Lucha y resistencia: Cumbre de los Pueblos se instaló cerca del poder legislativo para rechazar al encuentro del G20 en Argentina

Una agenda variada de lucha y resistencia confrontará a los Estados Unidos

Charilin Romero

29/11/2018 3:06pm

Más de un centenar de organizaciones sociales instalarán este jueves la contracumbre del G20 denominada Cumbre de los Pueblos y la jornada que inicia este jueves se extenderá hasta el 30 de noviembre, actividad que ha sido organizada como la antesala a la marcha que se efectuará en Argentina.

Luego de que la Cumbre de los Pueblos estuviese ayer en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, está ha decidido ocupar las calles donde está localizado el poder legislativo del país mediante conferencias, conciertos y charlas con la participación de dirigentes de diversos dirigentes del mundo.

Entre los temas a debatir en la sesión del pueblo en la calle está: ¿cómo parar el avance de la derecha de la región, el ajuste?, jornada de lucha y resistencia contra un grupo de potencias que solo priorizan a las grandes transnacionales y a las empresas, dijeron sus organizadores.

En las carpas blancas ubicada en los lugares que bordean el Congreso, se debatirás temas como el de la soberanía alimentaria, el del grupo de feministas, otra sobre migración. Además, habrá sucederá un seminario Internacional donde tejerán alternativas políticas diferentes a las que impulsa el G20, y otra más sobre soberanía popular.

La Cumbre de los Pueblos se lleva a cabo para rechazar la política imperial de los Estados Unidos y sus aliados

El cierre de la cumbre está previsto para la noche y después sesionará un festival de los pueblos con varios artistas invitados hasta entrada la madrugada. Para este viernes, se tiene agendado que 100 organizaciones y movimientos sociales, partidos de izquierdas y voces de varios sectores confluyan en la gran marcha de repudio a las políticas del G20 con varias consignas, entre ellas «fuera Trump y Bolsonaro», «no al ajuste, la entrega y la represión», entre otras.

La organización Confluencia fuera G20 y FMI, hizo un llamado a todos los sectores a unirse a la manifestación contra Trump y sus políticas denigratorias contra la región y el mundo.

«Ante las propuestas de saqueo, militarización y endeudamiento que proponen, los pueblos planteamos una cumbre para debatir otro modelo de vida. Nuestros sueños no caben en sus reuniones presidenciales», indicaron.

Mandatarios llegan a Argentina

Según el diario El Clarin, varios líderes mundiales llegaron a Buenos Aires; sin embargo la tarde de este jueves arribarán al territorio suramericano, los mandatarios de Estados Unidos y China. Mientras que Vladimir Putin lo hará este viernes.

El presidente francés, Emmanuel Macron, mostró su complacencia al pisar suelo argentino anoche y su agenda comenzó a cumplirse, cuya razón cenó en una parrilla famosa de Puerto Madero. En las primeras horas de este jueves en una librería tradicional de Barrio Norte, visitó la fundación Borges y estuvo con la viuda del escritor, María Kodama. Además de realizar un recorrido.

Mandatario francés en su visita por la biblioteca

Los presidentes más odiados

Entre los mandatarios y lideres más indeseables en la política mundial se hallan el príncipe Mohamed Bin Salman, hombre fuerte del régimen saudí y quien es el máximo responsable de la guerra en Yemen. Además, está implicado en el secuestro, tortura y asesinato en Turquía del periodista saudí Jamal Khashoggi.

Aunque no le importará la demanda presentada contra él ante los tribunales argentinos, le interesará poco quién quiera o no estrecharle la mano. Es posible que tenga una reunión privada con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan que podría ayudar, tal vez, a reducir la tensión entre ambos países.

No obstante, a este rey le podría indignar que Putin, enemigo de Arabia Saudí porque en la guerra de Siria se alineó con el régimen de Bachar el Assad y con Irán, le pregunte “por qué asesina a periodistas en territorio extranjero”.

Otro invitado al que nadie aprecia, solamente sus familiares, y que posee ánimo belicoso, es Emmanuel Macron, presidente de Francia, quien sueña con convertirse en el máximo exponente de la lucha contra el cambio climático y por eso, sus escapulas se le saldrán si lograse un intercambio dialéctico con Donald Trump, creyendo que el mandatario norteamericano cederá a cumplir sus solicitudes, cuyo pronóstico por los expertos es que trabajar para evitar los daños ambientales significaría una reducción del 10% de su economía.

Para Trump, el más despreciado por gobiernos aliados y no alineados, ha sido la cena privada que mantendrá el viernes con el presidente chino, Xi Jinping, puesto que ambos están reñidos por los aranceles, a causa de que el mandatario estadounidense impuso impuestos afectando la industria dela nación asiática, mientras que la agricultura de Estados Unidos va en picada y la economía mundial se desacelera.

Trump en esta reunión va destinado a lograr la firma del acuerdo de libre comercio de América del Norte (Nafta) entre Estados Unidos, México y Canadá y a obligar a la Unión Europea y Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) para la firma de un acuerdo, esto está en veremos.

Si invaden a Venezuela «comenzaría la guerra de los cien años», advirtió Chávez

Tensión en la región

Las sociedades del mundo se han visto dominadas por pocas manos y estos líderes que mantienen la hegemonía en el planeta se reunirán este viernes en Buenos Aires en la denominada Cumbre del G20, encuentro que nunca genera soluciones a los problemas reales de los pueblos y revela las fracturas más amenazantes para la extinción de la humanidad.

Este encuentro presidido en esta oportunidad por Argentina se inclina al vil fracaso de evitar la guerra comercial entre Estados Unidos y China y la incredulidad de Donald Trump respecto al cambio climático, que podría derivar en un fracaso que implica la miseria, la muerte de millones de personas, incluso la sobrevivencia de la humanidad.

Además, esta cita se torna peligrosa para la paz de la región suramericana, en un momento político e histórico donde se ha vislumbrado abiertamente las pretensiones de las corporaciones norteamericanas del petróleo de «querer echar manos a los recursos que subyacen en la Faja petrolífera del Orinoco», así como del oro, el agua, el gas y otros recursos, sin menospreciar hasta el carácter espiritual de cada ciudadano.

Como nunca antes Venezuela había sido amenazada por un Jefe de la Casa Blanca de manera directa, puesto que los gobiernos anteriores sirvieron a los intereses imperiales, pero esta vez es distinta la lucha del pueblo de Bolívar que ha tenido un aguante increíble tras padecer una feroz guerra económica, un bloqueo comercial, el sabotaje a las empresas estatales, golpes de Estado.

Así mismo padecen de una censura mediática, sanciones económicas y persecuciones políticas en cada rincón del planeta, sin importar su clero político. A esto hay que sumarle las declaraciones de Trump de hacer uso de su poderío militar para doblegar a la revolución bolivariana y el deseo de sus pobladores de preservar la soberanía y su autodeterminación en libertad.

De la cumbre de los autodenominados poderosos del mundo, dependerá la estabilidad de la región más rica del mundo en todas sus áreas. Este espacio donde se verán la cara los mandatarios participantes permitirá que una vez más, reconozcan el rostro del homólogo que no toleran y allí surgir el nuevo orden político que regirá al orbe. ¿Qué pasará se en esta cumbre se consolida la idea ambiciosa de Trump de invadir a Venezuela?.

Piedad Córdoba, declaró a Últimas Noticias en 2017, «Si invaden a Venezuela la región se prende«; quiénes fijarán posición en la lucha libertaria como lo hicieron los grandes héroes hace más de doscientos años. En el 209 Hugo Chávez, presidente de Venezuela y líder de la Revolución Bolivariana, en su programa dominical de televisión expresó que, de ocurrir un conflicto militar, se desataría la “guerra de los cien años”.

“Aquí comenzaría la guerra de los 100 años y esa guerra se extendería por todo este continente. ¡Sépanlo!», advirtió Chávez para ese entonces.