Durante el miércoles, el presidente estadounidense, Barack Obama, emitió una petición al Congreso, solicitando la instalación de tropas terrestres en los países en el Medio Oriente donde el grupo armado Daesh (ISIS o Estado Islámico) tiene su mayor presencia.
Hasta ahora, EEUU, liderando una coalición de varios países, ha realizado una campaña de ataques aéreos por casi seis meses. Este bombardeo no recibió previa autorización explícita por parte del Congreso estadounidense, donde Obama argumenta que su lanzamiento de los ataques estaba dentro de sus capacidades legales, no obstante, según la legislación estadounidense, y no de acuerdo al derecho internacional. Anteriormente, Rusia e Irán han denunciado que los ataques aéreos constituyen una brecha de la ley internacional y está en contra de la carta de las Naciones Unidas.
La solicitud enviada al Congreso estadounidense busca acceder poderes de guerra para desplegar tropas de tierra en los países devastados por los violentos enfrentamientos. Con esta resolución, Obama se ha convertido en el primer presidente estadounidense en más de una década en pedir autorización previa al Congreso para realizar este tipo de operación militar.
“Nuestra coalición está en la ofensiva, el Estado Islámico está a la defensiva y va a perder”, señaló Obama al emitir la solicitud, según el diario Librered. El presidente agregó que la petición resultará en “apoyo y formación para las fuerzas locales, incluyendo a la oposición siria moderada.”
Según la resolución enviada, el objetivo de la intervención sería también rescatar a estadounidenses que se encuentran cautivos en los dos países. El presidente destacó que con “grupos violentos como este [ISIS] sólo hay una opción: con nuestros aliados y socios vamos a degradar y en última instancia destruir a este grupo terrorista”.
La resolución será discutida por los legisladores estadounidenses durante esta semana. A pesar de que Obama ha señalado que la posible extensión de la operación militar no es más de lo mismo, como las intervenciones que hemos visto en Afganistán e Irak, es difícil ver cómo una operación militar como los bombardeos, en primer lugar, y una ampliación de las tropas estadounidenses, en segundo lugar, podría resultar en otro escenario de intensificación de la violencia. Por otro lado, una ampliación de la operación militar, probablemente profundizará las diferencias y brechas entre EEUU y Rusia, que pueden haber jugado, y todavía pueden jugar los papeles claves en llegar a una solución diplomática en la guerra civil de Siria. Rusia ha señalado anteriormente que la lucha contra Daesh se debe llevar a cabo de acuerdo al derecho internacional. Se puede argumentar, que las intervenciones militares por parte de los estadounidenses durante las últimas décadas han resultado en conflictos bélicos prolongados, donde la población civil ha sufrido más que ninguna otra parte involucrada en las guerras. Cabe recordar la intervención militar que se llevó a cabo por parte de EEUU en Libia, y que el país ahora se encuentra al borde del colapso.
La guerra civil en Siria se ve altamente internacionalizada, por el involucramiento tanto de fuerzas armadas como intereses extranjeros, e igual como ser un lugar donde los intereses geopolíticos se despliegan en forma conflictiva, Siria e Irak todavía tienen la capacidad de ser un escenario donde los superpoderes del mundo podrían mostrar su voluntariedad de superar las diferencias y demostrar solidaridad para los pueblos de estos países mediante un arreglo político.