Casi como queriendo pasar desapercibido, jugando a ser independientes, hemos podido ver en el transcurso de esta campaña municipal, quizás una de las más tibias que nos ha tocado presenciar, que los candidatos no han querido aparecer dando cuenta de su militancia ni tampoco de ser acompañado por figuras públicas, salvo con contadas excepciones.
La crisis de legitimidad de las organizaciones políticas ha provocado que muchas de ellas y sus candidatos hayan determinado esconder sus prendas originales, tomando el camino de usar ropajes de la independencia. Esto a pesar de que «aunque el mono se viste de seda, mono queda».
En medio de este contexto, el candidato a concejal por Cartagena Marcos Duque (PS), quiso marcar diferencia frente al resto de competidores haciéndose llamar «el concejal de la presidenta» y poniendo en sus afiches la imagen de la Mandataria. Quizás el único que se hace parte y reconoce como miembro del famoso 15% de apoyo que ostenta Bachelet.
«Esto partió bien al principio de la candidatura. A mí me chocó esta deslealtad de los políticos tradicionales con la presidenta Bachelet, basta recordar que la mitad de los parlamentarios elegidos tenían su foto junto a Bachelet cuando ella contaba con el 80% de apoyo», señala Duque al momento de explicar, en conversación con El Ciudadano, sus intenciones al presentarse de esta forma en la campaña para acceder al Concejo Muncipal del populoso balneario.
Duque, militante del Partido Socialista y miembro de la tendencia Izquierda Socialista al igual que el precandidato presidencial Fernando Atria – quién también le manifestó su apoyo-, señala que «Fue una especie de provocación en la que digo hay que estar con la Presidenta hasta el final. Por eso hice el afiche para facebook y recibí muchos más likes del promedio».
Al ser consultado de las repercusiones de su insólita campaña, Duque señala que tras la publicación de los primeros afiches «me llamaron un periodista y un sociólogo quienes me señalaron que primero no estaba tan equivocado – considerando que este afiche lo preparé posterior a la CEP – y a la vez me expresaron lo conveniente de la estrategia puesto que el 15% que le otorgan a Bachelet las encuestas es claramente el voto duro de la Mandataria«.
«No existe un personaje político hoy en día que tenga un voto tan uro como el de la presidenta Bachelet», enfatiza Duque al respecto.
«Lo primero fue lealtad y provocación, luego vino la estrategia. Y de hecho lo consolidé porque tengo todos mis afiches con ella», recalca Duque al ser consultado si más que un acto de lealtad política pasaba por un estrategia electoral, y agrega que «incluso se me acercó el grupo «Michelle estamos contigo» e incluso fuimos a La Moneda para su cumpleaños»
Ahora dentro de su partido la cosa fue diferente. En un primer momento recibió algunos comentarios escépticos, para luego al ver como avanzaba la campaña comenzaron a venir los palmetazos en la espalda. Incluso de quienes no esperaba.
«Dentro del PS recibí las felicitaciones de quién creía sería el que menos lo haría: Camilo Escalona. Me dijo que era una buena estrategia, y aunque la consideraba una acción arriesgada, considerando el momento, pero que al final de cuentas resultó», señala Duque a modo de cierre de la conversación con este medio.
Una nota curiosa para unas municipales que se caracterizaron por la falta de imaginación de las candidaturas acostumbradas a contratar por grandes cifras a agencias que transformaron la política en otro nicho publicitario. Quedará tiempo para evaluar como le fue a esta estrategia.
José Robredo H.
@joserobredo
El Ciudadano