Siria, Irak y el grupo armado Daesh (“Estado Islámico”)
Desde que el Estado islámico se extendió hasta el norte de Irak en junio del 2014, el grupo yihadista se ha convertido en el foco primario de la política regional. Pero su éxito es un síntoma de problemas más profundos que no son susceptibles a soluciones militares, incluidos los gobiernos sectarios en Siria e Irak, las estrategias militares dependen de milicias que radicalizan las poblaciones locales.
Ucrania
Puede ser que la crisis en Ucrania no es la más letal del mundo, pero ha transformado las relaciones entre Rusia y Occidente en lo peor. Más de 5,000 personas han muerto en el este de Ucrania desde que comenzó el conflicto en marzo del 2014, incluyendo cerca de 1000 víctimas más después que se declaró un alto el fuego el 5 de septiembre del año pasado. La llegada del invierno podría añadir una nueva dimensión a la crisis: La población en las regiones de Donetsk y Lugansk tendrán problemas de la calefacción, la medicina, la alimentación, están todos en escasez debido al colapso de la economía local. El liderazgo separatista ha creado pocas instituciones de gobierno que están funcionando y no será capaz de responder a cualquier emergencia humanitaria.
Sudán del Sur
El país está entrando en su segundo año de una guerra civil que, por el momento, parece seguir. Un conflicto de largo plazo entre el Presidente Salva Kiir y el ex-vicepresidente, Riek Machar, que se volvió en enfrentamientos violentos que se extendieron rápidamente a la capital, destruyendo las principales ciudades y la infraestructuras petroleras. Con las tropas de Uganda y los rebeldes sudaneses luchando junto a las fuerzas del gobierno – y según los informes, Sudán armando el gobierno y la oposición – la guerra pone en riesgo la seguridad de toda la región.
Nigeria
En primer lugar, una insurgencia brutal por parte del grupo islamista Boko Haram continúa devastando partes del norte del país, especialmente al noreste, una región muy pobre. El grupo ha incautado cada vez más territorio y sus ataques se han extendido al país vecino de Camerún y podría desbordarse a Níger y Chad. Ahora en su quinto año y sin señales de disminución, el conflicto ha dejado más de 13,000 muertos y desplazado a unas 800,000 personas.
Somalia
Mientras las ofensivas combinadas entre fuerzas de la Unión Africana y el ejército somalí, estas han resultado en pérdidas del grupo armado al-Shabab, el gobierno de Somalia sigue luchando para mantener el control en efecto. A pesar de una constitución federal provisional, las tensiones entre el presidente y el primer ministro se convirtieron en una desagradable disputa a finales del año 2014, la cual resultó en la expulsión del primer ministro. Discordia política, tanto a nivel federal como regional, amenaza a la ambición declarada de celebrar elecciones y un referéndum constitucional para el año 2016.
República Democrática del Congo (RDC)
Las reformas prometidas por el presidente Joseph Kabila, particularmente respecto al sector de seguridad, se han estancado. Aunque el año 2013 vio tropas congoleñas y un contingente especial de la ONU, los esfuerzos para desmovilizar a otras milicias han fracasado. Fuerzas congoleñas lanzaron operaciones contra las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), pero su liderazgo se mantiene y los guerreros no identificados continúan la masacre de la población en la zona.
Afganistán
Por primera vez en su historia, el cambio de mando se realizó en una manera pacífica. El presidente Hamid Karzai dejó el cargo, mientras que Ashraf Ghani fue jurado como su sucesor y Abdullah Abdullah, segundo lugar en las elecciones, se convirtió en su «director ejecutivo» en un acuerdo para compartir el poder. Sin embargo el nuevo gobierno se enfrenta a una creciente insurgencia talibán. Ghani firmó un acuerdo con Washington, que allanó el camino para que 12 mil soldados, en su mayoría estadounidenses, permanecieran en Afganistán en 2015 para realizar operaciones antiterroristas y asesorar, capacitar y ayudar a las fuerzas locales que están luchando contra los talibanes.
Yemen
El proceso político ha sido víctima de la competencia de la elite, un cambio de la relación de fuerzas a favor de los huzíes – un movimiento chií zaidí que ha arrasado en gran parte el país en el noroeste – y un movimiento separatista resurgiendo en el sur. Dado que las condiciones económicas y de seguridad se han deteriorado, la credibilidad del Estado – y la confianza en el presidente Abed-Rabbo Mansour Hadi como un mediador honesto entre facciones – se han deteriorado también.
Libia y el Sahel
La transición de Libia también se ha descarrilado y el caos se derrama por sus fronteras. El estancamiento político ha producido dos legislaturas rivales – un parlamento reconocido internacionalmente en Tobruk y un dominado por los islamistas, el Congreso General de la Nación, en Trípoli. Los asesinatos de los funcionarios y un intento de golpe de Estado dirigido por un anti-islamista, en general han dividido el país, algo que refleja la polarización regional. Sin embargo, las divisiones son más complejas que los islamistas frente a los anti-islamistas. Las luchas por la riqueza del petróleo y el gas, las rivalidades entre las milicias y las tribus, los intereses por competencia de las potencias extranjeras y los desacuerdos sobre cómo estructurar el estado post-Gadafi amenazan seriamente al país.
Venezuela
En comparación a muchos de los otros mencionados, Venezuela no es una zona de guerra o conflicto armado. La calma ha vuelto a las calles de Caracas después de los enfrentamientos entre manifestantes, fuerzas de seguridad y partidarios del gobierno que dejaron decenas muertos, sobre todo manifestantes a principios del 2014. Sin embargo, las causas subyacentes de la crisis siguen estando radicalizadas en su lugar de origen y Venezuela podría sufrir otro ataque de inestabilidad este año.
Fuente: Crisis Group / FP