El 28 de noviembre de 2011, dos semanas antes de que el gobierno de Sebastián Piñera enviara al Congreso el proyecto de Ley de Pesca, el entonces ministro de Economía, Pablo Longueira, se reunió con los representantes de la industria pesquera y les propuso una fórmula para dejarlos contentos respecto a las licitaciones, punto de la iniciativa frente al que los industriales mostraban oposición.
En la mencionada ley, la incorporación de licitaciones se realizaría para aquella parte de la cuota entregada a una empresa que no estuviera siendo explotada en su máximo permitido. En ese sentido, según publicó La Segunda, Longueira les planteó a los industriales que si bien el presidente Piñera consideraba que el porcentaje de las licitaciones debía ser de un 20%, él «tenía libertad de proponer un 15%».
La información consignada por La Segunda surge luego de que se conociera un correo del 30 de noviembre de 2011 en donde Luis Felipe Moncada, entonces gerente general de la Asociación de Industriales Pesqueros, Asipes, le traspasa a directivos de diferentes pesqueras el contenido y los acuerdos de dicha reunión.
En él se da cuenta de que los representantes gremiales consideraron la idea de Longueira «ingeniosa y el daño limitado», pero que no obstante esto pensaban que no podían aparecer públicamente de acuerdo con ella. «De aparecer concordando lo que se propone, se dirá por los detractores que una vez más el Estado y los particulares se han puesto de acuerdo en un tema para defender intereses», le dijeron los empresarios al ministro de Piñera. «Las licitaciones deben aparecer como una imposición a la industria», plantearon.
De acuerdo a lo que se señala en el mail, los industriales le señalaron a Longueira que «si la industria dice que está de acuerdo con las licitaciones, el proyecto no tendrá aceptación», por lo que «la industria debe aparecer como derrotada».
Orpis y Longueira desacreditados
La estrategia de fingir desaprobación frente a la propuesta de Longueira del 15% a las licitaciones permite hoy echar por tierra la defensa que han realizado algunos parlamentarios vinculados con la corrupción en la que se originó la Ley de Pesca, como el senador Jaime Orpis, quien ha señalado haber votado en contra de los intereses de la industria pesquera justamente por aprobar dichas licitaciones a las que los industriales, entre ellos Corpesca, supuestamente se oponían.
Un argumento que también usó en su favor Longueira para desligarse de las irregularidades que marcaron la aprobación de la Ley de Pesca, sostiene La Segunda, recordando que en marzo de este año el ministro de Piñera sostuvo que Orpis, así como los senadores Fulvio Rossi (PS) y Hosain Sabag (DC), fueron «vitales» para «aprobar el 15% de licitación, tema al que se oponían todos: los gremios, los industriales, los artesenales». Esto, dijo, era una demostración de que «habían votado por el bien común» y «honestamente».
Cabe destacar que en la reunión en donde se negociaron los términos de la futura Ley de Pesca participaron, entre otros, el subsecretario de Pesca, Pablo Galilea, y Fernando Mujica, gerente general de Corpesca, hoy formalizado en ese caso.