La información fue revelada por la agencia de noticias estadounidense Associated Press (AP), la misma que destapó los planes sobre el proyecto de «Twitter Cubano», conocido como ZunZuneo. La fuente indica que la Usaid y su contratista, Creative Associates International, enviaron «en secreto a jóvenes latinoamericanos utilizando la cobertura de programas de salud y cívicos para provocar cambios políticos».
Esa operación clandestina puso en peligro a estas personas, agrega, incluso después que en La Habana se condenó al contratista estadounidense Alan Gross, detenido mientras intentaba desarrollar actividades contra la seguridad de la isla caribeña.
Precisa el informe que la agencia estadounidense envió a jóvenes venezolanos, costarricenses y peruanos a Cuba con la esperanza de poner en marcha una rebelión y que trabajaron encubiertos, a veces haciéndose pasar por turistas, y viajaron por toda la isla en busca de personas que pudieran convertir en activistas políticos.
Una investigación de la AP encontró que el programa estaba plagado de incompetencia y riesgos. Los jóvenes casi arruinan su misión de «identificar actores de un potencial cambio social», anadió.
Uno de ellos dijo que tuvo un irrisorio seminario de 30 minutos de cómo evadir a la inteligencia cubana, y parece que no había una red de seguridad para los inexpertos trabajadores si eran capturados, precisa la fuente.
La AP indicó que Usaid y su entidad pantalla, Creative Associates International, continuaron el programa incluso cuando sus empleados dijeron en privado a funcionarios del gobierno que consideraran suspender el viaje a Cuba luego del arresto de Gross.
Las nuevas filtraciones subrayan que tanto ZunZuneo como los programas de viajeros son parte de un esfuerzo multimillonario de las autoridades estadounidenses para fomentar la inestabilidad en otros países.
Los documentos muestran que Creative Associates aprobó el uso de los parientes de sus asalariados para llevar efectivo a los contactos cubanos. Pero los familiares nunca fueron informados que los fondos eran de parte del gobierno de los Estados Unidos, indican informes citados por AP.
Personas que estuvieron en contacto con los «viajeros», como Héctor Baranda, un estudiante universitario en Cuba cuando se hizo amigo de un grupo de visitantes venezolanos, se manifestaron sorprendidos al escuchar de la AP que ellos trabajaban para el gobierno de Estados Unidos.
Fuente: Prensa Latina