«Somos un Partido de izquierda. Somos un Partido allendista. Somos un Partido con una historia de lucha por la democracia y la justicia social», comenzó su alocución Lautaro Carmona, destacando los valores que definen a la colectividad.
Reafirmó el compromiso con la defensa de los derechos humanos, la autodeterminación de los pueblos, y una perspectiva socialista adaptada a la realidad chilena “con empanadas y vino tinto como lo dijera Salvador Allende”.
El acto, cargado de simbolismo y memoria histórica, también fue un espacio para mostrar solidaridad con las víctimas de la represión y exigir justicia plena. Carmona hizo un llamado a aclarar las circunstancias de la muerte de Alonso Verdejo Bravo, quien falleció el día domingo durante el desarrollo de la romería en las inmediaciones del Cementerio General.
“Pedimos aquí que se aclare con precisión y transparencia total de qué se trata la pérdida de la vida de Alonso Verdejo», declaró.
Sin embargo, uno de los momentos más destacados del discurso fue su enérgica condena al reciente escándalo de los audios de Hermosilla, que revelaron graves casos de corrupción en el sistema judicial y otras entidades.
«La crisis de las instituciones del Estado a propósito del escándalo audios Hermosilla, destapa la corrupción que descompone y destruye el funcionamiento», afirmó, vinculando los hechos con la participación de figuras de la derecha chilena, como la ministra Ángela Vivanco y Andrés Chadwick.
Ante esto, Lautaro Carmona exigió una profunda investigación, subrayando que debe llegar “hasta el final, caiga quien caiga”.
En medio de este panorama, el presidente del PC, destacó la relevancia de las próximas elecciones territoriales del 26 y 27 de octubre, señalando que será una oportunidad crucial para enfrentar el avance de la derecha. «Somos partidarios de la más amplia unidad que permita detener y vencer el avance de la derecha y de su sobre representación», expresó con convicción, convocando a la ciudadanía a participar activamente en la contienda electoral que se avecina.
El discurso cerró con un llamado a la empatía y la unidad política y social, invitando a los sectores más vulnerables del país a sumarse a la lucha por una sociedad más justa y democrática, proyectando las banderas del allendismo hacia los desafíos del presente y el futuro.
Sigue leyendo: