Disminuir de 45 a 40 horas el tiempo dedicado por las trabajadoras y trabajadores chilenos al desempeño laboral es la propuesta emanada por la bancada del Partido Comunista (PC) y la Izquierda Ciudadana (IC), y anunciada durante la jornada del 16 de marzo.
La realidad demuestra que se trabaja mucho, no se produce más y no hay tiempo para gozar los frutos del trabajo. Por ello, la bancada PC-IC se ha centrado en los aspectos positivos que tiene reducir la jornada laboral, en vista a cumplir con los compromisos firmados por Chile con la Organización Mundial de la Salud, en pos de generar las condiciones para que de aquí al 2020 se puedan reducir las enfermedades laborales, principalmente el estrés y la depresión.
Inversión humana y social para la felicidad
“Muchos de los países que reducen la jornada, aumentan la productividad. Cuando la gente trabaja menos horas es más eficiente porque lo hace con mejor ánimo. Y, además, aumenta la empleabilidad: hay rubros que por reducir la jornada, tienen que generar más puestos de trabajo. Además, es una inversión social. Un país que piensa en una inversión humana y social, obviamente también mejora su calidad de vida y condiciones de salud”, expresó la diputada Camila Vallejo.
La parlamentaria comunista agregó que en el caso de las mujeres, el panorama es desolador ya que la sobrecarga de trabajo está asociada al desarrollo de cáncer, lo que demuestra un claro problema de género porque además de estar largas horas en el trabajo, ellas deben llegar a la casa a seguir trabajando.
La también geógrafa aclaró que el debate en pos de mejorar la calidad de vida de todos y todas las trabajadoras no es contra los grandes ni pequeños empresarios, sino tiene que ver con una mirada distinta de la sociedad, ya que al tener más tiempo libre, se reactivan aspectos de la economía como los servicios y la cultura porque hay más capacidad de consumir otros bienes.
La instancia fue aprovechada además para escuchar la opinión respecto a la renuncia de Arturo Martínez a la Central Única de Trabajadores (CUT). Al respecto, la diputada señaló que “Chile no puede permitirse una organización de trabajadores debilitada ni dividida. Si queremos avanzar en mejoras laborales, tenemos que tener sindicatos y agrupaciones sindicales fuertes que puedan hacer contrapeso a los abusos empresariales».
Junto con ello, agregó respecto de la decisión de Martínez que «salir en los momentos más difíciles en vez de poner el pecho a las balas y ayudar a levantar una central histórica e importantísima para toda la historia de la lucha sindical, me parece un acto que deja mucho que desear respecto al compromiso que pueda tener con los trabajadores y trabajadoras”.