En diciembre de 2009, tan solo dos meses después de convertirse en el nobel de la paz, Obama ordenó reforzar la presencia de EE.UU. en Afganistán con 30.000 soldados. Aunque desde 1942 EE.UU. no ha declarado ninguna guerra, esto no le ha impedido atacar e invadir otros países. Durante la presidencia de Obama las fuerzas de EE.UU. han bombardeado los territorios de Afganistán, Libia, Somalia, Pakistán, Yemen, Irak y Siria.
Primavera árabe
Washington orquestó la primavera árabe en Libia y Siria, opinan varios expertos. El politólogo francés Thierry Meyssan reveló el importante papel del senador John McCain durante el inicio de la primavera árabe, así como su relación con una milicia del Estado Islámico. Meyssan sugiere que McCain no es el líder de la oposición política en EE.UU., sino un alto funcionario que trabaja para el Gobierno de ese país. Según el historiador estadounidense Robert W. Merry, EE.UU. creó con sus propias manos la oportunidad para que el enemigo real —islamistas radicales empeñados en atacar a Occidente— obtuviera tanto poder.
Libia
EE.UU., bajo el mando de Obama, logró dejar su rastro de destrucción en Libia, donde a partir de marzo de 2011 participó en una operación militar para derrocar al exlíder libio Muammar Gaddafi. Como resultado, al mandatario libio fue asesinado bajo consignas democráticas, lo que marcó el comienzo de un período de inestabilidad y de lucha armada por el poder en Libia y desembocó en la desintegración efectiva del país y el crecimiento del islamismo y el tribalismo.
Irak y Siria
En cumplimiento de sus promesas electorales, en octubre de 2011 Obama anunció la retirada de las tropas estadounidenses de Irak. Sin embargo, los intentos de Obama de derrocar al líder sirio Bashar al Assad, para lo cual EE.UU. armó a la oposición siria, posibilitaron la ampliación y el fortalecimiento del Estado Islámico, creen expertos. Ahora este grupo radical aterroriza no solo a la población de Siria, sino también a la de Irak. En agosto Obama autorizó los ataques aéreos contra las posiciones del EI en Irak y en septiembre EE.UU. comenzó a bombardear Siria sin el consentimiento de las autoridades de este Estado soberano. Con ello, la estrategia de Obama para luchar contra el EI no ayuda a acabar con los radicales. El Estado Islámico sigue aplastando al Ejército iraquí, lleva a cabo una campaña de propaganda activa en las redes sociales y obtiene millones de dólares de la venta del petróleo de los yacimientos ocupados.
Ucrania
«La situación en Ucrania es la consecuencia de los intentos de Washington y Bruselas de detener la creciente influencia de Moscú», creen los expertos. Durante las protestas en el Maidán, los países occidentales reforzaron su retórica en apoyo a la oposición ucraniana con el objetivo de derrocar al Gobierno democráticamente elegido de Víktor Yanukóvich, opinan los expertos. Antes y después de las elecciones presidenciales en Ucrania, Obama dio su apoyo moral al presidente actual de Ucrania, Piotr Poroshenko. Además, el líder norteamericano aprobó el suministro de armas letales a Kiev para emplearlas en la ofensiva en el este del país, según una serie de documentos el Departamento de Estado de EE.UU. filtrados recientemente.
«EE.UU. actualmente apoya una aventura criminal mortal de las autoridades de Kiev que poco tiene que ver con la unificación del país», afirmó el científico norteamericano Steven Cohen en una entrevista a RT. Además, señaló que Barack Obama ha puesto a EE.UU. al borde de una guerra con Rusia.
Rusia y la OTAN
Últimamente, la retórica agresiva contra Rusia es cada vez más frecuente en los discursos de Obama. Así, el presidente de EE.UU. intenta presentar a Rusia como «uno de los mayores peligros que afronta la comunidad internacional». Al mismo tiempo, la OTAN se acerca cada vez más a las fronteras de Rusia. «Es la OTAN y no Rusia quien tiene bases militares por todo el planeta», indicó el presidente ruso, Vladímir Putin, en una reciente entrevista. La táctica de Obama de presionar a Rusia mediante las sanciones económicas tampoco parece ser muy amistosa.
Según varios expertos, EE.UU. continúa financiando el sector militar de Israel y se opone a que este sea juzgado por los crímenes de guerra cometidos en la última ofensiva contra los palestinos en Gaza. EE.UU. está tratando de imponer su dictado a la política exterior de China en lo que se refiere a las disputas territoriales de este país asiático con sus vecinos y aumenta su presencia militar en la región. Incluso en la lucha contra el virus del Ébola en África, Obama ha mandado a soldados reservistas y no a empresas constructoras o ingenieros.