El vicepresidente de la Conferencia Episcopal y obispo de Rancagua, Alejandro Goic, le da F5 al teclado con el cual se digita la supervivencia de la pobreza de millones de familias que a duras penas se las arreglan para llegar a fin de mes, y reta a los empresarios a meterse la mano al bolsillo y pagar un sueldo mínimo de $400 mil.
“Si uno aplica el IPC y todas las alzas, ya se quedaron cortos los $ 250 mil», que él mismo propuso en 2007 como «ingreso ético».
«El problema de fondo en este país es cómo superamos esta codicia que existe y cómo somos capaces de comprender que para que haya una sociedad tranquila, en paz y justa, tenemos que ser una sociedad más distributiva de los bienes», reflexiona en entrevista con el periódico Encuentro.
«Si yo soy empresario y a mi empresa le va bien, ¿por qué le va bien? Porque tengo trabajadores responsables y profesionales, gente que contribuye al desarrollo de mi empresa”, es el recado que le envía a los empresarios tacaños cuyo único afán es la riqueza personal y no el bienestar social.
Según el vicepresidente de los obispos católicos, el sueldo mínimo debiese ser de $400 mil. Alejandro Goic, quien hace nueve años introdujo el concepto de “ingreso ético”, cifrándolo en esa época en $250 mil, hoy asegura que una familia de cuatro personas ya no puede vivir con esa cantidad, por lo que propone que las autoridades fijen en $400 mil el ingreso mínimo.
“Las necesidades básicas de las personas que son alimentación, vivienda, salud y educación” recuerda el prelado de la Diócesis de Rancagua por si alguien no lo tiene claro, y que para ello los $250 mil que él propuso en 2007 como ingreso ético hace mucho rato que se quedaron cortos. “Uno esperaría que el sueldo logre satisfacer las necesidades fundamentales”, dijo al medio del Arzobispado de Santiago.
Cuando en 2007 Goic planteó el concepto de “ingreso ético familiar”, la entonces senadora Evelyn Matthei, y posterior ministra del Trabajo del gobierno de Sebastián Piñera, lo ninguneó, asegurando que el obispo “no tiene idea de economía”.
En la entrevista con el medio católico, el sacerdote recuerda ese incidente. “Algunos dijeron que yo no era economista. Claro que no, pero soy pastor, y como pastor en contacto con la gente digo ¿cómo se puede vivir con esa cantidad de dinero? Este es un país poco equitativo. Pocos ganan mucho y muchos ganan poco”.
En torno al ingreso ético de $250 que propuso en 2007, Goic sostiene que esa cifra fue “simbólica”. “El mínimo en ese entonces era cercano a los $150 mil, pero yo recuerdo que salía al supermercado a hacer las compras del mes y veía que el carrito se llenaba con cosas sencillas y elementales. Paga cerca de $100, entonces me preguntaba, ¿cómo es posible que la gente pueda vivir? En ese contexto yo puse una cifra simbólica que según los expertos fue la que suscitó el debate. Si yo no hubiera puesto una cifra, no pasaba nada”. Y añade: “Si uno aplica el IPC, y todas las alzas, ya se quedaron cortos los $250 mil”, precisa.