Una serie de documentos desclasificados de la Casa Blanca publicados este lunes en EEUU revelaron que el ex presidente de Estados Unidos Richard Nixon ofreció dinero y ayuda discreta al dictador brasileño Emilio Garrastazu Médici para influenciar a las fuerzas armadas chilenas con el fin de derrocar al mandatario Salvador Allende.
A principios de los años 70, los gobernantes de EEEUU y Brasil discutieron esfuerzos para coordinar la intervención clandestina contra regímenes de izquierda en Chile, Cuba, Perú, Uruguay y otros países para evitar el surgimiento de gobiernos de izquierda en la región, revelan documentos oficiales secretos recién desclasificados.
En una reunión en la Casa Blanca ocurrida en diciembre de 1971, el presidente Richard Nixon y su contraparte brasileño Emilio Garrastazú Médici conversaron sobre cómo Brasil estaba apoyando los intentos de los militares chilenos para derrocar al régimen de Allende y cómo Estados Unidos podría apoyar esos esfuerzos siempre y cuando todo quedara muy confidencial.
Según un memorando oficial de la conversación, Nixon dijo al mandatario brasileño que ambos gobiernos deben intentar prevenir nuevos Allendes y Castros e intentar hasta donde sea posible revertir esas tendencias.
La revelación fue dada a conocer este lunes por el National Security Archive, organización independiente de investigaciones sobre documentación oficial y políticas de seguridad nacional en Washington.
DESESTABILIZACIÓN A DISTANCIA
El encuentro entre ambos presidentes ocurrió en la Casa Blanca el 9 de diciembre de 1971. A la pregunta de Nixon sobre si los militares chilenos eran capaces de derribar a Allende, el brasileño le respondió que «sí lo eran» y dejó claro que Brasil estaba trabajando con ese objetivo.
En la conversación también participó el entonces general mayor Vernon A. Walters, según el primer documento que fue elaborado por el entonces asesor de Seguridad Nacional Henry Kissinger.
Nixon dio su beneplácito a esa presunta desestabilización política brasileña en Chile, que terminó con el golpe de Estado liderado por el general Augusto Pinochet dos años después, el 11 de septiembre de 1973.
«El presidente (Nixon) dijo que era muy importante que Brasil y Estados Unidos trabajaran estrechamente en ese campo», añade el memorándum secreto, publicado por NSA.
El ex presidente norteamericano dejó clara su intención de tener a Brasil como aliado para «poder hacer muchas cosas que Estados Unidos no podía» en la región, sin embargo exigió que «nuestra mano no aparezca».
También se descubrió que los dos mandatarios tenían un canal directo de comunicación a través del ministro de Relaciones Exteriores brasileño en la época, Gibson Barbosa, y el consejero de Seguridad Nacional (luego secretario de Estado) Henry Kissinger.
Peter Kornbluh, investigador del NSA especializado en Chile y Brasil, explicó tras la publicación de los papeles oficiales que faltarían desclasificar los documentos de la época que se encuentran en el país sudamericano, y para eso pidió al presidente Lula Da Silva que colabore para revisar la documentación de la época de la dictadura militar en su país.
«La historia completa de la intervención en América del Sur en los años 1970 no puede ser explicada sin acceso a los documentos brasileños», añadió.
LOS DOCUMENTOS DESCLASIFICADOS VEALOS EN www.nsarchive.org
El Ciudadano