El presidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica, manifestó este miércoles, en la III Cumbre de la Celac, que se siente con “pesadumbre” porque en su país aún existe un medio por ciento de indigentes y un 10% de pobres, “no debería de haber nadie porque la naturaleza nos dio demasiados recursos y tal vez nuestra incapacidad, lo explican”.
Acompañó la necesidad de rendir cuentas, “pero cuidado que las cuentas no nos rindan a nosotros (…) por lo tanto, confío mucho más en la política, en la necesidad de construir corrientes políticas tras un triunfo moral y no material. Hay una cosa que no tiene precio, y es precisamente que en la alta política no se debe entrar para hacer negocios ni para vivir mejor, sino para comprometerse con el cariño y con la causa de la gente”.
Indicó que el problema más grave de estos tiempo, es que está confundido la ética comercial y empresarial, que se instala dentro del procedimiento político. “Si una sociedad rica, poseedora de alta tecnología, se abroga el derecho de que con su tecnología de vanguardia, creer que se puede imponer en el mundo, la idea que tengamos de democracia y caemos en la intolerancia, lo que vamos a cosechar no es democracia sino fanatismo y el fanatismo es el peor flagelo”.
El mandatario uruguayo aseveró que está resurgiendo una derecha “que no es derecha, sino que es fascista, en el corazón de un continente desarrollado como es Europa, eso tiene que ser una verdadera alarma en el papel político. Debemos convivir con aquellos con los que tenemos discrepancias, porque de lo contrario este mundo se hace inhabitable, inconvivible”.
“Vale la pena sacrificarse (…) por el hecho de ver a los compañeros que están en la misma viacrucis, que a veces pueden pensar distinto, pero tendemos a construir un ‘nosotros’, una enorme intimidad aunque no nos hayamos dado cuenta; esto no pasaba en la historia de América Latina, está pasando hoy (…). Tenemos que estar en guardia para cultivar la tolerancia que la está necesitando el mundo, curiosamente la está necesitando el mundo rico”, dijo Mujica.
Señaló que un sistema como el capitalismo, ha generado una cultura que “tiene más peso que cualquier ejército, porque nos rodea a todos (…). Buena parte de nuestro esfuerzo y de nuestra capacidad económica no la gastamos con prioridad donde la tenemos que gastar, con enseñanza, sino que nos desangramos en un consumismo atroz, que está por encima de nuestras posibilidades reales (…). Queremos consumir como el mundo rico y estamos desesperados por consumir como ellos, pero no nos hemos capitalizado, y esta ecuación no la arregla ningún gobierno, pero por lo menos tenemos que empezarlo a tener claro”.
Puntualizó que en Uruguay tienen problemas para circular porque se venden 200 autos por día, porque a su juicio, no solo en su país sino en otras naciones, se gastan importantes sumas de dinero en cosas que no son útiles. “Esto es una batalla cultural, pero nunca te liberarán si padeces siempre la cultura que te somete, en definitiva, no hay papel más importante que la cultura que nos conduce por la vida, es mucho más fácil cambiar una realidad cultural que material”.