Hace unos minutos efectué una presentación en la Fiscalía Federal del Dr. Federico Delgado, a los efectos de que se investiguen ciertos modos operativos del grupo Macri, en los que siempre intervino el actual Presidente de la Nación, aún desde 1982.
Ya que se hizo el distraído sobre la off-shore Fleg Trading, que según él no habría tenido actividad alguna, mostrando además su ignorancia sobre la operatoria de estas off shore, que no se utilizan precisamente para operaciones transparentes, voy a transcribir algunos datos de la presentación de hoy. A los efectos de no cansar a los amigos del Facebook con el texto completo del escrito judicial, transcribo lo que puede interesar para el conocimiento público.
ISIN S.A.
Esta empresa fue constituida con un capital insignificante, el 4 de diciembre de 1981 (B.O.17-12-81) siendo sus accionistas Cristiano Ratazzi y Pablo María Sabatini. El directorio encabezado por Ratazzi, estaba además integrado por Ángela Josefina Macchi de Afeltra, y el Síndico era el Dr Alfredo Lisdero, quien fue síndico de todas las empresas de Macri. El domicilio legal de la sociedad, era el estudio Lisdero, en la Avenida Corrientes 545, piso 7°. CABE RECORDAR QUE YA SE HABÍAN AUTORIZADO LOS PRIMEROS SEGUROS DE CAMBIO.
A las pocas semanas de su constitución, recibió un préstamo de Impresit Sideco (empresa del grupo Macri) para comprar acciones de esta compañía, lo que resulta una operatoria inusual y fuera de las prácticas habituales del mercado.
En marzo de 1982, obtuvo un préstamo del Banco del Gotardo (Lugano- Suiza) por 15.300.000 dólares que fue utilizado en comprar nuevas acciones de Impresit Sideco, resultando extraño que una empresa sin capital, ni avales ni garantía alguna y recientemente constituida recibiera semejante crédito. A los efectos de garantizar el pago del préstamo se pidió seguro de cambio por la suma adeudada.
Esas acciones compradas con el préstamo del banco suizo fueron transferidas en su totalidad a Franco Macri el 31 de diciembre de 1982, por la suma de 15.750.000 dólares. Es decir, Macri vendía por un lado y compraba por el otro las mismas acciones a través de esa sociedad sin otra actividad que el negocio accionario.
En septiembre de ese año el Banco del Gotardo, transfirió la deuda de ISIN a la Compañía Americana de Obras Civiles S.A. (CADOCSA), una off-shore de la ciudad de Panamá, e integrante del Grupo Impresit Internacional BV. Finalmente, ISIN, cedió a Fiat Concord, el crédito a su favor que tenía con Franco Macri por la venta de las acciones de Impresit Sideco, y Fiat se hizo cargo de la deuda que ISIN tenía con CADOCSA por 15.300.000, y del activo inexistente de esa empresa fantasma, creada deliberadamente para beneficiarse del seguro de cambio que había contratado, cuando tomó el préstamo del Banco del Gotardo. Demás está decir que Fiat Concord era de los Macri.
El enmarañado entramado societario estructurado para beneficiarse con el seguro de cambio, fue puesto en evidencia por los auditores del Banco Central que investigaron a esa empresa, quienes demostraron la relación existente societaria, aunque ISIN, negó estar vinculada a CADOCSA. Sin embargo, las pruebas eran contundentes:
a) CADOCSA (Impresit) ofreció a Fiat Bonos externos por 6.339.101 dólares en calidad de préstamo, sin cobrar intereses, en dos operaciones. Una por 793.098 dólares, y la otra por 5.546.003.
b) El domicilio que tenía CADOCSA, Apartado 850, Panamá 1, república de Panamá, era el mismo de otra empresa del grupo Fiat, Marketing and Management Services Corp (MMS), tal como fue consignado por Fiat Diesel en su presentación al Banco Central.
c) Fiat Concord, tenía el 99% de las acciones de Fiat Diesel
d) Se probó documentalmente la relación entre Fiat Diesel, Fiat Concord e Isin
e) Dos directores de Fiat, Pablo María Sabatini y Angela Machi de Afeltra, también eran directores de Isin
f) El Síndico de Isin, Alfredo Lisdero, era síndico de Fiat, y de otras empresas no muy conocidas del grupo Macri.
A pesar de las advertencias planteadas en su momento por los investigadores del Banco Central, sus conclusiones no fueron tenidas en cuenta, y el Estado nunca recuperó las sumas que debió afrontar con motivo de los seguros otorgados, ni hubo instrucciones por parte de las autoridades económicas para que se recuperaran las sumas que se habían pagado.
A los efectos de poner en marcha los mecanismos habituales, que tienen muchos grandes empresarios para apropiarse de fondos públicos, es necesario que puedan contar con una arquitectura societaria que les permita, eludir cualquier posible investigación. De allí que se constituyan empresas fantasmas, sociedades off shore, y otras de actuación pública conocida, como una forma de evitar que lleguen al conocimiento público desde operaciones irregulares, hasta la comisión de delitos en perjuicio del Estado. Estas formas de operar no resultan una novedad, y es así que no es difícil comprobar, como ciertos entramados societarios se han construido con el único propósito de evadir responsabilidades legales y económicas, siendo difícil llegar hasta los artífices de tales maniobras, que siempre cuentan con especialistas que los asesoran de cómo deben manejarse para evitar ulteriores dificultades en caso de que a algún organismo público, decida proceder a realizar algún control de rutina sobre ciertos conglomerados empresarios.
La Sociedad Grumafra
En pleno proceso de la estatización definitiva de las deudas privadas que se efectuaría en 1985, Francisco Macri y Mauricio Macri, constituyeron dos sociedades cuyos nombres nunca tuvieron estado público. Nos referimos a Mainfra Inversora S.A. constituída el 3 de julio de 1985, entre Franco Macri y Mauricio Macri y con un directorio integrado por José Haiek, Justo Solsona, Jorge Blanco Villegas y como síndico el referido Dr. Lisdero, también sindico de la empresa fantasma ISIN S.A. El mismo día y con los mismos integrantes se constituyó Grumafra Inversora S.A, con el mismo directorio y sindicatura. Ambas con domicilio en Eduardo Madero 940, piso 15
Aunque la sociedad Grumafra Inversora S.A., fue constituida por el grupo Macri, para canalizar las diversas actividades del grupo, y no fue parte del proceso de estatización de la deuda privada, como sí ocurrió con Sideco Americana S.A., Sevel y Fiat; sería parte de una operatoria no conocida del grupo, que tomó estado público con motivo de la difusión de los célebres “Panamá Papers”
Esta sociedad fue inscripta en la Inspección General de Justicia bajo el número siete mil treinta y tres, libro cien, Tomo “A” de Sociedades Anónimas. (Anexo foja 001), estando constituido su directorio por Francisco Macri, Mauricio Macri, Gianfranco Macri, Mariano Macri, Sandra Macri y Adolfo Lazara.
Días después se constituyó Socma Americana S.A inscripta en la IGJ bajo el número siete mil treinta y cuatro, libro cien Tomo “A” de Sociedades Anónimas, estando integrada por Francisco Macri, Mauricio Macri, Arturo Lisdero y otros. Como veremos siempre se repiten los mismos nombres
El 9 de octubre de 1995, entre las sociedad Grumafra y Socma Americana, ambas del grupo Macri por Acta de Directorio de GRUMAFRA INVERSORA SA se resuelve crear Owners do Brasil Participacoes, con domicilio en San Pablo, y cuya participación accionaria se integra 99% Grumafra y 1% Socma, con un exiguo capital social de un mil reales (R$ 1.000), el que es posteriormente elevado a ONCE MILLONES TRESCIENTOS SESENTA MIL REALES en acciones que Socma Americana tiene en una sociedad denominada Sielin do Brasil S.A.
En mayo de 1996 Grumafra deja esa denominación y pasa a llamarse Socma S.A. e integrada en su totalidad por la familia Macri, incluido naturalmente el Ingeniero Mauricio Macri. En una de las reuniones de directorio realizadas en 1998 se otorga poder a varias personas, entre ellos el Sr. Norberto Jannuzzi Raffo, quien es simultáneamente apoderado de FLEG TRADING LTD, empresa que el Presidente de la Nación no denunció entre sus bienes, manifestando que carecía de actividad alguna.
Como surgiría de algunos detalles que ya obran en la justicia federal, Fleg Trading compró acciones de Owners empresa del grupo Macri, pagando alrededor de 9.340.000 dólares, lo que hace suponer que su capacidad económica y sus actividades venían desarrollándose exitosamente al tener el dinero suficiente para tal compra accionaria. A su vez eso vuelve a desmentir la supuesta inacción de Fleg Trading tal como lo sostuviera el Presidente Macri.
Repitiendo la operatoria realizada en 1982 con ISIN, una sociedad de Franco y Mauricio Macri Fleg Trading, le compran a otra sociedad de los mismos Socma Americana S.A. acciones de Owners que ellos mismos controlaban. No existe ninguna explicación verosímil, sobre el hecho de que una sociedad, que no tuvo actividad como Fleg Trading, y con un capital exiguo, haya podido contar con más de 9.000.000 millones de dólares, para hacer una triangulación de compra de acciones entre los mismos participantes societarios que habría que seguir investigando a los fines de desentrañar el objeto de tales negocios, y ver que existe atrás de tales combinaciones que el Presidente Macri no ha declarado, como tampoco la existencia de un importante capital en la empresa que le permitió efectuar una compra accionaria, donde lo insólito es ver que los Macri se compran a sí mismos a través de los negocios que se han descripto.
El sospechoso entramado empresario, que el Presidente Macri, ha omitido en sus declaraciones, excede la omisión maliciosa de activos, y puede comprender la posible comisión de otros ilícitos, debido a lo cual todos los elementos que puedan aportarse y que contribuyan al éxito de la investigación deben ser considerados.
Como lo manifestáramos en los puntos precedentes, existe una sospechosa analogía entre lo que es objeto de la presente denuncia, con la operatoria realizada entre 1981 y 1982, con otras sociedades del grupo Macri, de las cuales el Presidente de la Nación era participe, y fueron parte de una descomunal defraudación al Estado. En ese momento también aparecieron off- shore, en este caso con domicilio en Panamá para blanquear determinadas situaciones societarias y el modus operandi siempre fue el mismo. De allí que la sorpresa manifestada por el Presidente, respecto a esas operaciones, no se condice, con la forma en la que el grupo empresario del que forma parte desde hace varias décadas, ha manejado sus negocios.
Esto debe servir para reflexionar sobre supuestas honestidades que no son tales, y los manejos espurios de empresarios, que además de fugar dinero, evaden impuesto y realizan actividades que después no declaran, y fingen haberlas olvidado.
Alejandro Olmos Gaona