Desconcierto entre las autoridades estadounidenses y británicas causó la última arremetida del sito web Wikileaks, el cual publicó, el viernes pasado, más de 400 mil documentos privados del Ejército Estadounidense que revelan que el conflicto bélico en Irak causó 285 mil víctimas y al menos 109 mil muertos entre el 2004 y fines del 2009.
Los secretos documentos obtenidos por WikiLeaks, revelan acusaciones de abusos, torturas y desapariciones protagonizadas por el Ejército Estadounidense en contra de miles de irakies durante la Guerra de Irak. Según los mismos informes, el 65% de los fallecidos eran civiles.
Después de conocerse esta información, una gran presión internacional se volcó contra el gobierno de los Estados Unidos. Tal es el caso del gobierno británico que a través de su viceprimer ministro, Nick Clegg, aseguró que estas denuncias son extremadamente graves y que deben investigarse a la brevedad. Clegg, también aseguró que los soldados británicos involucrados en las denuncias deben ser investigados a fondo.
Por su parte, la organización humanitaria, Human Rights Watch, aseguró que Irak debe perseguir a los responsables de las torturas y que Estados Unidos debe investigar si es que efectivamente los militares estadounidenses infringieron el derecho internacional al entregar miles de prisioneros iraquíes a las autoridades locales, pese a estar concientes del riesgo de tortura. Joe Stork, vicedirector de Human Rights Watch en Medio Oriente, declaró que «Estas nuevas revelaciones muestran que la tortura por parte de las fuerzas de seguridad iraquíes era un fenómeno extendido y completamente impune».
Del mismo modo, Amnistía Internacional y el relator de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) contra la tortura, Manfred Nowak, pidieron al actual mandatario de Estados Unidos que indague en estas acusaciones.
Obviamente, quienes no están nada felices con las revelaciones de WikiLeaks son las autoridades estadounidenses e irakies. El jefe del Estado Mayor Estadounidense, almirante Mike Mullen, declaró que la difusión de estos documentos secretos fue una tremenda irresponsabilidad y que incluso puede poner en riesgo vidas humanas. La autoridad estadounidense además señaló que la entrega de estos informes aporta a los enemigos informaciones importantes.
Así también, la ministra iraquí para Derechos Humanos, Wiydan Michael, amenazó a los dueños de WikiLeaks con demandarlos ante la justicia, además de poner en duda la veracidad de estos documentos, al asegurar que algunos de ellos podrían ser falsificaciones.
WikiLeaks: “primera agencia de inteligencia para la gente”
El sito que difundió estos informes, WikiLeaks, se hizo famoso por divulgar informes secretos del Pentágono acerca del actuar del gobierno estadounidense en Afganistán. WikiLeaks se encuentra asociada a grandes medios de prensa, como The Guardian, Der Spiegel y The New York Times para difundir estas informaciones.
WikiLeaks nace con el objetivo de expandir, transparentar y verificar información acerca de gobiernos, grandes grupos económicos y fuerzas militares relacionados con fraudes, guerras, abusos a los derechos humanos y operaciones de inteligencia.
Su creador es Julian Assange y desde que lanzó WikiLeaks en el año 2006 ya contiene más de un millón de informes de todo tipo. Entre ellos se cuentan informes sobre la situación militar de Colombia, donde se involucran agentes del FBI. De igual modo, están publicados documentos sobre las intercepciones telefónicas a políticos y autoridades en Perú y el asesinato del jefe guerrillero colombiano Raúl Reyes.
Julian Assange, quien ha calificado a WikiLeaks como “la primera agencia de inteligencia para la gente”, defendió la publicación recientemente difundida por el sitio y advirtió que “el Estado de seguridad oculto que se está extendiendo por el Imperio occidental tiene su centro de gravedad en Estados Unidos, pero es una red de tutelaje que existe en todos los países occidentales”.
Por Katherine Torres
El Ciudadano
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