Una verdadera “cacería de brujas” es la que se ha vivido en los últimos meses al interior del CNCA. Ernesto Ottone prefiere trabajar con gente de la derecha que con quienes durante Claudia Barattini redoblaron esfuerzos para cumplir el programa de gobierno de Bachelet.
Las evidencias del giro a la derecha en el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) son claras. Ottone trajo a Fernanda Castillo, como Jefa de Gabinete, ex Jefa de Coordinación de Regiones de Cruz-Coke, Andrés Bermúdez , como Jefe de Comunicaciones quien era el ex jefe de prensa de Cruz-Coke. Recientemente al departamento de Ciudadanía se incorporó a Matías Zurita, ex jefe de Estudios de Cruz Coke.
Junto a la anterior maniobra y apoyado por sus capataces, Ottone ha realizado una ola de despidos al interior del Consejo. “ El clima de trabajo se volvió incómodo, sentíamos acoso constantemente, el hostigamiento y el miedo a que siga la ola de despidos se mantiene”, relató a El Ciudadano una fuente cercana al CNCA.
La pérdida más grande para el CNCA ha sido la de la subsecretaria Lilia Concha (MAS), quien el viernes pasado presentó su renuncia.
A la salida de la Subsecretaria Concha se han sumando una serie de desvinculaciones y re organizaciones en el equipo ejecutivo que se han llevado acabo desde la llegada del Ministro Ottone. Víctimas del giro a la derecha en el CNCA han sido el Jefe de Fomento, Gonzalo Marín, a quien sacó del cargo pues habría expresado no confiar en su gestión; el jefe de Ciudadanía, Patricio González (PPD), y de la Jefa de la sección de Territorio Cultural del departamento de Ciudadanía, Andrea Navea (MAS), quien decidió renunciar. A ellos se suma la baja de responsabilidades para Paz Undurraga, jefa de Patrimonio. Al único que mantuvo en su cargo fue a Pablo Rojas, en la Jefatura del área de Educación y quien venía de la administración de Cruz –Coke.
El Ciudadano