Tras su gira latinoamericana, el papa Francisco defendió que «no es injusto» que Bolivia plantee un cambio en los límites territoriales: «Siempre hay una base de justicia cuando hay cambio de límites territoriales y sobre todo después de una guerra. Yo diría que no es injusto plantearse un cosa de ese tipo«.
El pontífice también fue consultado sobre una posible mediación en el conflicto entre ambos países latinoamericanos, pero Francisco subrayó que ese sería el «último paso«, pues se trata de un tema «muy delicado» que está siendo actualmente tratado por organismos internacionales: «Estando en un tribunal internacional no se puede hablar de mediación. Hay que esperar«.
Recordemos que Bolivia presentó en abril de 2013 ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya -CIJ- una demanda para que el organismo internacional interviniera para hacer que Chile accediera a negociar una salida soberana al Océano Pacífico para Bolivia. Al año siguiente, en julio de 2014, Chile objetó la competencia del CIJ para intervenir en el conflicto territorial que enfrenta a ambos países apelando al Tratado de 1904 y al Pacto de Bogotá.
Por ello, el papa Francisco expresó que debe ser «muy respetuoso» al mencionar el tema de la demanda marítima pues cualquier comentario «podría ser interpretado como inmiscuirme o una presión o algo«. Son comprensibles las palabras del pontífice, especialmente después de las diferentes y muy diversas interpretaciones que chilenos y bolivianos hicieron del discurso que dio el papa en la Catedral de La Paz.
«Tengo que ser muy respetuoso de la decisión que tomó el pueblo boliviano que hizo ese recurso«, concluyó Bergoglio.
Aunque no rechazó categóricamente una posible intervención, el pontífice especificó que esa sería la última opción y que «siempre hay otras figuras diplomáticas que ayudan, como es el caso de los facilitadores«.