntad popular en apoyo a las transformaciones que Chile necesita. Es esta forma de entender la política, la que explica que dentro de la institucionalidad los sectores progresistas carezcan de capital político sustantivo, y que el conservadurismo -minoritario a nivel nacional – haga valer el peso de su poder económico y sea capaz de cooptar y relativizar las reformas. Es esta forma de entender la política, que no problematiza la sintonización de los movimientos ciudadanos con los partidos, la que está llevando una reforma educacional con los estudiantes desmovilizados, cuando son la única fuerza que puede apoyar a la Presidenta en su cometido al respecto.

Es esta forma de entender la política el laberinto de la Presidenta Bachelet. Un laberinto que surge de la contradicción entre acoger las demandas de una ciudadanía que ha cambiado y las lógicas de gobierno que se resisten a cambiar. Es este laberinto el que la Presidenta debe sortear para que las reformas reformen algo. Un laberinto del que solo podrá salir derribando sus muros.

 jamadier


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