Tanto el ministro de Justicia, Hernán Larraín, como el Fiscal Nacional, Jorge Abbott, están en la mira luego de que se confirmara que ambos sostuvieron dos polémicas reuniones. La primera de ellas fue en momentos en que Abbott postulaba al cargo que ostenta hoy, y la segunda una vez que ya lo asumió, y en donde se abordó la situación judicial del entonces parlamentario de la UDI, Iván Moreira, involucrado en el bullado «Caso Penta».
En entrevista con La Segunda, Larraín respondió a los cuestionamientos por ambos encuentros. Respecto del primero, ocurrido en 2015, el ministro de Justicia aseguró que asistió a la reunión «solo para escuchar» los planteamientos del entonces candidato a Fiscal Nacional. «Como lo he hecho cada vez que he recibido a algún candidato, no me he pronunciado sino que lo he oído», aseguró el secretario de Estado.
Sobre el segundo encuentro, llevado a cabo en diciembre de 2017, Hernán Larraín dijo que «como jefe de comité, incluso con el jefe de comité de RN, a través del presidente del Senado, le pedimos en carta pública al Fiscal Nacional que pudiera acelerar los trámites del desafuero del senador Iván Moreira, para evitar así los problemas de quórum que suceden cuando estos procesos duran mucho tiempo».
En ese sentido, el ministro destacó que no se reunió ni con el fiscal a cargo del «Caso Penta» -Manuel Guerra- «ni con nadie vinculado a él». «Solamente pedí apurar el proceso», insistió el secretario de Estado.
Consultado por el medio sobre si le parecía pertinente solicitar que se apurara el proceso en contra de Moreira, Larraín respondió que «las mayorías democráticas se ven alteradas por el fuero y eso es delicado. Uno tiene que preocuparse porque la ciudadanía no deje de tener su debida representación en el Congreso».
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