Coreando «mar para Bolivia, mar para Bolivia» fue recibido la noche del martes el presidente boliviano, Evo Morales, por unos 5.000 chilenos en el «Encuentro de unidad por los pueblos», celebrado en el Teatro Caupolicán de Santiago. En una breve intervención, Morales dijo «estar sorprendido por el profundo sentimiento expresado por los miles de chilenos, reunidos en el teatro, hacia el pueblo boliviano por el tema del mar».
«Sólo quisiéramos que el diálogo (entre Chile y Bolivia) sea con resultados; quisiéramos propuestas oficiales para debatir no solamente el tema del mar», puntualizó. El mandatario viajó a Chile para participar en la ceremonia de traspaso de mando del saliente gobernante Sebastián Piñera a la presidenta electa, Michelle Bachelet, celebrada en la sede del congreso en Valparaíso. La actividad del teatro Caupolicán fue organizada por decenas de organizaciones sociales que hace cuatro años también se solidarizaron con la demanda marítima de Bolivia contra Chile durante una similar visita del líder boliviano.
En un mensaje, Fabián Miranda, líder de Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción, dio la bienvenida a Morales y planteó que se debe dar mar a Bolivia. Este acto incluyó la actuación de destacados artistas y grupos de danzas y en varias partes del teatro se leía la petición «Mar para Bolivia». Morales agradeció las muestras de solidaridad con su país e hizo un recuento de los logros de su gobierno, recordando cómo los gobiernos neoliberales de Bolivia se subordinaban a los intereses de Estados Unidos.
«Ahora tenemos patria, hemos recuperado la patria que antes estaba en manos de los extranjeros», dijo, recordando la inestabilidad política en que vivía el país y de los vínculos que sostenían los gobernantes anteriores con los organismos internacionales y el gobierno de Estados Unidos. Recordó una anécdota del inicio de su gobierno. Tras descubrirse una conspiración que hacía la embajada de Estados Unidos contra su gobierno, inmediatamente ordenó a expulsar al embajador, «que ese momento se entrevistaba con el canciller Coquehuanca». Aseguró cómo el pueblo boliviano fue sometido a un «dominio imperial y al saqueo neoliberal» y la respuesta del pueblo ante esa política, fue la nacionalización de los recursos naturales y la «refundación».
Destacó que el movimiento campesino originario de su país, «el más humillado y vilipendiado por los gobiernos de la república colonial», que era la mayoría de la población, ha hecho una contribución política importante para el cambio social y político de su país. «Desde los años 1994 y 1995, el movimiento campesino originario se ha convertido en un movimiento político de liberación y no sólo para ese sector, sino para todos los bolivianos», agregó.
Dijo que contribuyó a recuperar «no sólo la soberanía, sino también sus recursos naturales», que habían sido entregados por los gobiernos neoliberales a los intereses extranjeros. «En Bolivia, estamos políticamente mejor porque ya no hay conspiración desde afuera, pero es muy importante la unidad y la conciencia del pueblo para hacer avanzar al país», añadió.
«Gracias a la lucha del pueblo boliviano, hemos nacionalizado los hidrocarburos y hemos comenzado a liberarnos económicamente», recalcando la importancia del apoyo a su gobierno de los movimientos sociales. Explicó que «ahora necesitamos cooperación e inversión y ya no es el Estado de mendicidad; no es el mismo Estado débil de antes, es un Estado Plurinacional digno por el cual nos hemos liberado cultural y socialmente». Dijo que «no sólo es luchar contra la pobreza, sino también buscar la igualdad. No es posible que unos pocos sigan concentrando el capital en pocas manos».
Por otra parte, Morales afirmó en Valparaíso que su «gran deseo» es mejorar las relaciones bilaterales con Chile, indicando que muestra de ello era su presencia en el acto de asunción de la presidenta Michelle Bachelet. Rememoró que en 2006, ambos acordaron desarrollar una agenda de 13 puntos, en la que estaba incluido el tema marítimo, la cual fue desechada por el saliente presidente chileno, Sebastián Piñera. «Si estamos acá, es para seguir mejorando nuestras relaciones, nuestro gran deseo como bolivianos», subrayó.