En la capital griega, se celebra una manifestación en contra del acuerdo sobre el nuevo programa de rescate alcanzado por el Eurogrupo y Grecia tras 17 horas de negociaciones. Dicho acuerdo prevé una ayuda financiera de más de 80.000 millones de euros a cambio de una serie de reformas que tendrá que implementar el país heleno.
Uno de los puntos principales del acuerdo consiste en la creación de un fondo por un valor de 50.000 millones de euros al que Grecia transfiera sus activos privatizables y cuyos beneficios se utilicen para reducir la deuda. Al mismo tiempo, Grecia tendrá que realizar importantes reformas de pensiones, del mercado laboral y de impuestos, entre otros.
Para que el acuerdo se aplique en la práctica, el nuevo plan debe ser aprobado por el Parlamento griego hasta el miércoles 15 de julio, y luego será votado por varios parlamentos nacionales.
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha anunciado que se ha conseguido la reestructuración de la deuda, así como la financiación a mediano plazo, de modo que se ha «prevenido el plan que preveía la estrangulación financiera y la ruina del sistema bancario».