Aunque el Pentágono habitualmente emite informaciones que, en su mayoría, niegan toda responsabilidad cada vez que son capturados matando a civiles en ataques aéreos contra objetivos ISIS.
De todos modos, las autoridades dicen que su afán de incrementar la guerra aérea contra objetivos ISIS ha producido la aplicación de las nuevas normas que permiten a los EE.UU. matar a un mayor número de civiles en cada ataque realizado.
Los detalles son todavía escasos porque, con las normas oficiales, las nuevas medidas pueden seguir siendo un secreto, pero las autoridades dicen que han implementado una «escalada móvil», que está siendo dirigida basada en las «oportunidades» de la región. En algunos casos, a los ataques aéreos estadounidenses se les permitirá matar a 10 civiles por incursión.
Esta desfachatez se ha visto con anterioridad en dos incidentes donde las fuerzas estadounidenses atacaron sitios que se creían desocupados. En ambos casos, los ataques se llevaron a cabo en los barrios residenciales y el Pentágono insistió en que se sentían «cómodos» con el «bajo número de civiles muertos».
A pesar de ser bastante conocidos los casos en que funcionarios militares matan a los civiles, las muertes no fueron incluidas en las cifras oficiales del Pentágono, en lo referido a civiles muertos. En general, se cree que el Pentágono ha matado a varios de cientos de civiles en la guerra aérea contra el ISIS, desde el 2013, a pesar que oficialmente sólo se han admitido de manera pública sólo 14 muertes.