Yo empiezo por hacerme la pregunta ¿Se necesita una nueva Constitución? Y yo me respondo categóricamente, SI. A juicio de muchos chilenos se necesita una nueva constitución y en esto no hay ninguna frigolidad ni demagogia.
Uno de los puntos fundamentales hoy día en debate y que determina la existencia del anhelo por lograr alcanzar una democracia plena, incide precisamente en el contenido de la actual constitución; porque una constitución es mucho más que una cosa jurídica. En una Constitución hay una constelación de asuntos de tipo científico, cultural, social y de normas y costumbres propias de una sociedad organizada. Una constitución es la expresión cultural de un pueblo. Es el anhelo del pueblo que se manifiesta en muchos aspectos y que rebasan lo que es el aspecto puramente jurídico.
Si se le preguntara a nuestro pueblo si está satisfecho con la Constitución actual. No nos quepa la menor duda, que no les satisface.
Yo quisiera relatar algo que es fundamental para que entendamos porqué esta Constitución no puede en el fondo, en el fondo de nuestro pensamiento, ser aceptada.
Todos los esfuerzos que se han invertido en los debates para reformarla, se justifican por que uno no puede estar satisfecho en lo esencial, No cabe duda que esos esfuerzos han dado algunos frutos, se ha avanzado y se ha avanzado de tal suerte que no es el caso negarlo absolutamente todo.
Se trata de que se responda acerca de si esta Constitución se justifica o no… y tendremos que llegar a la conclusión que la constitución actual no se justifica.
Me parece necesario recordar que cuando esta constitución llegó a aplicarse, había un régimen dictatorial generalizado en América Latina, no sólo en Chile, sino en Brasil, Uruguay y en Argentina.
Ustedes deben saber que no es una mera coincidencia, que, durante su discusión, se hablara de actas constitucionales o de actas políticas, pero fundamentalmente de las cartas institucionales.
¿Y porqué de esta coincidencia? porque no es coincidencia que en cuatro regímenes evidentemente autoritarios, si generosamente queremos llamarlos nada más que así, se hablaba de ellas, porque el origen de ellas era común y el origen de ellas era un sentido definitiva y claramente fascista. Estas actas constitucionales nacieron y fueron las herederas directas del régimen de Vichy, en Francia, durante la Segunda Guerra Mundial.
Aquel glorioso héroe de la primera guerra se transforma posteriormente en dirigente del régimen fascista de Francia. Con la acción conjunta de gobernantes y ministros, se aprueban las actas constitucionales, para apoyar el régimen de Vichy y en esas actas constitucionales se contemplan precisamente los mismos procedimientos que después se trasladan a América Latina. Estos procedimientos quedan plasmados en las actas constitucionales precedentes y en los términos de la Constitución chilena de 1980. De manera que no se nos venga a decir que esta constitución es simplemente una constitución con alguna consideración autoritaria: es una constitución de origen fascista y esta constitución de origen fascista está plasmada en una serie de actos, entre otros, en el exceso de autoritarismo presidencial.
En la Constitución de 1833 se plantea y después se restablece en la Constitución de 1925 un sistema presidencial, pero de alguna manera, esos sistemas presidenciales son defendibles, porque significaron una serie de institucionalidades en Chile. Sin embargo, la Constitución del 80, fue una Constitución a medida del dictador, que pretendía seguir gobernando; en la cual no hay sólo un presidencialismo exacerbado , sino que hay un auto presidencialismo irritante, en el cual el presidente de la República regula la formación de la ley y la determinación del contenido de las leyes en un 80%.
De manera pues que estamos en presencia de una Constitución con una generación de tipo facístoide que no la debemos aceptar.
La duda es porqué ¿Porqué se defendió? La respuesta, de quienes estuvieron involucrados en su aceptación, es fundamentalmente tratar de irla modificando gradualmente y como bien se sabe, a esta Constitución del 80 se le han hecho ciento y tantos modificaciones.
De los 129 artículos que actualmente tiene, 123 han sido modificados, pero subsisten una serie de aspectos fundamentales: por ejemplo el sistema de elección nominal y una serie de otros aspectos que no han sido modificados. Pero existen dos o tres que son fundamentales para que esta Constitución pueda considerarse una Constitución NO democrática. Yo quiero referirme a dos o tres que son esenciales y que créanme son la causa directa de cómo y porque esta constitución en su letra y su contenido actual, es irritantemente inaceptable.
Me refiero al aspecto económico, a lo que se ha denominado economía de mercado. La economía de mercado que como sistema se conoce como neoliberal y cómo este sistema neoliberal deplorablemente se ha materializado y dado como resultado un crecimiento global, pero no desarrollo, pues desarrollo implica mucho más que un mero crecimiento económico.
El régimen de economía de mercado en la forma en que está aplicado en Chile, es absolutamente inaceptable; por el egoísmo que implican los términos en que está realizado.
Sin una nueva Constitución, no habrá democracia plena en Chile. Chile jamás será dueño de su destino, jamás podrá lograr un pleno desarrollo, por mucho crecimiento que logre.
Sólo una asamblea constituyente permitirá sentar las bases de una constitución democrática. Chile nunca ha tenido una Constitución auténticamente democrática. Las cinco constituciones que Chile se ha dado, fueron producto de una crisis política; ellas jamás han sido producto de un diálogo nacional. Esta es la primera vez que existe la calma y la tranquilidad requerida para discutir en profundidad los anhelos de un pueblo que aspira a una democracia plena.
Uno de los mecanismos que existen para presionar hacia una Asamblea Constituyente es marcar el voto, para esta elección municipal. Los votos marcados no son nulos. Se escrutan como válidos, si sólo tienen una preferencia. La ley electoral N° 18700, señala que “serán nulas y no se escrutarán las células en que aparezca marcada más de una preferencia.
Por Ing. Jorge Humaña Zunino