La semana pasada el tema que tomó toda la atención de los medios fue el Nueragate, la vinculación del hijo de la Presidenta, Sebastián Davalos y su esposa Natalia Compagnon con Andróniko Luksic y un préstamo millonario que se tradujo en la compra de hectáreas en Machalí y la consiguiente suma de 2.500 millones de pesos como ganancia para Caval tras la venta de esos terrenos. Eso, resumiendo bastante los 7 días en los que estuvo en la palestra pública Dávalos Bachelet y que terminó por salpicar al gobierno y cuestionarle a éste las banderas de igualdad que han levantado. Todo ello, a razón del tráfico de influencias y nepotismo que se ha acusado y el acceso preferencial a un préstamo que cualquier a cualquier otra pyme se le habría negado.
Por esos días las portadas de los periódicos impresos y online titulaban con Dávalos Bachelet, sociedad Caval y las imágenes del primógetino de la Mandataria. Sin embargo, escasearon las opiniones de los timoneles de los partidos de la Nueva Mayoría, como Osvaldo Andrade, Guillermo Teillier y Jaime Quintana (quién explica su ausencia por el accidente que protagonizó). Ausencia en la que repararon tanto políticos de la oposición como desde la izquierda no cuadrada con el gobierno. Pues se cuestionó que el caso no se midiera con la misma vara que Penta. Aunque el caso no es el mismo y en ello hemos insistido, la ausencia de personajes del peso de Andrade hizo falta en la polémica que sólo encararon Peñailillo y Gómez. A pesar de que Pentagate vinculó a personeros de la UDI con financiamientos irregulares de campañas, fraude al FUT y por tanto candidaturas ilegítimas, la sensación de la gente común y corriente tiende a poner ambas situaciones en la misma posición de repudiables y ambos casos sólo han sumado al desprestigio de la clase política.
Hoy, ya concretada la renuncia de Sebastián Dávalos, Osvaldo Andrade -presidente del Partido Socialista se refirió al tema y dio su punto de vista reconociendo que después de la guerra todos somos generales. Aseguró que el caso no perjudicó a la Presidenta Michelle Bachelet y explicó su ausencia en la polémica a Bío Bío con una intervención quirúgica.
Andrade aseguró que «la credibilidad de la presidenta Bachelet está fuera de toda duda, nadie la ha puesto en tela de juicio».En cuanto a la reacción en la Moneda, Andrade señaló que «el gobierno demoró mucho en la resolución de este tema, pasaron días que fueron innecesarios, se desató una jauría de detractores que aprovecharon la oportunidad para intentar incluso tapar otro tipo de situaciones bastante mas graves».
Además, se refirió a las banderas que ha levantado el gobierno en cuanto a defender al igualdad de oportunidades, el timonel del PS señaló: «Cuando un gobierno entiende que el sello de su gestión tiene que ver con la lucha contra la desigualdad y el abuso, naturalmente este tipo de situaciones no son coherentes con ese principio (…) Desde el momento que se supo y se reconoció la participación del señor Dávalos en la reunión con Andrónico Luksic, yo en ese momento habría tomado la decisión de separarlo del cargo, ahora es re fácil ser general después de la guerra, es lo que yo habría hecho».