La canciller Susana Malcorra fue propuesta oficialmente por el presidente Mauricio Macri para ocupar el cargo de Secretaria General de la Organización de las Naciones Unidas. A pesar de estar dedicándole su agenda a la campaña que recién finalizará en octubre, la diplomática aseguró que sólo renunciará a su puesto en el Estado si es elegida en la ONU. De esta manera, con total apoyo del presidente Macri, la canciller utiliza recursos y estructura del Ministerio de Relaciones Exteriores para perseguir su objetivo de reemplazar a Ban-Ki-Moon.
«Yo voy a seguir siendo la canciller hasta el momento en que haya una definición, si se diera a mi favor, en Naciones Unidas. Esto no va a ocurrir antes de octubre, en los próximos meses van a tener canciller trabajando a full como hasta ahora», indicó.
Sin embargo, los hechos demuestran lo contrario. Por ejemplo, la canciller estuvo en estos últimos días, primero en Líbano, después en Londres y ahora en Pekín. Gran Bretaña y China son dos países que forman parte del Consejo de Seguridad de la ONU y que tienen poder de veto, sin los cuales Malcorra no podría llegar a ser elegida Secretaria General. Durante este año, los presidentes de Francia y Estados Unidos visitaron la Argentina, ambos países con poder de veto, al igual que Rusia, lugar que la canciller visitó recientemente.
Medios de prensa analizan que la visita al Líbano, en donde recorrió campos de refugiados sirios, fue para la foto de la campaña, ya que es una actividad típica de un Secretario General de la ONU.