Marcos Peña está exultante. Durante el período final de las elecciones, fue señalado, muchas veces como el responsable de que Mauricio Macri estuviese por debajo de su contendiente Daniel Scioli. E incluso, que después de las PASO haya perdido un importante caudal de votos. Se le señalaba que su búsqueda de “purismo” PRO sumado a una fe ciega en Durán Barba – el ahora mítico asesor ecuatoriano de Mauricio Macri – habían sido los responsables de los traspiés del PRO en Santa Fe y de la ajustada victoria en el ballotage de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en dónde Horacio Rodríguez Larreta derrotó a Martín Lousteau por un ajustado margen.
Sin embargo estos pronósticos fracasaron y con la categórica derrota del FPV en la provincia de Buenos Aires, Marcos Peña quedó entronizado como el gran héroe de la jornada, o mejor dicho como el gran estratega. Es que los resultados no son menores. Por más que hayan quedado abajo de Daniel Scioli por 2 puntos, sorprendieron a todos los encuestadores y analistas, alcanzando un 34% de los votos cuando nadie esperaba más de un 28-29%. Sumado a ese excelente elección, el PRO se quedó con la provincia de Buenos Aires, terminando con 32 años de gobiernos peronistas.
Consultado sobre si tenía alguna teoría acerca de este giro inesperado en los resultados electorales, Peña destacó que “Hubo 2 millones de votos nuevos. Las opciones eran Cambio y continuidad. Y nosotros sabíamos que un 60% quiere cambio. Nosotros somos la mejor alternativa para el cambio. Conversamos uno a uno, nunca paramos y sumamos muchas voluntades”.
Así mismo dió una clara definición sobre el resultado en la provincia de Buenos Aires destacando que “mucha gente fue que no había ido, por la poca comprensión de la PASO. La provincia se movilizó contra la posibilidad de que Aníbal fuese gobernador. Hay un par de componentes en el voto. hay gente que nos votó no estando convencida, lo reconocemos y trabajaremos para eso. Nos obliga a seguir creciendo”.
Refiriéndose al eje de la campaña Marcos Peña dejó una interesante reflexión afirmando que “El centro de gravedad de la política, es el votante. No la rosca, o el acomodo dirigencial. Es una forma de trabajar que vamos a seguir teniendo cuando ganemos. El votante es el jefe. Te va enseñando muchas cosas. Dónde están los sueños, las angustias, las esperanzas”. Así el camino de la fuerza Cambiemos parece concentrarse en el contacto directo con los electores, interpretando sus intenciones y trabajando para que el votante reconozca esto en los candidatos de su fuerza.
Consultado sobre la posibilidad de ganar la segunda vuelta, peña remarcó que “Nuestro mandato es gobernar y construir mayorías, estamos en condiciones de representar a más gente de las que nos ha votado”.