Los representantes de Chile han sido «invadidos de una amnesia colectiva»

Este miércoles fue el turno de Bolivia para presentar ante la Corte Internacional de Justicia sus argumentos a favor de negociar con Chile una salida soberana al Pacífico.

Los representantes de Chile han sido «invadidos de una amnesia colectiva»

Autor: Marta Ubeda

Monique Chemillier-Gendreau La Haya

Bolivia presentó esta mañana sus alegatos defendiendo la competencia de la Corte Internacional de Justicia para aceptar la demanda boliviana presentada en 2013 para negociar con Chile una salida soberana al Pacífico.

Este lunes la delegación chilena abrió la ronda de alegatos apelando repetidamente a que el conflicto limítrofe fue regulado en el Tratado de 1904 y en el Pacto de Bogotá, y que el organismo internacional no tiene competencia para intervenir en este asunto particular.

Esta mañana fue el turno de la delegación boliviana para defender ante la corte su argumentación de por qué es legítima su demanda marítima. La intervención que más ha trascendido ha sido la de la abogada francesa Monique Chemillier-Gendreau, jurista especializada en derecho internacional.

Gendrau fue la terera en intervenir en La Haya después de Eduardo Rodríguez Veltzé y del también francés Mathias Forteau. Durante su intervención, la jurista acusó a los representantes de Chile de haber sido «invadidos de una amnesia colectiva» por haber olvidado los compromisos que este país tiene con Bolivia para negociar una salida soberana al mar.

«Chile intenta llevarnos a un malentendido sobre los compromisos que son objeto de la cuestión«, acusó la abogada recordando que el Tratado de 1904 al que apela continuamente la argumentación chilena no abordó de manera definitiva y tajante la demanda marítima de Bolivia.

Tras dos días de apelaciones y argumentos a favor de uno y de otro bando, destaca entre todos los discursos ofrecidos ante la Corte, el de la abogada francesa Monique Chemillier-Gendreau por el uso de terminologías distintas que han llamado la atención de todos los allí presentes.

«También trata Chile de orientar a la Corte hacia una percepción alucinatoria de lo que a él mismo le afecta, es decir, que se ve cegado sin duda por la luz del desierto de Atacama que en otro tiempo fue boliviano«, afirmó la jurista ante el tribunal.

En cuanto a las apelaciones chilenas basadas en el Tratado de Paz y Amistad firmado en 1904 y al artículo VI del Pacto de Bogotá, la jurista defensora de la argumentación boliviana declaró: «Chile ve un espejismo con dos obstáculos ante su competencia de la Corte y, sin embargo, esto es propio de los espejismos, puesto que estos se desvanecen ante la realidad. Así, los obstáculos inventados por Chile no tienen más realidad que las rosas de Atacama emanadas de la imaginación de Luis Sepúlveda, estas rosas florecen una vez al año y luego el sol de mediodía las calcina«.


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