El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, inscribió este martes su candidatura para las elecciones presidenciales del 6 de noviembre con su esposa, Rosario Murillo, como su compañera de fórmula por el partido Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
«Mi compromiso como jefe de Estado es garantizar la paz y la estabilidad, y parte de ello es que este proceso electoral camine de la mejor manera que pueda caminar», dijo el jefe de Estado.
Ortega y Murillo se presentaron en la sede del Consejo Supremo Electoral (CSE) para inscribir su candidatura para presidente y vicepresidenta. Se trata del tercer mandato consecutivo del presidente, que ocupó su cargo durante cuatro legislaturas.
La oposición reprochó al duo presidencial que aproveche la falta de oposición real para perpetuarse en el poder e instalar una dinastía civil, al estilo Somoza, la familia que gobernó el país centroamericano durante cuatro décadas y que los mismos Ortega y Murillo enfrentaron para expulsar a la dictadura que instauraron.
Ante las críticas, Ortega defendió a su esposa con argumentos basados en la igualdad de género: «Tenía que ser una mujer [la candidata a vicepresidenta] y quien mejor que la compañera Rosario Murillo, que desempeñó una tarea con mucha eficiencia, disciplina, dedicación y sin horario», defendió el líder sandinista.
El matrimonio no tiene oposición que le enfrente, así que se da por hecho que pueden ganar sin problemas. Eso, luego de que la semana pasada el Tribunal Superior de Justicia del país destituyera a 28 diputados del Partido Liberal Independiente (PLI), en respuesta a una batalla judicial entre cuatro facciones de la formación que se disputaban el liderazgo. Los legisladores expulsados atribuyeron la medida a la sumisión del estamento judicial al sandinismo. La decisión judicial provocó que el PLI, la fuerza opositora mayoritaria, renunciara a presentarse en las próximas elecciones y que los expulsados fueran sustituidos por otros diputadas afines al presidente.
El 6 de noviembre los nicaragüenses elegirán a un nuevo presidente, vicepresidente, 90 diputados ante el Parlamento y 20 ante el Parlacen.