Shirley Sotloff, madre del periodista freelance de 31 años Steven Sotloff, es la primera estadounidense en efectuar un pedido de este tipo por un ciudadano de ese país secuestrado por islamistas, además de reconocer la autoridad de Abu Bakr Al Baghdadi.
“Le envío este mensaje a usted, Abu Bakr Al Baghdadi Al Quraishi Al Hussaini, califa del Estado Islámico. Soy Shirley Sotloff. Mi hijo Steven está en sus manos. Usted, el califa, puede otorgar una amnistía. Le pido por favor que libere a mi hijo. Le pido usar su autoridad para salvar su vida”, dice la mujer en el vídeo difundido por el New York Times.
Sotloff fue secuestrado hace un año pero el hecho no había sido revelado por la prensa. Su nombre surgió la semana pasada cuando el EI lo identificó como el próximo rehén que sería ejecutado, tras el brutal asesinato del reportero James Foley, cuya decapitación publicada en internet el 19 de agosto conmovió al mundo.
Abu Bakr Al Bagdadi, proclamado califa del territorio conquistado por el EI en Siria e Irak, ha instado a todos los musulmanes a que le obedezcan, aunque por el momento su autoridad no es reconocida fuera del Estado Islámico.
La cuestión de los rehenes estadounidenses en Irak y Siria volvió a los primeros planos con la ejecución de Foley.
La Casa Blanca reaccionó de manera prudente al pedido de Sotloff, afirmando que era “entendible” teniendo en cuenta la “desesperación” de la mujer por la “seguridad y bienestar de su hijo”, según el vocero Josh Earnest.
“Nuestros pensamientos y oraciones están con la familia de Sotloff en este difícil momento”, señaló Earnest, agregando que el presidente Barack Obama no había visto aún el video.
En medio de la creciente preocupación, otro periodista estadounidense, Peter Curtis, fue liberado el domingo tras permanecer casi dos años secuestrado en Siria por un grupo vinculado a la red terrorista Al Qaida conocido como Frente Al Nosra.
De regreso a su hogar en Cambridge (Massachusetts, noreste de EEUU), Curtis afirmó este miércoles estar “profundamente emocionado” por los esfuerzos realizados por “cientos de personas” para salvar su vida.
“Me he enterado poco a poco que ha habido literalmente cientos de personas valientes, personas decididas y de buen corazón, trabajando en todo el mundo por mi liberación. Han estado trabajando dos años en esto. No tenía idea de ello cuando estaba en prisión. No tenía idea de que se estaba haciendo tanto esfuerzo por mí”, dijo.
“Estoy emocionado por otra cosa: que personas completamente desconocidas se acercan a mí y me dicen ‘estamos contentos de que estés en casa. Bienvenido”’ (…). A todas esas personas, un enorme gracias de corazón, desde lo más profundo de mi corazón“, agregó.
Curtis había sido capturado poco después de haber entrado en Siria en octubre de 2012 y fue liberado después de que las autoridades de Catar negociaran con los milicianos del Frente Al Nosra.
Según la familia de Curtis, el gobierno catarí ha asegurado que no pagó un rescate para liberarlo.
Estados Unidos mantiene una política de no pagar para liberar a sus ciudadanos secuestrados, explicando que de hacer eso pondría en peligro a los estadounidenses en el mundo entero.
Un estadounidense que estuvo secuestrado con Curtis y que logró escapar el año pasado, Matt Schrier, contó en una entrevista a la televisión, las torturas sufridas por ambos y cómo logró fugarse dejando atrás a su compañero de celda, que no logró pasar a través de una ventana.
Washington no brinda cifras oficiales sobre el número de secuestros, que en muchos casos no son publicados por la prensa como medida de seguridad, a pedido de los familiares.
Según la prensa, una estadounidense de 26 años no identificada y un hombre también están en manos del EI.
Además, otro periodista freelance, Austin Tice, también sería rehén del Frente Al Nosra, según el Washington Post, diario para el cual colabora a veces.