El Gobierno de México condenó el ataque con gas nervioso realizado el 4 de marzo en Reino Unido y anunció que «se reserva el derecho de ejercer acciones diplomáticas» en caso de que se compruebe el involucramiento de algún Estado.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) indicó en un boletín que el Gobierno condena el ataque contra el espía doble Serguéi Skripal y su hija Yulia, como resultado del cual «decenas de personas fueron hospitalizadas y un número mayor de personas fueron afectadas por exposición a la sustancia tóxica».
En el comunicado condena «categóricamente» este ataque y expresa su preocupación por «la utilización de armas químicas en contra de la Convención sobre las Armas Químicas y del Derecho Internacional».
El 14 de marzo, la primera ministra británica Theresa May responsabilizó a Moscú de lo ocurrido en Salisbury –que calificó de intento de asesinato y anunció, como represalia, la expulsión de 23 diplomáticos rusos y la cancelación de todos los contactos de alto nivel entre ambos países.
Rusia, que rechazó todas las acusaciones por infundadas, exigió en respuesta la salida de 23 empleados de la embajada británica, además de anunciar el cierre del consulado británico en San Petersburgo y de la oficina del British Council en Moscú.