Muerto Fidel Castro, como hace años viene ocurriendo cuando de Cuba se trata, nuestra derecha-derecha se ha hecho un festín con el “dictador” de la isla caribeña. Sopesando su postura uno no tiene más que aceptar que no hay problema, nada que reprocharles. Es evidente que desde su perspectiva es entendible su oposición al sistema político-económico cubano. Otra actitud sería una inconsecuencia imperdonable.
PERO, así con mayúscula, por años hemos sabido que no son consecuentes, que ni siquiera son demócratas de verdad o luchadores por la libertad en serio. De hecho, su inconsecuencia, oportunismo y miseria ética quedó de manifiesto una vez esta misma semana. Basta recordar que acaba de visitar Chile el “dictador” de China, también un régimen comunista, ¿no? Y nuestros derechistas —dado su gran nivel intelectual, de información y su tantas veces probada valentía en su cruzada por la libertad y la democracia en el lugar del mundo que requiera de su apoyo—, obviamente han de saber que todo lo que critican de Cuba, lo tienen amplificado en China por 10, 100 o por 1000 o más.
Xi Jinping, así se llama el tirano comunista (igual que fuera Castro, ¿no?), fue recibido con los honores correspondientes a un jefe de Estado en La Moneda. Sin embargo, que yo sepa, no se vio ni una pancarta, ni una marcha, ni una sola consigna, ni un solo grupito de estos adalides de la libertad protestando contra este dictador de China. Tampoco se vieron manifestando su rechazo a la visita o pidiendo democracia para el pueblo chino frente a la embajada de dicho país. Y por supuesto que puedo estar desinformado, pero nunca supe de un voto de censura a la visita en el Congreso o alguna dura intervención en el hemiciclo rechazándola.
Incluso SU prensa informó de la visita de Xi Jinping sin la más mínima mención a la dictadura del PC Chino ni a su opresión. En una escueta nota El Mercurio (22 de nov de 2016) titulada “Presidente de China llega a La Moneda y se reúne con Bachelet con el objetivo de ampliar TLC con Chile”, el brazo escrito de la derecha recalcitrante y luchadora por la libertad sólo informa sobre las actividades de política comercial de Xi Jinping. Pero, de las violaciones a los derechos humanos, de los presos políticos, de la dictadura… ¡nada de nada! Para El Mercurio, extrañamente, ¿quién lo hubiera imaginado?, China parece ser un país normal y ejemplar en cuanto respeto los DDHH.
Asimismo, hasta el presidente de excelencia de los luchadores por la libertad y la democracia, quien hoy también fustiga a Castro, viajó a China el 2010. En la ocasión, que se haya sabido, tampoco esos fieros luchadores de su sector le negaron el permiso en el Congreso, ni lo criticaron, ni tuvieron reparos para subirse al avión que los llevó a la infausta tierra de una cruel y prolongada dictadura comunista.
Son de cartón. Y de cartón mojado…
Ya sabíamos de la calidad moral de nuestra derecha. Incluso, pareciera que su especialidad es recordárnoslo cada tanto o que tienen un curioso afán por dejarse en evidencia demasiado seguido. Porque nadie olvida que fueron el rabioso fans club de nuestro tirano por los 17 años de su dictadura, en la cual participaron sin ningún problema de conciencia y a la que defendieron a brazo partido. Luego, también recordamos que lo protegieron hasta su muerte, hasta esa época en que su dictador-héroe se escondió tras licencias médicas, culpó a sus subordinados y se supo que no tan sólo era un asesino masivo sino asimismo un ladrón.
Como es la plata lo que los mueve, recién ahí arrugaron un poco la nariz… Pero sólo un poquito. Después de todo su dictador-héroe nos entregó un país moderno y con una economía pujante… para esa mínima élite a la cual pertenecen y para la cual en el fondo trabajan. No se le podía dar la espalda así como así, por unos pesitos más unos pesitos menos, a la “obra del régimen militar” y a quien lideró heroicamente ese proceso transformador.
Son de cartón. Y de cartón mojado…
Con China hay un gran intercambio comercial, por ende, seguirán mirando para el lado para no ver la opresión del PC chino y obviamente nunca oiremos de sus labios que en dicho país gobierna una dictadura comunista. Una lata por los chinitos… pero bué, así es la vida. Negocios son negocios. No hay que ser tan inflexibles tampoco con esa cuestión de los DDHH y la democracia.
Son de cartón. Y de cartón mojado… Y, lo peor, es que no tienen pudor alguno en quedar en evidencia una y otra y otra y otra vez.