Los esfuerzos de Pell – quien afirma categórico que el Vaticano no está quebrado – dieron recién un fruto inesperado: al revisar los estados financieros «encontró» millones de euros que no estaban contabilizados en los balances.
En un articulo publicado en The Catholic Herald, la revista católica con sede en Londres, Pell afirma que el hallazgo significa que las finanzas de la Santa Sede son mejores de lo esperado.
Y agrega que en las investigaciones que ha encabezado como jefe de la Secretaría Económica «no ha encontrado ningún delito». No obstante no aclara ni de donde provienen los dineros encontrados, ni quien los escondio, ni para qué, ni porque nadie lo había descubierto antes.
La grey católica mundial, cuya doctrina es hacer profesión de pobreza (antes pasará un camello por el ojo de una aguja que un rico entre al reino de los cielos), espera ansiosa que se revele la procedencia del tesoro descubierto por el Vaticano