Ecuador y Venezuela fueron durante algunos años, en el siglo XIX una misma nación. Unidas en el sueño de Simón Bolívar, sus lazos históricos son ineludibles. Pero el pasado miércoles durante la visita del vicepresidente estadounidense, Mike Pence, Lenin Moreno pareció olvidar eso.
El huésped del Norte se dedicó en Quito a la injerencia abierta en los asuntos internos de Venezuela. Lenin Moreno no lo acompañó en todas sus expresiones, pero avaló la intromisión contra una nación hermana y soberana.
Pence es apenas el tercer vicemandatario estadounidense que llega a Ecuador desde 1958, fecha en que Richard Nixon visitó este país. Posteriormente, en 1984, estuvo George Bush en Quito, también con la misma investidura.
El Palacio de Carondelet, sede del Gobierno ecuatoriano, se vistió de gala, con alfombra roja incluída, para recibir a Pence. La reunión marcó el viraje de la política exterior de la nación meridional con respecto al carácter profundamente latinoamericanista que tuvo bajo el mandato del expresidente Rafael Correa (2007-2017).
«Venezuela es una dictadura», Pence delante de Moreno
Según la Agencia Pública de Noticias de Ecuador y Suramérica (ANDES), Mike Pence y el presidente Moreno coincidieron «en que trabajarán en el seno de la Organización de Estados Americanos (OEA) para buscar una solución a la situación en Venezuela, en una declaración conjunta desde el Palacio de Carondelet».
Pence señaló que algo que le preocupa a su presidente, Donald Trump, y a él es que Venezuela sea una «amenaza especial en nuestra seguridad» y «el colapso del país y las carencias impuestas por esa dictadura».
«Tenemos que pensar que es increíble que uno de los países de una con las economías más vibrantes e importantes es ahora un Estado fallido y el pueblo venezolano está sufriendo. Venezuela era rica, ahora es pobre; era libre, ahora está oprimida», afirmó el vicepresidente estadounidense.
Éxodo ¿y los migrantes centroamericanos maltratados en EE. UU.?
«La implosión de Venezuela básicamente afecta a los pueblos y también genera una miseria absoluta, y ustedes son testigos de lo que está sucediendo. El colapso de Venezuela ha generado el éxodo más grande de la historia de nuestro hemisferio», aseveró Pence.
Se trata del mismo personaje que representa a un gobierno que no sabe ni siquiera la ubicación exacta de miles de niños separados de sus padres que tratan de ingresar a Estados Unidos como migrantes.
Confirmó que para afrontar esta crisis, el Gobierno de Trump ha destinado más de 25 millones de dólares para los venezolanos que salieron de su país y más de 40 millones para respaldar los esfuerzos humanitarios en la región; de los cuales, más de 10 millones son destinados para apoyar a los migrantes y 2 millones irían directamente para apoyar «la respuesta compasiva de Ecuador».
Aseveró que esta crisis se solucionará «una vez que Venezuela sea libre» y que «el presidente Trump dijo muy claramente que EE. UU. no se va a quedar en las márgenes mientras se desgrana Venezuela. Hay que restablecer la democracia y hemos impuesto sanciones a Caracas».
«Nosotros respetuosamente instamos a Ecuador y a todos nuestros aliados en la región a que tomen pasos para aislar el régimen de (Nicolás) Maduro aún más. No es el momento de palabras, tenemos que actuar», dijo.
Agradeció el liderazgo sólido de Moreno en el tema y dijo que espera seguir expandiendo las asociaciones para restaurar la democracia para beneficio del pueblo venezolano, con su apoyo y con las naciones del continente.
Y Moreno asintió
El presidente ecuatoriano asintió a la injerencia de Pence. Dijo que las partes expresaron su preocupación por la situación económica y la crisis humanitaria en Venezuela y que Pence reconoció el esfuerzo de Ecuador de haber acogido a casi 150.000 venezolanos que debieron salir de su país.
«Sobre este tema, acordamos trabajar en la OEA a fin de promover los derechos ciudadanos y las libertades fundamentales”, confirmó.
Entre todo, intentó disimular. Manifestó que la solución en Venezuela “solo pueden llevarla a cabo los venezolanos” y recordó que su país propuso una «salida democrática» a la crisis en la nación suramericana a través del diálogo y de una consulta popular inclusiva, pero no han tenido todavía respuesta a la iniciativa.
Además, Ecuador planteó la mediación del secretario general de la ONU, António Guterres, para encontrar una salida pacífica y democrática.
Dijo que es positiva la visita de Pence y que, pese a las discrepancias, avanzarán en fortalecer la hermandad, al tiempo que dijo que expresó la voluntad de Ecuador para estrechar las relaciones bilaterales «en un marco de respeto a la soberanía, a la equidad, a la inclusión y a la amistad entre ambos pueblos».